Desde que anunció su candidatura a diputada del Congreso de Ciudad de México en las elecciones intermedias del próximo 6 de junio, son muchas las críticas que ha recibido esta vendedora de 36 años, que se identifica como muxe, el tercer género en la cultura zapoteca del estado de Oaxaca.
Ciudad de México, 23 de abril (EFE).- Tras años llenando su cesta de tacos para vender en las calles de Ciudad de México, la popular taquera trans Lady Tacos de Canasta busca llenar las urnas de votos para representar a la comunidad LGBT y a los vendedores ambulantes.
«Es un tema complicadísimo, pero estoy construida de crítica. Toda la vida he sido señalada», cuenta este viernes a Efe sobre su salto a la política Marven, apodada en redes sociales como Lady Tacos, en el pequeño restaurante que abrió en diciembre pasado en la capital.
Desde que anunció su candidatura a diputada del Congreso de Ciudad de México en las elecciones intermedias del próximo 6 de junio, son muchas las críticas que ha recibido esta vendedora de 36 años, que se identifica como muxe, el tercer género en la cultura zapoteca del estado de Oaxaca.
En los comicios más grandes de la historia de México también se presentarán cantantes, actores, modelos, deportistas y luchadores. Y eso no gusta a algunos, pero ello no afecta a Lady Tacos.
«Mucha gente habla de que se necesita gente preparada, de que debería dedicarme a mis tacos… Toda la gente opina desde sus celulares pero nadie se atreve a hacerlo», responde contundente esta famosa comerciante.
UNA ESTRELLA DE NETFLIX
Aunque Lady Tacos se popularizó mundialmente en 2019 gracias a un documental de Netlifx, que la retrató vendiendo tacos en su bici con trenzas y coloridos vestidos, las cosas no han sido fáciles para ella.
A los siete años se mudó con su familia desde Oaxaca a la Ciudad de México en busca de oportunidades, donde su padre comenzó a dedicarse a los tacos de canasta.
«Es un platillo tradicional que va en una canasta. Es un taco sudadito que se hace al momento, es un taco mil por ciento casero», explica Lady Tacos, quien retomó el negocio de su padre y comenzó a recorrer la ciudad anunciando: «Tacoooos, tacoooos, tacos de canastaaaaaa».
«Le dije (a mi padre) que iba a hacer de todo en la vida menos vender tacos. Me pasó al revés, hice nada en la vida y ahora vendo muchos tacos de canasta», explica a carcajadas Marven, quien expone con orgullo sus raíces oaxaqueñas.
HOSTIGAMIENTO POLICIAL
Aunque su desparpajo se ganó el cariño de clientes y turistas, Lady Tacos ha sufrido discriminación «toda la vida». Primero por su orientación sexual y luego por vender en la calle.
En pleno confinamiento por la pandemia de COVID-19, se viralizó un vídeo en el que policías del centro de la capital le requisaban la canasta con los tacos que vendía para subsistir.
«Sin importar sexo o religión (los policías) te agarran, te quitan tu mercancía y es acostumbrarse a vivir todos los días con ello. Sabes que un día a la semana van a venir a quitarte tu dinero y tu mercancía», denuncia.
Por ello, acabó abriendo en diciembre un restaurante oaxaqueño decorado con una gran piñata que representa a Lady Tacos.
EN DEFENSA DE SUS COLECTIVOS
Desde la terraza de este local medita sobre las cosas que quiere hacer si gana su escaño con el pequeño partido Equidad Libertad y Género (Elige).
«Era una buena oportunidad para hacernos presentes en la comunidad LGBT. Tal vez no ganemos pero ya me siento ganadora en el hecho de haber participado», expresa.
Lady Tacos se propuso como objetivo mejorar la atención sanitaria al colectivo LGBT, pero tampoco se olvida de sus colegas que siguen vendiendo en la calle.
Quiere que si alguien agarra una bicicleta, le cuelga una canasta y se dedica a vender tacos no tenga que sufrir pagando sobornos a policías para evitar que en algún momento le retiren la mercancía.
«Lo viví en carne viva. Podría quedarme sentada porque ya tengo mi local. Pero no me gusta cómo la gente sigue viviendo lo que yo viví. Eso me llevó a tomar la decisión», sentencia.