La empresa con sede en Santa Clara (California, EU) batió sus propias proyecciones y las de los analistas con unos ingresos durante los primeros tres meses de su año fiscal de 19 mil 828 millones de dólares, significativamente por encima de los 16 mil 061 millones del pasado marzo.
San Francisco (EE.UU.), 23 abr. (EFE).- El fabricante de microchips y equipamiento electrónico Intel anunció este jueves unos beneficios de 5 mil 661 millones de dólares entre enero y marzo, un 42 por ciento superiores a los del mismo período del año pasado, al haber aumentado la demanda de componentes tecnológicos a causa de las órdenes de confinamiento.
La empresa con sede en Santa Clara (California, EU) batió sus propias proyecciones y las de los analistas con unos ingresos durante los primeros tres meses de su año fiscal de 19 mil 828 millones de dólares, significativamente por encima de los 16 mil 061 millones del pasado marzo.
Uno de los segmentos de negocio de Intel que más creció fue el Grupo de Centro de Datos, dedicado a la fabricación de microchips para proveedores de servicios de computación en la nube y otros servicios de internet, que facturó 6 mil 993 millones de dólares frente a los 4 mil 902 millones del primer trimestre de 2019.
La mayor fuente de ingresos de la compañía, el Grupo de Computación para Clientes, dedicado a la producción de chips para ordenadores, vendió por valor de 9 mil 775 millones de dólares, un incremento del 13.8 por ciento.
Durante los pasados tres meses, los tenedores de acciones de Intel se embolsaron 1.33 dólares por título, por encima de los 88 centavos registrados en el mismo período del ejercicio pasado.
Para adaptarse a las nuevas necesidades derivadas de la pandemia mundial de COVID-19, Intel emitió recientemente 8 mil millones de dólares de deuda adicional, lo que sitúa el total de su deuda a largo plazo en 36 mil 455 millones de dólares, frente a los 25 mil 308 millones con los que cerró 2019.
Pese a la subida repentina de las ventas y los beneficios como consecuencia inmediata del incremento de la demanda de componentes electrónicos por el confinamiento y el auge del teletrabajo, Intel alertó de que no espera que esta situación se repita el próximo trimestre, puesto que gran parte de esas necesidades ya han sido cubiertas, y evitó emitir una proyección de ingresos para el conjunto del año.
De hecho, gran parte de los analistas vaticinan una caída de las ventas de ordenadores, teléfonos móviles y otro equipamiento tecnológico durante las próximas semanas, lo que sumado a los cierres de fábricas y otras interrupciones en la cadena de proveedores podría perjudicar seriamente el negocio de Intel.
Estas expectativas poco halagüeñas mermaron la confianza de los inversores, y las acciones de Intel se dejaban un 5.12 por ciento hasta los 55.92 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los mercados de Nueva York.