«No hay ninguna razón sensata para que las empresas sigan explorando nuevas fuentes de hidrocarburos», afirmó la familia Rockefeller en 2016. Este 2020 la caída en los precios del petróleo ha abierto el debate sobre la necesidad de no sólo invertir en combustibles fósiles, también en energías renovables.
Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo/RT).- La caída en los precios del petróleo ha puesto en duda las grandes inversiones en combustibles fósiles y ha abierto la posibilidad de dar paso a las energías renovables. Este cuestionamiento lo han planteado científicos y activistas por décadas, incluso desde el año 2016, empresarios como la familia Rockefeller, habían anunciado que retirarían sus inversiones en este tipo de negocios.
Esta semana, la imagen de buques petroleros en el mar evidenciaban el colapso de esta industria: pagar al cliente para que se lleve el producto porque hay muy poca demanda y no tenían dónde almacenarlo. Todo esto aunado a una pandemia (COVID-19) que azota a los países del mundo y que está provocado una crisis económica.
El Fondo de la Familia Rockefeller anunció desde el año 2016 que retiraría sus inversiones en combustibles fósiles «tan rápido como sea posible», agregando que desinvertirá el capital que mantiene en la petrolera Exxon Mobil Corp, argumentando que la compañía, asociada a la fortuna familiar, ha engañado al público sobre los riesgos del cambio climático.
Aunque solo una pequeña porción de los activos del fondo está invertida en combustibles fósiles, el anuncio tiene un gran significado, ya que hace un siglo John D. Rockefeller hizo una fortuna a la cabeza de Standard Oil, precursor de Exxon Mobil. La organización dijo que también se desprendería de sus inversiones en carbón y arenas petrolíferas de Canadá, informó Reuters dede el año 2016.
Teniendo en cuenta la amenaza que supone para la supervivencia de los ecosistemas humanos y naturales, «no hay ninguna razón sensata para que las empresas sigan explorando nuevas fuentes de hidrocarburos», señaló el Fondo de la Familia Rockefeller a través de una carta publicada en su página web en 2016.
La organización resaltó, además, que la conducta de Exxon sobre cuestiones climáticas es «moralmente reprobable».
En 2014, el Rockefeller Brothers Fund, otra fundación de la acaudalada familia que cuenta con 860 millones de dólares, anunció que se unía a otras 11 empresas que decidieron abandonar las inversiones en carbón y arenas bituminosas.