Trilogía de Mozambique. Las arenas del emperador, Pequeño país, Necesitamos nombres nuevos, Las mentiras que nos unen yLa única esperanza forman parte de las recomendaciones.
Nairobi, 23 de abril (EFE).- La literatura inunda hoy ciudades de numerosos países en el Día Internacional del Libro, una jornada donde África gana cada vez más protagonismo con la traducción de decenas de obras de autores del continente en el último año.
De hecho, es un autor africano – el mozambiqueño Mia Couto- quien ofrece hoy el pregón literario de la fiesta de Sant Jordi (San Jorge) en una de las ciudades donde este día se vive con más intensidad: Barcelona (España).
En la capital catalana, además, el olor a libros se ve aderezado por el perfume de las tradicionales rosas que sus gentes se regalan en este día.
Couto reivindicó este mismo lunes, en una entrevista con Efe, que «falta mucho para que Europa conozca la diversidad de voces que viene de África».
A continuación, una decena de recomendaciones con firma africana para disfrutar en este Día Internacional del Libro:
1. Trilogía de Mozambique. Las arenas del emperador (Alfaguara), de Mia Couto.
En esta compilación de las tres últimas novelas del poeta, escritor y periodista mozambiqueño Mia Couto (1995), el lector encontrará en un único volumen la investigación histórica del autor en torno al emperador Ngungunyane, soberano del Estado de Gaza, situado en Mozambique a finales del siglo XIX y contra el cual lucharon los colonos portugueses.
2. Pequeño país (Salamandra), de Gaël Faye.
Este rapero y escritor francés nacido en Burundi tuvo que huir del país africano de niño a causa del genocidio de 1994, que asoló también a su vecina Ruanda y celebró hace poco su 25 aniversario. En esta novela, Faye (1982) se basa en su propia experiencia para narrar a través de la voz de Gabriel, un niño de 10 años, el drama social y humano que supuso la matanza.
3. Necesitamos nombres nuevos (Salamandra), de No Violet Bulawayo.
La autora zimbabuense relata en esta novela las aventuras de un grupo de jóvenes amigos en un barrio de chabolas llamado «Paraíso». Bulawayo (1981) utiliza sus gamberradas como excusa para abordar una realidad compleja y dura, desde el VIH (virus causante del sida) y los embarazos precoces hasta la migración y las desigualdades económicas de Zimbabue.
4. Binti (Crononautas), de Nnedi Okorafor.
La ciencia ficción también tiene apellidos africanos y la novela de Okorafor (1974), autora nacida en Ohio (EEUU) pero también de nacionalidad nigeriana, lo demuestra. Representante del llamado «afrofuturismo», esta autora centra su obra en la cosmovisión de las etnias igbo y yoruba. Esta trilogía narra los viajes interestelares de una joven para crear puentes entre especies.
5. Las mentiras que nos unen (Taurus), de Kwame Anthony Appiah.
El filósofo ghanés aborda en este ensayo la cuestión de la identidad, explorando las contradicciones edificadas en base a la religión, la raza o el género. A través de ejemplos históricos y personales, Appiah (1954) desmenuza conceptos como «cultura occidental» o «soberanía nacional» y revela sus incongruencias.
6. Florescencia (Alpha Decay), de Kopano Matlwa.
Aunque Matlwa (1985) forma parte de la llamada generación «born free» («nacida libre», en español), por haber crecido durante la abolición del «apartheid», esta surafricana recoge en su novela las heridas que dejó ese sistema de segregación racial. A través de los dolores menstruales, muestra los conflictos personales y sociales que marcan la vida de la protagonista, una joven estudiante de medicina.
7. La revolución vertical (Rayo Verde), de Ngugi Wa Thiong’o.
Ya se puede leer en español, catalán, asturiano, euskera, gallego y aranés esta fábula del eterno aspirante keniano al Premio Nobel y activista social y político Ngugi Wa Thiong’o (1938). El cuento relata la formación de un cuerpo humano a través de una discusión entre sus distintas partes, bajo la mirada atónita del resto de animales.
8. Afrotopía (Libros de la Catarata), de Felwine Sarr.
En este ensayo, el senegalés Felwine Sarr (1972) desarrolla una reflexión crítica sobre las realidades diversas del continente africano y el lugar que esta región ocupa en un mundo globalizado. Parte de una idea básica que vertebra el texto: «África no tiene que alcanzar a nadie. Ya no debe correr por los senderos que se le indican, sino caminar con paso firme por el camino que ha elegido».
9. Quédate conmigo (Gatopardo), de Ayobami Adebayo.
Sobre el escenario de las revueltas sociales y políticas que se dieron en Nigeria en la década de los años 80, Adebayo (1988) relata la historia de una pareja de origen Yoruba, formada por Yejide y su esposo Akin, cuyas voces se van alternando. El lector conocerá la desesperación de una mujer por ser madre, en una sociedad donde este es un rol incuestionable.
10. La única esperanza (Terra Ignota Ediciones), de Danielle Nicole Mboume.
La camerunesa Danielle Nicole Mboume se vio obligada a huir de su hogar a los 16 años, al vivir en un país donde la condición de lesbiana supone un gran riesgo. En el camino de huida por África, Mboume tuvo que aceptar los trabajos más duros, fue violada y víctima de tráfico de personas. Ahora, como trabajadora social de una oenegé, hace una mirada retrospectiva.