Lisboa, 23 abr (EFE).- Uno de los administradores del Grupo Lena fue detenido por las autoridades lusas en el marco de la llamada «Operación Marqués», que investiga una presunta red corrupta con la que se vincula al ex primer ministro José Sócrates.
Así lo informó hoy la Fiscalía portuguesa, que añadió que los agentes también llevaron a cabo «registros domiciliarios y en las instalaciones de la compañía», con sede en el municipio de Leiria.
Aunque el Ministerio Público no precisó la identidad del detenido, medios lusos revelaron que se trata de Joaquim Barroca, hermano del presidente de administración del Grupo Lena, António Barroca, e hijo del fundador, António Vieira Rodrigues.
La empresa ya se había visto directamente relacionada con este caso tras la detención en noviembre del empresario Carlos Santos Silva, quien fue uno de sus directivos.
De hecho, filtraciones a la prensa sobre la investigación judicial apuntan a que la fortuna atribuida a Sócrates procede de pagos realizados a éste por responsables del Grupo Lena a cambio de su intermediación para conseguir contratos en el extranjero.
De acuerdo con estas informaciones, la tesis del fiscal que lleva el caso se basa en que directivos de la compañía transfirieron dinero para cuentas abiertas en Suiza por Carlos Santos Silva, quien supuestamente ejercía de testaferro del ex primer ministro y le facilitaba posteriormente ese dinero.
El Grupo Lena, con intereses en diferentes sectores como agua, residuos y energía, cuenta con más de 2.500 trabajadores repartidos en más de una decena de países, entre ellos Colombia, España, México y Venezuela, de acuerdo con la información facilitada por este conglomerado empresarial.
Sócrates cumple esta semana cinco meses en prisión preventiva acusado de los delitos de corrupción, fraude fiscal y blanqueo de capitales después de que las autoridades detectaran su participación en «operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación».
No obstante, no se han divulgado de momento de forma oficial los detalles en los que se basan las acusaciones que pesan sobre el que fuera primer ministro socialista de Portugal entre 2005 y 2011, hasta su derrota en las elecciones legislativas de ese año.
Filtraciones a medios lusos apuntan a que el antiguo jefe del Gobierno luso cuenta con una fortuna superior a los 20 millones de euros, dinero que guardaba supuestamente en cuentas bancarias a nombre de un testaferro.