Desde la semana pasada, la Diócesis de Saltillo informó que a partir del 23 de marzo las iglesias cerrarán sus puertas y los sacerdotes dejarán de celebrar misas frente a feligreses ante la crisis del coronavirus.
Por Christian Martínez
Saltillo, 23 de marzo (Vanguardia).- En la mayoría de los templos católicos ayer se llevó a cabo la última celebración eucarística antes de cerrar por completo las puertas, como consecuencia de la contingencia sanitaria por el coronavirus.
Siguiendo los protocolos establecidos por el obispo Raúl Vera López, algunos sacerdotes celebraron la misa en los atrios de los templos, aunque los feligreses no tomaron la debida distancia para evitar contagios de coronavirus, que es por lo menos de metro y medio entre una persona y otra.
Desde la semana anterior, por medio de un comunicado, la Diócesis de Saltillo informó que a partir del 23 de marzo los templos cerrarán sus puertas y los sacerdotes dejarán de celebrar misas frente a feligreses.
El pasado miércoles, Raúl Vera, mediante un video, dio a conocer las medidas que la Iglesia adoptará frente a la pandemia que viven el país y el mundo.
Dijo que se suspenden misas y celebraciones de Semana Santa de manera pública a partir del 23 de marzo y hasta nuevo aviso.
Aclaró que estos eventos se llevarán a cabo de manera privada a través de redes sociales.
“Se suspenden las celebraciones de culto público. Los sacerdotes deben continuar celebrando la Eucaristía de manera privada; es muy importante que busquen los medios digitales a su alcance para la transmisión en vivo”, dijo el obispo.
CRISTO VIVE, NO PARA
En otro tipo de asociaciones religiosas como Cristo Vive, se pudo observar la entrada y salida de personas a las instalaciones, pero no había multitudes como es costumbre los domingos al mediodía.
También se pudo observar a decenas de vendedores de burritos salir a cumplir la misión encomendada por su pastor.
Asimismo, en la iglesia La Luz del Mundo, no se vieron actividades.