El decreto publicado por el Gobierno también prevé otras medidas, como la posibilidad del teletrabajo, la anticipación de las vacaciones individuales, la concesión de vacaciones colectivas y el establecimiento de un banco de horas para ser compensado una vez finalice la crisis sanitaria.
Sao Paulo, 23 mar (EFE).- El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, publicó un decreto que autoriza a las empresas suspender el contrato de sus trabajadores hasta por cuatro meses sin sueldo «para enfrentar los efectos económicos» del coronavirus y para «preservar empleos», afirmó este lunes el mandatario.
De acuerdo con el decreto, publicado en la noche del domingo, el empresario tendrá el derecho de dejar de pagar al trabajador durante el periodo en el que dure la suspensión contractual, pero «podrá conceder una ayuda compensatoria mensual, sin naturaleza salarial».
«Es una forma de preservar empleos», aseguró Bolsonaro este lunes en declaraciones a periodistas a las puertas de su residencia oficial.
El jefe de Estado esclareció además que los trabajadores cuyo contrato sea suspendido recibirán ayuda por parte del Gobierno durante los próximos 4 meses, como ya ha sido establecido en otros países.
«En vez de ser despedidos, el Gobierno entra con ayuda en los próximos 4 meses, hasta que las actividades del establecimiento vuelvan a la normalidad, sin que exista despido del empleado», explicó Bolsonaro a través de las redes sociales.
El texto establece también que los empresarios tendrán la obligación de mantener el seguro de salud de los empleados durante el periodo que dure la interrupción del contrato y deberán de ofrecer cursos de formación.
El decreto publicado por el Gobierno también prevé otras medidas, como la posibilidad del teletrabajo, la anticipación de las vacaciones individuales, la concesión de vacaciones colectivas y el establecimiento de un banco de horas para ser compensado una vez finalice la crisis sanitaria.
Al tratarse de un decreto, la medida entra en vigor inmediatamente en el momento de su publicación, pero tendrá que ser aprobada por el Congreso brasileño en un plazo de hasta 120 días para no perder su validez.
El jefe de Estado ha expresado en reiteradas ocasiones su temor sobre las consecuencias económicas que la crisis sanitaria tendrá sobre la maltrecha economía brasileña y ha criticado a los gobiernos regionales que han decretado el cierre de comercios o la suspensión de misas y cultos.
Bolsonaro llegó a calificar de «lunático» al Gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, por haber decretado una cuarentena de 15 días en el estado más poblado de Brasil para contener la expansión de la COVID-19.
«Las medidas de ese gobernador (Doria), así como las de otros, como el de Río de Janeiro, extrapolan. Es una dosis de remedio excesivo que se convierte en veneno», dijo al referirse a medidas para recluir a la población en sus casas y aislar las regiones.