Los reos pertenecen a un grupo de privilegiados que pueden costearse un teléfono celular con acceso a internet dentro de la prisión, y cuyo costo va desde los dos mil hasta 10 mil pesos.
Por Edmundo Velázquez
Ciudad de México, 23 de marzo (SinEmbargo/Periódico Central).- Un grupo de internos del penal de San Miguel presumen en fotos subidas a la red social Facebook su estancia al interior de esta cárcel, localizada en la capital de Puebla.
Estos internos, identificados como Badyr Bojalil, Santiago Olea Roldán, Víctor Manuel Jiménez y Juan Alberto Vázquez Aldana, pertenecen a los pocos privilegiados que pueden pagar un teléfono celular con acceso a internet en prisión, y que van desde los dos mil hasta 10 mil pesos.
Como Página Negra informó, el director de San Miguel, Rafael Carbajal Paz, y el subdirector, Orlando Velázquez Rojas, son quienes han permitido que al interior del penal prolifere el uso de celulares.
El 6 de marzo pasado, Alejandro Cruz Maya, el entonces director general de Centros de Readaptación Social en el estado, fue relevado de su cargo luego de que le detectaran anomalías como el cobro por espacios de visita íntima, el uso de teléfonos celulares y la venta de alcohol y drogas en el interior de las cárceles.
Pese a esto, Rafael Carbajal Paz se mantiene como director del penal de San Miguel y Orlando Velázquez Rojas como subdirector. Página Negra informó que los tres funcionarios penitenciarios convirtieron en un verdadero negocio el penal de la capital poblana.
En octubre de 2016 se informó que para exhibir el uso de celulares dentro del Centro de Readaptación Social de San Miguel, el reo Eulalio Flores Infante alias “El Michoacano”, tuiteó al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, desde su celda. El preso por narcomenudeo le advirtió que el director del penal, Rafael Carbajal Paz, y el subdirector, Orlando Velázquez Rojas, le exigen una cuota supuestamente como cooperación para la campaña electoral del mandatario a la Presidencia de la República del 2018, a cambio de permitirle mantener el control del negocio de la droga al interior de la cárcel.