Miembros del Banco de México advirtieron que es un error mirar con optimismo a las políticas implementadas por Donald Trump. Algunos integrantes notaron que ante la perspectiva de mayor crecimiento e inflación en Estados Unidos, el dólar se ha fortalecido y han aumentado las tasas de interés denominadas en dólares, tendencias que podrían continuar. La mayoría espera que la inflación se vea afectada este año debido a los precios de las gasolinas.
Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo/EconomíaHoy).– Hay optimismo en torno a los efectos en la economía global de las políticas fiscal, financiera y de desregulación más expansionistas en la administración de Donald Trump, pero las cosas no podrían ser así. Además, habrá que considerar la viabilidad de estas medidas y las reacciones de los diferentes poderes en Estados Unidos, advirtieron miembros del Banco de México (Banxico).
En las minutas publicadas este jueves, un miembro de la Junta de Gobierno externó que «prevalece un significativo grado de incertidumbre respecto a cuáles de estas políticas se llevarán a cabo», sin embargo es razonable suponer que al menos alguna de las propuestas de la nueva administración estadounidense se materialice.
En la última reunión entre autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos hubo preocupación por la incertidumbre existente frente a los cambios fiscales que alista el republicano.
La mayoría de los participantes en la reunión del 9 de febrero pasado, en la que decidieron elevar de 5.75 por ciento a 6.25 por ciento su tasa de referencia, coincidieron en la posibilidad de que se adopten políticas comerciales más proteccionistas, que se podría manifestarse a través de la reforma tributaria.
Uno de los asistentes subrayó la expectativa de que se aplique una desregulación en ciertos sectores en Estados Unidos y la intención de endurecer significativamente las políticas migratorias, «a pesar de que muchos de estos aspectos podrían ser negativos para el crecimiento económico de Estados Unidos, el consenso del mercado percibe que las medidas serían altamente expansionistas», advirtió.
Uno de los integrantes de la Junta de Gobierno observó que el mercado le ha quitado peso una postura más restrictiva por parte de los bancos centrales, «siendo muy probable que ahora estas pasen a un segundo plano y que políticas como la fiscal y comercial en Estados Unidos empiecen a tener mayor relevancia, cuando menos en el corto plazo».
Algunos integrantes notaron que ante la perspectiva de mayor crecimiento e inflación en Estados Unidos, el dólar se ha fortalecido y han aumentado las tasas de interés denominadas en dólares, tendencias que podrían continuar.
La mayoría de los miembros espera que la inflación se vea afectada, este año, de manera temporal por cambios en precios de las mercancías respecto de los correspondientes a los servicios, derivados de la depreciación que ha presentado el tipo de cambio real, como por el impacto transitorio de la liberalización de los precios de las gasolinas.
«Se prevé que durante 2017 la inflación se ubique por arriba de la cota superior del intervalo de variación del Banco de México, si bien se espera que a finales de ese año retome una tendencia convergente hacia la meta y se sitúe cerca de 3 por ciento al cierre de 2018», manifestó.
Los miembros de la Junta de Gobierno expuso que el complejo entorno externo de incertidumbre respecto de la relación con Estados Unidos ha influido en la confianza de los consumidores y las empresas, así como en la inversión extranjera directa y en los flujos de remesas hacia el país.
«La mayoría consideró que el balance de riesgos para el crecimiento siguió deteriorándose. Entre los riesgos a la baja, algunos mencionaron el riesgo de que se materialicen las políticas proteccionistas comerciales, migratorias o fiscales en los Estados Unidos, en detrimento de la economía mexicana o incluso que aumente el proteccionismo a nivel global», se lee en las minutas.