«No le hemos declarado la guerra al combustible hecho a base de esquisto, de ningún país y de ninguna empresa», aclaró el Ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Alí Al-Naimi.
Por DAVID KOENIG
HOUSTON (AP) — El Ministro de Petróleo de Arabia Saudita declaró el martes que reducir la producción a fin de apuntalar los precios no es una opción viable y que en lugar de ello hay que dejar que el mercado tome su rumbo aun si eso deja sin negocio a algunos participantes.
Los recortes de producción por parte de productores a bajo costo, como Arabia Saudita, solo serviría para subsidiar a los productores de alto costo, dijo el Ministro Alí Al-Naimi, una aparente referencia a las empresas estadounidenses que extraen combustible hecho a base de esquisto o pizarra.
El aumento de la producción estadounidense es básicamente la responsable de que llegara a su fin la época del petróleo a 100 dólares por barril. Hoy en día un barril de petróleo estadounidense oscila alrededor de los 30 dólares, un precio que recae en pérdidas para los fabricantes estadounidenses.
«Los productores de estos barriles a alto costo tendrán que buscar la manera de reducir sus gastos, adquirir créditos o quedar liquidados», dijo Naimi. «Suena duro y desafortunadamente lo es, pero es la manera más eficiente de recalibrar los mercados».
Naimi rechazó una premisa compartida ampliamente en el mercado, de que Arabia Saudita está produciendo grandes cantidades a fin de perjudicar a los productores de combustible hecho a base de esquisto o pizarra.
«No le hemos declarado la guerra al combustible hecho a base de esquisto, de ningún país y de ninguna empresa», expresó.
Naimi habló en una conferencia anual de asuntos energéticos que tiene lugar en Houston.
El precio del crudo estadounidense de referencia bajaba el martes en casi 5% a 31,81 dólares el barril. La mezcla Brent, que se usa como referencia a nivel internacional, bajaba 1,36 dólares a 33,31 dólares el barril en Londres.
Apenas el día anterior, los precios del petróleo se dispararon luego que la Agencia Internacional de Energía proyectó que la oferta y la demanda se equilibrarán el año entrante debido una disminución de la perforación, principalmente en Estado Unidos.
El director ejecutivo del grupo, Fatih Birol, pronosticó que el precio del crudo llegaría a 80 dólares el barril para 2020.
El combustible hecho a base de esquisto y otros productos impulsaron el suministro de petróleo muy por encima de la demanda mundial, lo que desató el pronunciado descenso de los precios desde mediados de 2014.
A finales de 2014 la OPEP decidió que no iba a reducir la producción para apuntalar los precios y Naimi reiteró esa posición. «Reducir la producción a bajo costo para subsidiar la producción a alto costo solo posterga lo inevitable», comentó.
Aunque Naimi rechazó los recortes de producción como poco convenientes a nivel político, se declaró a favor de mantener fija la producción al nivel actual si las principales potencias petroleras lo aceptan.
La idea de mantener la producción actual sin variar, propuesta la semana por Arabia Saudita, Rusia, Venezuela y Catar, sería una vía más gradual para aumentar los precios, pero su futuro es incierto. Irán, que recién acaba de ser eximida de fuertes sanciones internacionales, desea aumentar su producción.
El Ministro saudí dijo que en su vida ha visto los precios del petróleo subir de 2 dólares a 147 dólares el barril. El descenso actual de los precios, que ha provocado despidos en Estados Unidos, es simplemente parte del ciclo normal del mercado.
«Es algo que va a acabar. No sé cuándo, pero va a acabar», expresó.