A pesar del alarmismo transmitido por algunas cuentas de Twitter o ciertos medios, la realidad es que el asteroide pasará a más de 4 millones de kilómetros de la Tierra.
Madrid/Ciudad de México, 23 enero (ElDiario.es/SinEmbargo).- Una vez más, toca repetirlo: no, no vamos a morir todos por culpa de un asteroide. La realidad vuelve a desmontar el alarmismo que se ha desatado en redes sociales por un asteroide que pasará «cerca» de la Tierra el próximo 4 de febrero. Se trata del AJ129 2002, descubierto hace 16 años, y que podrá ser observado desde nuestro planeta. Pero eso no implica que pueda chocar contra nosotros y provocar una catástrofe: pasará a 4.2 millones de kilómetros de nuestra órbita. Entonces, ¿por qué la NASA lo ha clasificado como «potencialmente peligroso»? Un dato que aparece en el siguiente tuit, que fue el que inició la alarma.
#URGENTE | #CONFIRMADO El Asteroide AJ129 2002, cambio curso y velocidad hacia la tierra y la @NASA hoy lo catalogo «potencialmente peligroso». Dato importante, llegaria el 4 de Febrero. pic.twitter.com/C03YNCfwVw
— Big Data Noticias (@bigdatanoticias) 18 de enero de 2018
«La NASA tiene una clasificación llamada PHA, que son las siglas de Potentially Hazardous Asteroid (Asteroide Potencialmente Peligroso), y ahí entran todos los que pueden tener una cercanía con la Tierra. Este está clasificado como PHA, pero con bajo riesgo por pasar a más de 4 millones de kilómetros. Para que nos hagamos una idea, la Luna está a más de 300 mil», señala a eldiario.es el astrofísico de la ESA (Agencial Espacial Europea, por sus siglas en inglés) Eduardo Ojero. El experto asegura de esta manera que la probabilidad de choque con el planeta es «nula».
El AJ129 2002 tiene un diámetro cercano al kilómetro, y pasará cerca de la Tierra en una hora cercana a las 22:35 de España. Su velocidad será considerable: entre los 30 y los 34 kilómetros por segundo cuando esté más cerca de nuestra órbita. Pero estará tan lejos que su presencia solo la notarán aquellos que miren por un telescopio a la hora señalada. «Puede que en unos años vuelva a pasar más cerca, pero eso no implica que nos vaya a hacer daño», aclara Ojero.
Como explica el astrofísico, solo tenemos que preocuparnos por los asteroides cuando estos ronden los 100 mil kilómetros de distancia. «Pueden tener posibilidad de colisión o chocar con objetos artificiales, como nuestros satélites. Pero ahí se analizarían características como su tamaño o velocidad, que determinarían el daño que pueden hacer», señala Ojero, que insiste en que una «distancia cercana» en el Universo «puede ser algo que ni imaginamos».
Las teorías conspiranoicas sobre que los gobiernos nos ocultan peligros que vienen del espacio también han reaparecido gracias al AJ129 2002. «Todos hemos visto muchas películas. Pero hay muchos programas de vigilancia, muy importantes, que se preocupan de nuestra seguridad. Sería muy difícil ocultar que un asteroide va a golpearnos», asegura el investigador de la ESA.
Antes que lean portales sensacionalistas quiero que sepan que el asteroide AJ129 2002 pasará el próximo 4 de febrero a 4 millones de km de la Tierra.
En castizo: si la tierra fuese un arco de fútbol y el bicho la pelota, el tiro se iría 2.5km por arriba del travesaño. pic.twitter.com/6juGo3Cz1P
— Nerdstúpido (@nerdstupido) 19 de enero de 2018
Y es que constamente hay asteroides que pasan cerca del planeta, o que incluso atraviesan la atmósfera y caen en nuestro territorio. «Uno de los retos de la astronomía observacional es seguir a todos esos objetos, que implican dificultades por ser en muchos casos débiles y cambiantes. Solo por la influencia de los grandes planetas pueden cambiar su órbita, lo que hace las predicciones más complicadas», explica el astrofísico, que insiste: «La mayor parte de los objetos que en los últimos años podían ser peligrosos no han supuesto problema alguno».
Sobre si en el futuro tenemos que preocuparnos por algún asteroide, Eduardo Ojero es categórico: «Ahora mismo no hay nada que deba alarmarnos. Hay miles de asteroides que cruzan las órbitas de los planetas que conocemos. Pero eso no significa que alguno pueda tocarnos», sentencia.