En su informe epidemiológico semanal, la OMS insiste en que no hay todavía datos sobre si Ómicron produce casos más o menos graves de COVID-19, aunque el aumento de las hospitalizaciones en países donde su presencia ya es muy alta, como Sudáfrica o Reino Unido, confirma que es una variante del coronavirus capaz de ejercer una presión preocupante sobre los sistemas sanitarios.
Ginebra/El Cairo, 22 dic (EFE).– Los laboratorios genómicos globales detectaron en la última semana unos 14 mil nuevos casos de coronavirus de la nueva variante Ómicron, cuatro veces más que los aproximadamente tres mil 500 de los siete días anteriores, de acuerdo con el informe epidemiológico de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según los análisis de la red mundial de laboratorios GISAID, que colabora con la OMS, el porcentaje de detecciones de la variante Ómicron en sus secuencias ha subido del 0.1 por ciento de hace una semana al 1.6 por ciento en la actualidad, aunque una gran mayoría (96 por ciento) aún siguen siendo casos de la variante Delta, dominante durante 2021.
Al analizar estos números debe tenerse en cuenta que suman los análisis de los últimos 60 días, por lo que el porcentaje real de casos Ómicron puede ser aún mayor, aunque por otro lado hay un esfuerzo especial por detectar la nueva variante y los laboratorios tienden a secuenciar casos sospechosos de ésta.
Por otro lado, sólo una pequeña parte de los casos de COVID-19 (aproximadamente uno de cada 40, según se extrae de las cifras de la OMS) se analizan en laboratorio, por lo que los datos tienen un valor meramente estadístico.
En todo caso, estos datos siguen confirmando que Ómicron «tiene ventajas de transmisión con respecto a Delta», que llegó a sumar más de un 99 por ciento de los casos de laboratorio analizados y desde hace dos semanas está cediendo terreno ante la cepa primero detectada en Sudáfrica.
La organización con sede en Ginebra reitera que los datos preliminares indican en un mayor riesgo de infección con Ómicron entre vacunados y personas que hayan superado la enfermedad con anterioridad, por lo que el riesgo asociado a la nueva variante sigue siendo «muy alto».
PAÍSES ELUDEN INFORMAR CASOS DE ÓMICRON: OMS
Por otra parte, la OMS dijo este miércoles que podría haber países que eluden informar de la detección de casos de la variante Ómicron del coronavirus por temor a sufrir restricciones de viaje, como explicación al escaso número de casos registrados en la región del Mediterráneo Oriental.
El director regional del organismo para esta zona que incluye 22 países entre Marruecos y Paquistán, Ahmed al Mandhari, informó en una rueda de prensa virtual que hasta ahora sólo 14 de estas naciones han informado de un total de 45 casos.
«Podría haber retrasos en la detección, podría haber retrasos a la hora de informar», señaló el director de Enfermedades Contagiosas de la OMS en la región, Yvan Hutin, para explicar el extremadamente bajo número de casos.
Pero, «dada la fuerte reacción a la que hace frente Sudáfrica tras informar de la detección de Ómicron, podríamos también tener, no lo podemos excluir, que algunos países podrían haber detectado Ómicron y temer prohibiciones de viajes o a otros temas».
Hutin aseguró que están examinando los datos con los que cuentan hasta ahora pero aseguró que, en todo caso, la OMS ha estado trabajando para reforzar las capacidades de todos los países «para secuenciar los virus y detectar variantes como Ómicron».
Mientras, Al Mandhari indicó que la región que abarca los países africanos de la costa mediterránea, todo Oriente Medio (excepto Israel), Sudán, Somalia, Afganistán y Pakistán ha registrado oficialmente desde el inicio de la pandemia más de 17 millones de casos (de un total de 270 millones en todo el mundo) y 314 mil muertes (de las cinco millones a nivel mundial).
En cuanto a la vacunación, Hutin reveló que por el momento el 36 por ciento de la población de la zona cuenta con al menos una dosis y el 22 por ciento con la pauta completa, frente al 40 por ciento que se había propuesto la OMS para finales de 2021, pero la campaña marcha a un ritmo muy desigual: sólo nueve países han alcanzado esa tasa, mientras seis no han llegado siquiera al 10 por ciento.