México ha hecho frente a la pandemia de COVID-19 como ha podido. Con falta de médicos, enfermeras, instalaciones y camas suficientes para garantizar la atención oportuna a su población, el país encara un problema de saturación hospitalaria en ascenso, en un contexto en que uno de cada 10 contagiados muere.
Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo).- La capital del país y Nuevo León son las únicas entidades federativas con suficiente personal y recursos médicos para garantizar el bienestar mínimo de sus poblaciones, de acuerdo con estándares internacionales. Ello implica que a México le hacen falta doctores, enfermeras y camas hospitalarias, así como una distribución homogénea de unidades médicas a nivel nacional.
El avance del coronavirus en México no se detiene. La semana pasada, la Ciudad de México y el Estado de México regresaron a ser focos rojos de contagio. Baja California está en la misma situación; y en la mayor parte de las entidades federativas hay una crisis de salud tan delicada que las autoridades locales y federales recomiendan permanecer en casa y evitar concentraciones de gente.
Las cifras oficiales indican que la tasa de mortalidad por caso confirmado de COVID-19 aún es alta: 9.1 por ciento. Y aunque los datos mensuales arrojan que a partir de agosto la tasa comenzó a tener una tendencia a la baja, es decir, que cada vez han habido menos defunciones por cantidad de enfermos a nivel nacional, en época de invierno las autoridades sanitarias prevén un alza de casos de coronavirus, por lo que los siguientes tres meses serán críticos.
Mientras todo esto sucede en el país, varias entidades federativas ya han levantado la mano para pedir apoyo al Gobierno federal, porque la ocupación hospitalaria está alcanzando niveles graves. Hoy en día en México, dos de cada 10 unidades médicas tienen ocupadas entre el 70 y el 100 por ciento de sus camas de hospitalización general. En el caso de las camas con ventilador, dicha proporción se reduce a la mitad. Las cifras de la Secretaría de Salud (SSA) también indican que la ocupación hospitalaria se triplicó entre abril y diciembre de 2020.
En seis estados de la República Mexicana, por ejemplo, el grado de saturación de camas de hospitalización general ya alcanzó niveles preocupantes o por encima del 50 por ciento. Se trata de Ciudad de México (75 por ciento), Estado de México (68 por ciento), Guanajuato (57 por ciento), Nuevo León (52 por ciento) e Hidalgo (51 por ciento).
En el caso de las camas con ventilador, sólo la capital del país cuenta con un nivel alto de saturación (60 por ciento). Le siguen los estados de México, Nuevo León y Tlaxcala con 47, 46 y 43 por ciento cada uno.
En el apartado “Porcentaje de ocupación hospitalaria” de la siguiente tabla es posible consultar la información relativa a cada estado. La tabla también incluye los datos y cálculos utilizados en éste texto.
VULNERABILIDAD EN LOS ESTADOS
Salvo por la Ciudad de México y Nuevo León, las entidades federativas carecen de recursos materiales y personal suficientes para garantizar la salud de sus poblaciones.
A nivel nacional, hay tres médicos públicos y privados por cada mil personas, por lo que México raya el nivel mínimo de médicos por país que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de las enfermeras y enfermeros públicos y privados, las cifras oficiales indican que asimismo hay tres por cada mil habitantes, aunque la OMS recomienda un mínimo de cinco por cada mil.
Con respecto a las camas censables u hospitalarias públicas y privadas a nivel nacional, la proporción equivale al mínimo recomendado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos: uno por cada mil personas. Sin embargo, aunque México tiene tres veces más unidades médicas públicas y privadas (una por cada 10 mil habitantes) en comparación con el mínimo recomendado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, la SSA reconoce que a nivel nacional existe una distribución inadecuada de instalaciones médicas.
«La heterogeneidad en resultados hospitalarios y en la distribución de los hospitales en el país señala la urgencia de un modelo de atención con herramientas para fortalecer la calidad de la atención […] y medidas claras para promover la mejora”, en un contexto en que “la heterogeneidad en el acceso a servicios de salud y, en consecuencia, en resultados sanitarios, es claramente un obstáculo para superar la pobreza y alcanzar el desarrollo sostenible que se busca en cualquier sociedad”, se lee en el primer informe (2019) «Sobre Desigualdades en Salud en México» de la SSA.
Además de la capital del país y Nuevo León, las entidades federativas con mayor proporción de personal médico (doctores y enfermeros) por cada mil habitantes son Colima, Baja California Sur, Chihuahua, Sonora y Yucatán. En el extremo opuesto, entre los estados con menor cantidad de personal médico per cápita están Chiapas, Edomex, Veracruz, Oaxaca y Puebla.
Acerca de la cantidad de recursos materiales (camas censables y unidades médicas) por persona a nivel estatal, las cifras oficiales indican que Ciudad de México, Chihuahua, Tamaulipas, Sonora y Colima tienen los niveles más altos. En cambio, Edomex, Chiapas, Querétaro, Veracruz y Tlaxcala son las entidades federativas con mayores deficiencias materiales.
En los apartados “Recursos privados por estado” y “Recursos públicos por estado” de la tabla “Recursos en salud” es posible consultar la información desglosada por estado.
SALUD EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Al corte del 20 de diciembre de 2020, México sumó 1 millón 320 mil 545 casos confirmados acumulados de COVID-19, así como un total de 118 mil 202 defunciones a causa del virus. En la actualidad se estima que hay 89 mil 775 casos activos a nivel nacional, así como una tasa de hospitalización del 21 por ciento, que significa que dos de cada 10 personas infectadas requieren atención médica de urgencia por la gravedad de los síntomas asociados al coronavirus.
De acuerdo con un análisis de la Unidad de Datos de SinEmbargo, los estados de la República Mexicana que tienen altas tasas de defunción por la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 también tienen un bajo índice de recursos médicos y/o un alto índice de morbilidades crónicas (obesidad, hipertensión y diabetes).
Asimismo y a reserva de las excepciones, la información oficial analizada indica que las entidades federativas con alto o medio nivel de recursos médicos tienden a tener una tasa más baja de mortalidad por coronavirus que en estados con bajos recursos médicos, salvo en los casos en que hay alto o medio nivel de morbilidades.
Por un lado, éste medio digital encontró que ocho de los 10 estados con menor cantidad de personal médico (doctores y enfermeras) y recursos materiales (camas censables y unidades médicas) por cada mil personas están entre las 12 entidades federativas con mayor número de defunciones por cada mil contagios de COVID-19. Se trata de Morelos, Veracruz, Chiapas, Hidalgo, Edomex, Tlaxcala, Quintana Roo y Puebla.
En dicha lista también están Michoacán y Oaxaca. Aunque ambas entidades federativas tienen una tasa de mortalidad por coronavirus inferior a la media nacional, que es de 9.1 por ciento, Michoacán tiene una tasa de enfermos por obesidad, hipertensión y diabetes –por cada mil pacientes de las 20 principales causas de enfermedad a nivel estatal– que supera al promedio a nivel nacional, que es de 3.6 por ciento. Por su parte, Oaxaca es un caso excepcional ya que dicho estado, pese a la deficiencia de recursos, figura entre las 10 localidades con menor tasa de defunción por COVID-19 y de enfermedades crónicas (obesidad, hipertensión y diabetes).
Por otro lado, tres de los 10 estados con mayor tasa de recursos personales y materiales (Ciudad de México, Nuevo León y Baja California Sur) están entre las cinco entidades federativas con menor tasa de fallecimientos por cada mil contagios de COVID-19. Otros cinco estados de éste top 10 (Colima, Sonora, Yucatán, Tamaulipas y Coahuila) tienen una tasa de mortalidad por coronavirus inferior a la media nacional. Y el resto de las localidades con más recursos (Chihuahua y Jalisco) tiene una tasa de mortalidad por COVID-19 superior al promedio nacional, así como una de las 10 tasas de morbilidades más altas a nivel nacional.
De los 12 estados de la República que quedan y que no están entre las 20 localidades con más y con menos recursos personales y materiales a nivel nacional, cuatro (Sinaloa, Baja California, Nayarit y Guerrero) tienen unas de las 10 tasa más elevadas de mortalidad por coronavirus, así como tasas elevadas o medias de enfermedades crónicas. Otros seis (Zacatecas, Tabasco, San Luis Potosí, Guanajuato, Durango y Querétaro) tienen una tasa de mortalidad inferior a la media nacional, pero un índice medio de morbilidades con respecto al resto del país.
Además están los casos de Aguascalientes y Campeche, que tienen recursos personales y materiales por encima del promedio nacional, aunque el primero tiene una de las 10 tasas de mortandad por COVID-19 más bajas del país, así como una tasa de morbilidades por debajo de la media nacional, y el segundo una de las 10 tasas de mortalidad más altas, aunque con una de las 10 tasas de morbilidades más bajas.