Este 22 de diciembre se cumplen 19 años de la tragedia en Acteal, Chiapas, donde un total de 45 indígenas tsotsiles (19 mujeres, 8 hombres, 14 niñas, 4 niños y 4 nonatos) fueron asesinados. Marchas, caravanas, mítines y jornadas de solidaridad en aquel entonces no dejan de recordar lo que hoy vive México por la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas acompaña desde entonces a las víctimas y asevera que el caso «se encuentra en permanente impunidad». Las Abejas de Acteal siempre señalaron la responsabilidad del Estado mexicano. Por eso no creen en las instituciones nacionales y no se apuesta a que la PGR y procuraduría estatal puedan hacer justicia. Ya han presentado el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el año pasado estuvieron en audiencia pública en Washington para seguir señalando las violaciones a los derechos humanos.
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Por Al-Dabi Olvera
Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo/RT).– El asesinato de 45 indígenas tsotsiles (19 mujeres, 8 hombres, 14 niñas, 4 niños y 4 nonatos) de la organización pacifista Sociedad Civil Las Abejas de Acteal hace 19 años a manos de un comando armado marcó a la sociedad mexicana profundamente.
Marchas, caravanas, mítines, jornadas de solidaridad, visitas de múltiples personalidades (incluido el Nobel portugués de literatura José Saramago) a Acteal en aquel entonces no dejan de recordar lo que hoy vive México por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ubicada en el estado de Guerrero, hace poco más dos años.
Estas aseveraciones se desprenden de la siguiente entrevista que RT realizó a Jorge Hernández, de la coordinación del área de incidencia del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, fundado en 1989 por el entonces obispo de Chiapas, Samuel Ruiz. El ‘Frayba’ acompaña desde entonces a las víctimas y asevera que el caso «se encuentra en permanente impunidad».
RT: ¿Por qué se dio la masacre de Acteal hace 19 años?
Jorge Hernández (Frayba): La masacre de Acteal se dio en un contexto de guerra en Chiapas, en México, justo en la guerra de los años noventa después del levantamiento del EZLN y la implementación del Plan de Campaña Chiapas 1994, que es un plan militar elaborado por las fuerzas militares. Era un plan contrainsurgente y que la intención era meter paramilitares en zonas de influencia zapatista y en zonas donde había posibilidades de que el zapatismo se expandiera.
El municipio de Chenalhó, donde ocurrió la masacre, es altamente indígena, 95 por ciento, donde se vivía situación de pobreza y marginación. La organización Sociedad Civil Las Abejas ayudó a un proceso organizativo en la región, durante los años que siguieron al 94 fue un proceso de desplazamientos de varias comunidades en regiones de Chiapas, entre ellas Chenalhó, que se caracterizó por tener varios campamentos de desplazados. En ese entonces estaba el campamento Naranjos, como se le llamaba, y después se le llamó a Acteal, por su cercanía a esa comunidad, donde los integrantes de Las Abejas estaban refugiados en un ejercicio de no agresión y de paz y reconciliación. Ahí es donde fueron atacados.
Esto representó un mensaje fuerte, contundente, de parte de las fuerzas militares del Gobierno mexicano para poder dar un golpe al movimiento campesino indígena hacia un actor como Las Abejas, que si bien no comparten la lucha armada, sí comparten los ideales. Su intención era dar un mensaje claro, contundente, sangriento que generara miedo, temor y zozobra a las comunidades que estaban en este proceso de resistencia, y al mismo tiempo evidenciar la existencia de los grupos paramilitares vinculados al Ejército y a gobiernos estatales y municipales con la cobertura del Gobierno federal.
RT: ¿Cómo marcó Acteal a la sociedad mexicana de ese entonces?
JH (Frayba): Acteal marcó a la sociedad mexicana y evidenció así condiciones en que vivían los pueblos indígenas desplazados en el país y marcó un hito en cuanto al apoyo y movimiento de los grupos de resistencia. Marcó una lucha de solidaridad, una lucha de indignación como ahora lo marcó Ayotzinapa, un proceso de lo que se estaba viviendo en México, muy parecido a lo que ahora es Ayotzinapa. El movimiento de Acteal fue ese golpe fuerte a la sociedad mexicana, hacia gobiernos que usan la fuerza de las armas para querer silenciar a actores.
RT: ¿Cuál es la exigencia de las víctimas de Acteal hoy a 19 años?
JH (Frayba): Situaciones que tienen que ver con demandas actuales: justicia, paz, educación, pobreza, salud, con autonomía de los pueblos y la educación. En ese tiempo dejar de ver a los pueblos indígenas como pueblos de segunda y olvidados del resto de la sociedad, era un ya basta y aquí estamos, los pueblos originarios nos rebelamos: Por un lado fue el EZLN con la lucha armada, pero movimientos y la sociedad civil en solidaridad con Acteal.
RT: ¿Cómo podemos revisar Acteal casi a 20 años de lo ocurrido?
JH (Frayba): Acteal nos deja primero un ejemplo de lucha y de memoria contra la impunidad, nos deja a 19 años un ejemplo de resistencia, de trabajo colectivo, de búsqueda de la justicia por diferentes ámbitos, desde la justicia oficial al llevar el caso ante instancias internacionales como CIDH; pero nos deja también lo que significa la otra justicia: el no olvido, la memoria, el derecho a la verdad, a la no repetición y señalar día a día y mes con mes a responsables y perpetuadores materiales e intelectuales de esta masacre.
Deja un ejemplo de dignidad y de resistencia como pueblos tsotsiles que son, y eso se muestra cada 22 de mes; pero todos los años el 22 de diciembre las conmemoraciones de Acteal son un ejemplo de rebeldía y resistencia y de ver a los muertos como mártires de la paz. Un ejemplo de que l justicia no va a venir arriba, de los poderosos, y se construye día a día desde abajo, desde lo cotidiano.
RT: ¿Cómo es que la mayor parte de las personas encarceladas por el caso Acteal y el entonces secretario de gobernación de México, Emilio Chuayfett, incluso tengan hoy cargos públicos cuando han sido señalados constantemente como responsable de la masacre?
JH (Frayba): Es una responsabilidad de las autoridades de procuración de justicia que no realizaron las investigaciones adecuadas. Esas personas fueron señaladas como autores materiales de la masacre y vistas en el lugar de la masacre y reconocidas por los testigos. Por una cuestión de procedimiento, de no realizar bien su labor, la PGR (Procuraduría General de la República), es que logran ser libres, pero por un mero asunto administrativo es que logran esa libertad.
Las Abejas de Acteal siempre señalaron esta nueva violación a los derechos humanos y la responsabilidad del Estado mexicano. Por eso no creen en las instituciones nacionales y no se apuesta a que PGR y procuraduría estatal pueda realizar una justicia. Ya han presentado el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual ya admitió el caso y el año pasado estuvieron en audiencia pública en Washington para seguir señalando la continua impunidad y las violaciones a los derechos humanos, como víctimas y sus familiares.