Tianjin es la segunda ciudad de China que declara alerta roja por contaminación, después de que Pekín lo hiciera en dos ocasiones (una el 7 de diciembre y otra iniciada el pasado sábado 19 de diciembre, aún en vigor).
Pekín, 22 dic (EFE).- La ciudad de Tianjin, situada a unos 200 kilómetros de Pekín y considerada el principal puerto del norte de China, declaró hoy su primera alerta roja por contaminación atmosférica, que comenzará a la hora en la que la capital pequinesa tiene previsto finalizar la suya.
La alerta roja en Tianjin, que empezará a las 0:00 horas del miércoles (16:00 GMT del martes) y durará 30 horas, restringirá la circulación a la mitad de los turismos, según si el número de sus matrículas es par o impar, e interrumpirá las obras de construcción, así como las clases de primaria y secundaria.
Como en Pekín, se suspenderán grandes actos al aire libre si hubiera alguno organizado, y se sugerirá a instituciones públicas que flexibilicen los horarios de sus empleados.
También se reducirá la producción en fábricas con mayor emisión de contaminantes, y se realizarán tareas de limpieza de la polución en el centro de la ciudad.
Tianjin es la segunda ciudad de China que declara alerta roja por contaminación, después de que Pekín lo hiciera en dos ocasiones (una el 7 de diciembre y otra iniciada el pasado sábado 19 de diciembre, aún en vigor).
La segunda alerta roja en Pekín finaliza en principio a medianoche, cuando comienza la de Tianjin, si bien los niveles de smog en la capital han empeorado hoy con respecto a los de ayer.
Tianjin, como buena parte del norte de China, sufre altos índices de polución atmosférica con frecuencia, derivados de los humos emitidos por fábricas, centrales térmicas y automóviles, aunque este año también se dieron casos de contaminación química a consecuencia de un accidente industrial ocurrido el 12 de agosto.
Ese día, una cadena de explosiones afectó a un almacén del puerto donde se guardaban sustancias químicas peligrosas, lo que obligó a limpiar la zona de grandes cantidades de agua contaminada y desató el temor a que el accidente causara problemas medioambientales y de salud pública a largo plazo.