Los proyectos MoCoTI y Myorobotics permitirían producir robots de bajo costo con una tecnología capaz de reproducir músculos y estructuras neuronales.
Ciudad de México, 22 de octubre (TICBeat/SinEmbargo).- Hasta ahora, el sueño de producir de manera estable robots capaces de actuar y moverse como humanos parecía lejano a causa de limitaciones técnicas y económicas. Pero ahora, investigadores de los proyectos europeos de robótica MoCoTI y Myorobotics han dado el que podría ser el primer paso para producir robótica humanoide a bajo coste gracias a un nuevo robot (formado por un cerebelo artificial, un brazo robótico y tendones) que sería fácil y barato de replicar.
De este modo, estaríamos ante la perspectiva de una futura producción masiva de robots low-cost con software de control neuronal y hardware músculo-esquelético. “Esto es posible porque su diseño permite una producción en masa relativamente eficiente”, explica a Sinc Christoph Richter, profesor del departamento de Ingeniería Eléctrica Informática de la Universidad Técnica de Múnich y uno de los investigadores principales de MoCoTi.
La tecnología de Myorobotics ha permitido imitar los músculos y articulaciones del brazo humano, a través de 9 músculos formados por dispositivos mecatrónicos. Con respecto al cerebelo que controla el movimiento de este brazo, Richter afirma que su “estructura neuronal es relativamente simple y uniforme. Replicamos sus neuronas más importantes, su conectividad y, lo que es fundamental, su adaptación y aprendizaje en nuestra simulación en tiempo real”.
Que esa ‘relativa simplicidad’ no nos engañe: los investigadores eligieron como base de su dispositivo una plataforma de computación neuromórfica llamada SpiNNaker (desarrollada en la británica Universidad de Mánchester), que permite que un único chip maneje en tiempo real una red de 10 mil neuronas, permitiendo así conectarlas para simular redes neuronales a escala cerebral.
Según los investigadores, pueden incorporarse estructuras cerebrales de orden superior utilizando sensores de retina de silicio o cocleares. Androides de este tipo, con simulaciones cada vez más realistas, serán una herramienta muy útil para estudiar nuestro propio cerebro: “los robots pueden ayudar a avanzar a la neurociencia de la misma manera que la neurociencia nos ayuda a crear robots más naturales“.