La organización internacional World Animal Protection planteó que, en lo que corresponde a los gobiernos, estos «tienen un papel muy importante porque son quienes dictan las normas de un país y pueden garantizar el bienestar de estos animales». Por ello hizo un llamado a que realicen una revisión de los aspectos normativos para el transporte, estadía y sacrificio de los pollos, ya que es «fundamental para garantizar que no exista sufrimiento».
Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).– Alrededor de 60 mil millones de pollos son criados para el consumo humano cada año en el mundo y dos tercios de estas aves viven hacinadas en jaulas «inhóspitas», «sufriendo en secreto», denunció la organización internacional World Animal Protection (WAP).
«La producción masiva de pollos de engorda es una de las más grandes causas de sufrimiento animal en el mundo hoy día», aseguró la ONG a través de su página oficial.
En entrevista para SinEmbargo, José Ciocca, gerente del programa de Animales de Granja en WAP, denunció que los consumidores «están a oscuras» cuando se trata de conocer las condiciones en las que viven los animales que llegan hasta su plato. De hecho, una reciente encuesta realizada por la consultora TNS Global en Reino Unido, Suecia, Países Bajos, Dinamarca, Estados Unidos, Canadá, India, Brasil, Tailandia, Nueva Zelanda, Australia y China reveló que aunque a la gente le preocupa lo que come, muy poca sabe de dónde provino y las condiciones en las que las aves fueron criadas.
La encuesta aplicada a 12 mil consumidores en los 12 países mencionados arrojó que el 79 por ciento no sabía que un pollo vive, en promedio, 42 días; mientras el 81 por ciento aseguró que no comería esta ave en un restaurante de comida rápida si supiera que sufrió serios problemas de salud a causa del hacinamiento en una granja industrial; además, siete de cada diez dijeron nunca preguntar de dónde viene el animal que compran en dichos establecimientos.
Para que un pollo sea destinado al consumo humano debe pesar más de dos kilos y para alcanzarlos transcurren entre 42 y 45 días, mientras un animal criado bajo estándares de crianza «armónicos» vive poco más de ocho semanas, explicó el zootecnista especializado en producción animal, graduado de la Universidad Estatal Paulista Júlio de Mesquita Filho de Sao Paulo, Brasil.
Asimismo, señaló que los animales tienen poco acceso a la luz y al aire fresco; además de que la situación de hacinamiento en la que se encuentran les impide comportarse de forma natural, por lo que no pueden escarbar, picotear ni darse baños de polvo, por ejemplo.»Esto genera muchos problemas locomotores y de salud a los animales», destacó.
Aunado a ello, alertó, la forma en la que son criados puede afectar la salud de los consumidores, con enfermedades como la salmonelosis. «El bienestar animal está directamente relacionado con su calidad de vida y con su salud, lo que repercute en un producto de mejor calidad, por ello, la información sobre la crianza de los animales de consumo debe llegar de forma clara y correcta», puntualizó.
En lo que corresponde a los gobiernos, Ciocca aseguró que «tienen un papel muy importante porque son quienes dictan las normas de un país y pueden garantizar el bienestar de estos animales». Por ello, hizo un llamado a que realicen una revisión de los aspectos normativos para el transporte, estadía y sacrificio de los pollos, ya que es «fundamental para garantizar que no exista sufrimiento».
KFC DEBE MEJORAR EL BIENESTAR DE LOS POLLOS
Kentucky Fried Chicken (KFC), la franquicia de restaurantes de comida rápida presente en 115 países, recordó Ciocca, «tiene una participación muy grande en el mercado, hay muchos consumidores de sus pollos». Por ello exigió «utilice su influencia global para que demuestre la importancia del bienestar de los pollos».
WAP, a través de una petición que ha recabado más de 115 mil firmas, reta a KFC a adoptar altos estándares de bienestar, o sea, que las aves crezcan más despacio, con más espacio, ambientes enriquecidos, luz natural y mayores oportunidades para comportarse naturalmente.
El animalista comentó que KFC se jacta de contar con una política de bienestar animal que tiene como objetivo «trabajar solamente con proveedores que demuestren y se apeguen a prácticas de bienestar animal». No obstante, la cadena con 18 mil puntos de venta actualmente está listada en la penúltima posición del Business Benchmark on Farm Animal Welfare (BBFAW), un índice global que mide el desempeño de las compañías en el tema de bienestar animal.
«Los consumidores de esta compañía de fast food están demandando un mejor trato para los animales. Queremos que demuestren que realmente lo llevan a cabo en la práctica», exigió.
Mientras tanto, invitó a los consumidores a firmar dicha petición de nombre Cambia por los pollos para «ayudar a terminar con el sufrimiento de pollos criados industrialmente en todo el mundo».
Asimismo, pidió que la gente comience a preocuparse por saber de dónde viene el pollo que comen, cuáles son las formas de producción que emplean las granjas y cómo fueron criados los animales, con el fin de que adquieran hábitos para un consumo más responsable. «Además de la calidad de la carne, es importante pensar en las condiciones en que estos animales fueron criados», subrayó.
«La concientización de los consumidores es fundamental. Ellos deben exigir estándares máximos de bienestar animal para que los animales sean criados de forma ética y se respeten sus comportamientos naturales», concluyó.
