Activistas y grupos civiles en defensa de los derechos de los animales exigen que en la Constitución capitalina se incluyan las cincos libertades básicas del bienestar animal, que incluyen, se garantice a los animales no humanos estar libres de sed y desnutrición, de enfermedades, de incomodidades físicas, de miedo y la libertad para expresar sus conductas naturales.
Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- El proyecto de Constitución Política de la Ciudad de México «se quedó corto» en el tema de asegurar el bienestar animal, ya que únicamente contempla protección y deja vacíos que pueden dar paso al maltrato, la falta de esterilización, entre otros temas importantes, denunciaron activistas en la materia.
El pasado 15 de septiembre, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, entregó el proyecto de la Carta Magna capitalina realizado por 28 integrantes de la comisión redactora, encabezado por Porfirio Muñoz Ledo y fue recibido por Mauricio Farah Gebara, secretario de la Cámara de diputados.
En materia animal, el Artículo 14 de la Carta Magna, dentro del criterio de Ciudad solidaria, se busca incluir la protección a los animales, dividido en cuatro puntos que a continuación se citan:
1. Toda persona debe respetar la integridad de los animales como seres sintientes. Su protección es de responsabilidad común.
2. Las autoridades de la ciudad garantizarán su protección, bienestar, trato digno y respetuoso mediante la promoción de una cultura de cuidado y tenencia responsable. Asimismo realizarán las acciones para la atención de animales en abandono.
3. El maltrato, mutilación y abandono de los animales se sancionará de conformidad con las leyes y reglamentos.
4. Las leyes establecerán las medidas necesarias para atender riesgos sanitarios y generar los protocolos que impidan el maltrato a los animales.
Al respecto, Claudia Edwards, directora de Proyectos en México de la organización Humane Society International; Sandra Segovia, fundadora y presidenta de la organización Todos Somos Animales y Nydia Cervera, la ciudadana que colgó la petición «Proyecto de Constitución CdMx no considera a animales no humanos como sujetos de derechos» que ha logrado reunir más de 54 mil 650 firmantes en la plataforma Change, coincidieron en que el proyecto de la Carta Magna capitalina «se quedó corto» para garantizar el respeto al derecho animal.
Edwards subrayó la importancia de ofrecer claridad en los conceptos, ya que algunos como «integridad» y mutilación» podrían prestarse a confusión y, por ejemplo, podrían motivar a que las personas dejen de esterilizar a sus mascotas. Asimismo, propuso cambiar la palabra «tenencia» por «tutoría», pues de alguna manera contradice al primer punto que se refiere a los animales como «seres sintientes».
«Me preocupa que se presta a interpretación al no haber definiciones y lejos de ayudar a los animales, me parece que podría llegar a ser un problema», dijo la también médico veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en comportamiento canino y felino.
De igual manera propuso incluir las palabras «omisión» y «negligencia», ya que –explicó– hay personas que lastiman a los animales y no les procuran bienestar, a veces, no deliberadamente, sino porque no les brindan atención médica cuando se enferman, no los vacunan, no les proporcionan un techo, etcétera.
Por ello, hizo un llamado a los Constituyentes para que incluyan las cinco libertades básicas del bienestar animal: libres de sed y desnutrición, de enfermedades, de incomodidades físicas, de miedo y libres para expresar sus conductas naturales, que hasta el momento, de acuerdo con los activistas, no están siendo contempladas en su totalidad.
LO QUE LA ACTUAL LEY CONTEMPLA
En la Ciudad de México [entonces Distrito Federal] está vigente la Ley de Protección a los Animales que fue publicada en la Gaceta Oficial capitalina en febrero de 2002. A la legislación se le hicieron una serie de reformas en abril del año pasado que buscaban mejor la calidad de vida de los animales que habitan en la capital del país, especialmente aquellos considerados como de compañía. Le Ley también endureció las multas y penas derivadas del maltrato animal.
En esa Ley tiene como objetivo proteger a los animales, garantizar su bienestar, atención, buen trato, manutención, alojamiento, serrallo natural, salud y evitarles el maltrato, la crueldad, el sufrimiento, la zoofilia y deformación de sus características físicas.
Y especifica que los animales “objeto de tutela y protección” son aquellos que no constituyan plaga y que se encuentren de forma permanente o transitoria dentro del territorio del entonces Distrito Federal. Ahí se incluyen los animales domésticos, los abandonados, los ferales, los deportivos, los adiestrados, los que sirven de guía, los utilizados en espectáculos, para exhibición, para monta, carga y tiro, así como los usados para abasto, medicina tradicional e investigación científica, los de seguridad y guarda, animaloterapía, silvestres y los que se encuentran en acuarios y delfinarios.
La Ley contempla amonestaciones, multas e incluso arrestos, y entró en vigor el 1 de enero de esta año. La legislación prohíbe y prevé sanciones por dejar a los animales en azoteas y zotehuelas sin contar con las condiciones de seguridad y sanidad necesarias y que éstos permanezcan al interior de autos estacionados cerrados. También prevé multas para quienes abandonen a animales en vías o lugares públicos.
Prohíbe las peleas de gallos y perros; la venta la compra-venta de especies en la vía pública y otros lugares públicos como tianguis, mercados fijos y ambulantes; así como deja prohibida la venta a menores de edad.
Prohíbe también que se regalen animales vivos en capañas políticas, sorteos, concursos, juegos y otras actividades similares; además de que especies sean utilizadas en prácticas de disección con fines didácticos.
En tanto, la Ley vigente castiga con hasta 36 horas de arresto a quien provoque lesiones o la muerte, prolongue la agonía y provoque sufrimiento a un animal.
LAS DENUNCIAS
El 20 de marzo se habilitó la Línea Ciudadana (5533.5533) para que los ciudadanos denunciaran casos de abuso animal en la Ciudad de México. Entre esa fecha y el 19 de julio de este año se recibieron poco más de 12 mil 400 llamadas, es decir, unos 15 reportes diarios en promedio.
De todas esas llamadas 46 por ciento (casi seis mil) fueron denuncias de maltro a animales de compañía.
Más de la mitad de los casos (54 por ciento del total, casi 7 mil casos) estuvieron relacionados con el abandono de animales de compañía en la vía pública.
Del total de las denuncias, 90 por ciento involucraron a animales de compañía y de ellos, 95 por ciento correspondieron a perros.
Entre el 1 de febrero de 2015 y el 29 de febrero de 2016, la Fiscalía Desconcentrada en Investigación de Delitos Ambientales y en Materia de Protección Urbana de la Procuraduría Capitalina abrió 157 averiguaciones previas por maltrato y crueldad animal. De todas ellas sólo se ejerció acción penal en 20 casos.
EL CAMINO QUE FALTA
En los próximos días, Claudia Edwards, a nombre de HSI y otras organizaciones no gubernamentales, entregará a los constituyentes una propuesta en la que se plantea que la Constitución capitalina establezca que los animales no humanos son sujetos de consideraciones jurídicas que protejan y garanticen su bienestar.
La activista señaló que se prevé que se considere que estos animales, en tanto que son seres sintientes, no deben ser sujetos de dolor ni sufrimiento; que la protección de dichas consideraciones jurídicas es de responsabilidad común.; y que estas consideraciones jurídicas contemplan el trato digno y respetuoso; y que lo anterior se garantizará mediante la promoción de una cultura de cuidado y tutela responsable, así como de disposiciones que emanen de las leyes secundarias que regulen a esta comunidad.
«La autoridad de la Ciudad de México está obligada a garantizar los mecanismos necesarios para tutelar el bienestar y la protección animal, desde el nacimiento hasta su muerte, estableciendo las medidas pertinentes para atender su salud y enfatizando que ningún animal puede ser sujeto de malos tratos, negligencia, crueldad o zoofilia, incluyendo a aquellos en situación de calle, so pena de ser sancionado de conformidad con las leyes y reglamentos vigentes y las que emanen de esta constitución. Para efectos de esta constitución se entiende por bienestar animal la condición física y mental del animal en relación a la capacidad para afrontar los cambios en su entorno, generalmente impuestos por el ser humano. El bienestar animal es positivo cuando el animal está sano, cómodo, bien alimentado, bien nutrido, seguro, bajo protección y cuando puede expresar pautas de comportamiento propias de su especie», detalla la propuesta emanada de la sociedad civil.
EXIGEN SEAN RECONOCIDOS COMO «SUJETOS»
Por su parte, las activista Sandra Segovia y Nydia Cervera aseguraron que el único camino para lograr el bienestar de los animales en la capital, es reconocerlos como sujetos de derecho. La fundadora de Todos Somos Animales calificó como «erróneo» mencionar «protección» a los animales y no «derechos».
«Este proyecto no resuelve la problemática central que se tiene en materia de animales en este momento. Buscamos que la Constitución reconozca que los animales son sujetos de derecho. No resolvemos mucho si no los reconocemos como tal, en realidad no avanzamos casi nada», puntualizó.
Aunque Cervera reconoció que el documento es un avance, exigió el «reconocimiento absoluto de que son seres vivos, de que son seres sintientes y que necesitan ser objetos de derecho» y que se incluyan a los animales en su totalidad, los de granja, laboratorio, de zoológicos, etcétera «para que tengan una vida digna».
«Sí hay un avance, pero [los constituyentes] se quedaron cortos. Hoy por hoy [los animales] siguen siendo objetos, siguen siendo cosas. Exigimos que haya una protección a los derechos de los animales no humanos en la Constitución», añadió.
Finalmente, Segovia criticó que el proyecto fue escrito «a la ligera» y sin conocimiento en materia. «No sé si las personas que lo escribieron tengan poca información sobre la problemática animal, pero no veo mano de expertos juristas», razón por la que invitó a los constituyentes a acercarse con especialistas en temas jurídicos y a las organizaciones animalistas.