Científicos descubren que microorganismos viajan en polvo de la costa hasta el desierto de Atacama

22/08/2019 - 9:30 pm

El informe en el que han colaborado expertos españoles, chilenos, suecos y estadounidenses, recurre a la conocida similitud entre ese desierto y Marte para sugerir que si en el planeta rojo hay o hubo vida microbiana podría viajar de un lado a otro de la misma manera.

Atacama, en el norte de Chile, no solo es el desierto más antiguo y árido del planeta, sino la zona de la Tierra con mayor radiación de rayos UV, lo que le convierte en un ambiente especialmente hostil para la vida.

Madrid, 22 ago (EFE).- El viento lleva al desierto chileno de Atacama vida en forma de microorganismos, que viajan en partículas de polvo desde la costa y las montañas hasta el centro del lugar más árido de la Tierra, según un informe que publica este jueves Scientific Reports.

El informe en el que han colaborado expertos españoles, chilenos, suecos y estadounidenses, recurre a la conocida similitud entre ese desierto y Marte para sugerir que si en el planeta rojo hay o hubo vida microbiana podría viajar de un lado a otro de la misma manera.

Atacama, en el norte de Chile, no solo es el desierto más antiguo y árido del planeta, sino la zona de la Tierra con mayor radiación de rayos UV, lo que le convierte en un ambiente especialmente hostil para la vida.

Sin embargo, el estudio apunta que un «número viable» de bacterias y hongos es capaz atravesar de manera eficiente el valle central, que es la zona más seca de Atacama, gracias al viento, en especial a últimas horas de la tarde.

El primer firmante del texto, Armando Azúa-Bustos, del español Centro de Astrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dijo a Efe que no sabían si iban a encontrar vida en el polvo que viajaba por el viento, si podría sobrevivir al proceso o si serían capaces de detectarla y extraer ADN.

«Pero lo que encontramos -señaló- fue una variedad de microorganismos», en concreto 23 especies de bacterias y ocho de hongos, recogidas en tres zonas de Atacama.

Azúa-Bustos, nacido y crecido en ese desierto del norte de Chile, indicó que allí los vientos son típicos, en especial por la tarde y que pueden llegar a los 50 kilómetros por hora dependiendo de los momentos del año.

Para el estudio, se colocaron en tres zonas sobre la superficie del desierto placas de petri -los pequeños discos de cristal que se usan en los laboratorios para cultivos- algunas con distintos medios de cultivo y otras vacías a la espera de que en ellas se depositaran microorganismos.

Los expertos identificaron en las muestras recogidas especies como el Oceanobacillus oncorhynchi, de origen oceánico, y el Bacillus simplex, que tiene su origen en las plantas, indicó Azúa-Bustos.

Estas observaciones apuntan, según el experto, a que esos microorganismos pueden llegar al centro yermo de Atacama, a través del viento, desde el océano Pacífico y las zonas más altas de la cordillera de la costa próxima al desierto.

Un proceso de transporte aéreo que puede tardar de cinco a diez horas, dependiendo de la estación del año.

De los diferentes ejemplares recolectados, solo tres especies se encontraron en todas las zonas, lo que sugiere que «existen diferentes ecosistemas aéreos en diferentes partes del desierto.

Esa vida microbiana llega al corazón árido del desierto «principalmente durante la tarde», cuando las condiciones son más favorables para que los pequeños microorganismos sobrevivan al transporte, y luego -agrega el texto- sigue dispersándose durante la mañana.

Además, los expertos observaron que las muestras recolectadas por la mañana tendían a proceder de lugares cercanos, mientras que las de la tarde eran llevadas por el viento desde lugares lejanos.

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