Los periodistas en Veracruz están completamente indefensos. No existen organizaciones locales defensa de periodistas, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas local no mueve un dedo y ni qué decir de la Fiscalía de justicia. Por eso muchos tienen temor, incluso para opinar sobre la violencia desatada en contra del gremio desde la llegada de Javier Duarte de Ochoa a la Gubernatura. Y nada, ni la presión social ni las acusaciones que se vierten a cubetadas contra su Gobierno logran que el mandatario priista haga algo para impedir el acoso, las amenazas y los asesinatos contra comunicadores en la entidad, reconocida a nivel mundial por ser la más peligrosa para ejercer el periodismo en todo América.
Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo).– En Veracruz, los periodistas están solos. Ellos se protegen entre sí, se aguantan el miedo y siguen trabajando día con día sin que nadie pueda parar los asesinatos y las amenazas. Aún así, la pasión por la profesión supera al temor, pero no al enojo y al clima de repudio de un gremio agraviado.
Así describió a la comunidad periodística veracruzana el fotógrafo Miguel Ángel Carmona en entrevista con SinEmbargo mientras se dirigía a cubrir el velorio de su colega Pedro Tamayo Rosas, un compañero que apenas hace un día estaba entre los vivos reporteando en un lugar del cual escapó por amenazas y al que, por un motivo que aún se desconoce, regresó.
«Aquí andamos, sacudidos por esto. Hay mucho enojo de parte del gremio en general contra la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas [CEAPP] que dirige Jorge Morales, porque de manera general está atada de manos, no puede hacer nada por los compañeros. Tiene un presupuesto asignado y siguen muriendo compañeros. Más allá de la consternación sabemos que la Comisión no es la responsable de estas muertes, pero el compañero [Pedro Tamayo] ya había recibido amenazas», dijo.
A principios de este año, el periodista Pedro Tamayo Rosas escapó de Veracruz. Dijo que lo amenazaban policías. Ahora está muerto. Pedro Tamayo Rosas, de 43 años de edad y periodista que cubría la región de Tierra Blanca fue asesinado a balazos, después de que denunciara amenazas del Gobernador Javier Duarte de Ochoa y de su cuerpo policiaco.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE), el periodista fue acribillado afuera de su domicilio ubicado en la calle 5 de Mayo, entre Morelos y Matamoros, en la colonia Centro de Tierra Blanca.
Las primeras entrevistas establecen que habrían sido dos los agresores, quienes se acercaron a saludar a Tamayo Rosas en una negociación de su propiedad, agrediéndolo con disparos de arma corta, por lo que fue trasladado al Centro Médico Regional, donde perdió la vida mientras recibía atención, detalló la dependencia en un comunicado.
La FGE informó que sus peritos especializados recolectaron varios casquillos percutidos calibre 9 milímetros, y que los agresores huyeron en un auto, del que “se pudieron conocer las características”.
La dependencia veracruzana señaló que se estableció un operativo para dar con los responsables. Además de que se abrió de investigación 217/2016, en la que no se descartará “ninguna línea de investigación, incluido el trabajo periodístico”.
Tamayo Rosas huyó del estado después de que recibiera amenazas de “policías disfrazados de trabajadores de Telmex”. Su esposa Alicia Blanco denunció que fue visitada por policías en su domicilio.
“Le intervinieron el teléfono y posteriormente le dijeron textualmente que le dijera a su marido que ‘le bajara de huevos y que dejara de estar chingando al Fiscal y al Gobernador’”, esta cita fue publicada por El Piñero de la Cuenca, uno de los diarios en los que trabajaba.
Pero regresó a Tierra Blanca hace unos días para ser asesinado a balazos. Una decisión que el gremio periodístico aún no se explica, indicó Miguel Carmona.
«Es un misterio el porqué regresó. Se sabe de parte de Jorge Morales que desistió del apoyo y regresó al mismo ambiente sórdido que ocurre en Tierra Blanca. Como asunto medular, esto es puntual, tiene mucha relación con el caso de los cinco chicos de Tierra Blanca. Pedro se exilia el 25 de enero, pero empieza a darle seguimiento al caso. Llega la Policía Federal, resguardan el lugar, una vez que terminan vuelve el reino, el dominio de la zona de los criminales en los alrededores», dijo.
Carlos Hermilo Orozco, tío de dos de los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca, lamentó el asesinato de Pedro Tamayo, reportero que conoció en medio de la desaparición de sus sobrinos.
«Lo conocíamos, sí [a Tamayo]. Mi sentir es que de verdad no se va a poder con la corrupción. Mientras esté aquí el mismo Gobierno [el de Javier Duarte de Ochoa] siguen la violencia, los desaparecidos, los asesinatos, todo sigue igual», dijo Orozco.
En Tierra Blanca, agregó, todos los días ocurren hechos violentos: «pero la gente ya se acostumbró a vivir así. Los que pueden, intentan no pasar por ahí, pero hay quien tiene sus trabajos ahí o que tiene que pasar».
Miguel Carmona detalló que en toda la entidad hay focos rojos para los periodistas. Los asesinados, ya 17, laboraban en distintas regiones de Veracruz. Aún así, los periodistas no paran: continúan trabajando, así sea en total vulnerabilidad.
«Es una moneda al aire en seguridad. La necesidad que abunda en el estado, la pasión por el periodismo hacen que salgan. Hay mucha consternación y enojo, pero la labor del periodista está por encima del miedo, aun sin garantías», dijo.
Pedro Tamayo no es el único reportero que salió huyendo de Veracruz.
El año pasado el fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril– asesinado en la colonia Narvarte de la Ciudad de México, junto con cuatro mujeres –dijo en entrevista con SinEmbargo que salió huyendo de Veracruz, porque era acosado por el gobierno de Javier Duarte, debido a que publicaba fotos incómodas para el Gobernador y porque cubría marchas y movimientos sociales.
En una de esas coberturas andaba –una manifestación de estudiantes que fue reprimida y que a él le tocó registrar a través de su lente–, cuando un hombre, al que Rubén identificó como una persona de “ayudantía del Gobierno del Estado”, lo amenazó con que terminaría como la periodista Regina Martínez Perez de la revista Proceso, y quien fue asesinada el 28 de abril de 2012 en su domicilio de Xalapa, Veracruz.
“Le di la cobertura y cuando tomo la foto de que estaban deteniendo a los estudiantes, me toma del cuello una persona de ayudantía del Gobierno del estado y me dijo: ‘Deja de tomar fotos si no quieres terminar como Regina’. Eso me lo dijo una persona de gobierno. Son policías vestidos de civil. La persona que orquestó el operativo de esos estudiantes está en la Secretaría de Seguridad Pública”, aseguró.
Espinosa Becerril aseguró que no confiaba en los mecanismos de protección del gobierno y que prefería acercarse a los organizaciones de defensa de periodistas:
“He hablado con Artículo19, con CPJ, con los medios con los que colaboro: con Proceso y Cuartoscuro, con AVC, ellos están conscientes. Estoy buscando a Periodistas de a Pie, porque en Veracruz no hay esa garantía. La Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas no sirve de nada. El día de la golpiza del 14 de septiembre a un compañero le dieron con toletes eléctricos en el corazón y la misma Comisión le dijo: ‘Mejor recibe dinero, no hagas escándalo, ya te pasó, ya te robaron’. He venido acá [a la Ciudad de México] y me preguntan si ya me acerqué a la Comisión. No tienen idea de la corrupción que hay en esa Comisión. Yo no confío en ninguna institución del estado, no confío en el Gobierno, temo por mis compañeros, temo por mí. No es nada más Rubén, es familia, amigos, yo no quiero perjudicar a nadie más con eso”, dijo un mes antes de ser asesinado.
El miércoles, el Subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Roberto Campa Cifrián, acudió al estado a una reunión con autoridades locales y resaltó que Veracruz es el es la entidad que más periodistas y defensores de derechos humanos tiene inscritos en el Mecanismo de Protección federal, al atender a 56 personas.
ORGANIZACIONES CIVILES CONDENAN CRIMEN
Perseo Quiroz Rendón, director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) México, hizo un llamado al esclarecimiento del crimen de reportero Pedro Tamayo:
«Que haya una investigación inmediata, imparcial, exhaustiva donde se esclarezcan estos hechos. Nos parece preocupante que sea el tercer asesinato en el año de un periodista en Veracruz y que los otros asesinatos no hayan sido esclarecidos totalmente. Nos preocupa que estos delitos queden impunes, porque es un incentivo y fomenta a que sigan ocurriendo estos actos», dijo.
Quiroz Rendón expuso que el crimen de Pedro se da en un contexto en donde los mecanismos institucionales para proteger a los periodistas en la entidad no funcionan.
«Además del esclarecimiento de todos estos asesinatos, se deben de tomar medidas preventivas para evitar este tipo de situaciones», precisó el director de AI en el país.
La organización Artículo 19 también condenó el asesinato del periodista Pedro Tamayo, quien fue acribillado la noche del miércoles en su domicilio en Tierra Blanca, mientras estaba bajó la protección del Gobierno estatal. Calificó a Veracruz como un Estado fallido y peligroso donde no sólo se restringe la libertad de expresión, también existe una política estatal para limitarla. El gremio periodístico local, por su parte, acusó al Gobernador Javier Duarte de ser cómplice de la ola de agresiones en contra de los comunicadores de la entidad.
En entrevista para SinEmbargo, Ana Ruelas, directora de Artículo 19 para México y América Latina dijo que la realidad que se vive en Veracruz muestra a una entidad donde no hay Estado de derecho y existe la impunidad.
“Hemos visto [Artículo 19] una impunidad, hay 17 asesinatos de periodistas en la gestión de Duarte y hay casos donde todavía no se consignan a los culpables. Hay mucho que desear sobre las investigaciones”, destacó Ruelas.
Artículo 19 mostró su preocupación porque no existen líneas de colaboración con el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa para dar seguridad a los periodistas.
“Hay una falta de Estado de Derecho, es una política dirigida a restringir los flujos de información, esperamos que en el próximo Gobierno haya una política que garantice que estos casos no vuelvan a pasar”, expuso.
La directora de Artículo 19 detalló que uno de los grandes problemas en Veracruz es la impunidad con la que las autoridades manejan los casos de los asesinados, desestimando la labor periodística de las víctimas.
“La impunidad que impera desestima la labor periodística de las personas, al final el discurso del Gobierno es tratar de justificar las muertes o la violencia”, mencionó.
Artículo 19 solicitó a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) atraer el caso de Pedro Tamayo.
“Que atraiga el caso [FEADLE]. Se deben agotar todas las líneas de investigación”, exigió.
El diario El Piñero de la Cuenca, uno de los periódicos donde colaboraba el periodista, exigió ayer al Gobierno de Veracruz justicia para Tamayo.
“El equipo que integra a El Piñero de la Cuenca -que dignamente dirige su director general Roberto Hernández Torres- se manifiesta en firme protesta ante el asesinato del compañero reportero Pedro Tamayo Rosas”, expuso el diario en su editorial de este jueves.
Los compañeros de Pedro Tamayo señalaron que su asesinato representa un condenable ataque al periodismo y a quienes hacen su labor desde una geografía asolada por el crimen organizado y olvidada por las autoridades como los es la región de la Cuenca del Papaloapan.
Pedro Tamayo documentaba sucesos de violencia y protestas sociales en su natal Tierra Blanca; pero también lo hacía en donde su inquietud periodística le permitía, como en la Cuenca del Papaloapan.
Los compañeros de Pedro Tamayo señalaron que su asesinato representa un condenable ataque al periodismo y a quienes hacen su labor desde una geografía asolada por el crimen organizado y olvidada por las autoridades como los es la región de la Cuenca del Papaloapan.
Pedro Tamayo documentaba sucesos de violencia y protestas sociales en su natal Tierra Blanca; pero también lo hacía en donde su inquietud periodística le permitía como en la Cuenca del Papaloapan.
El quehacer reporteril de Pedro en Tierra Blanca era complicado, pues en muchas ocasiones había sido intimidado por las fuerzas del poder oficial porque sus publicaciones –la mayoría de violencia– “incomodaban”.
“Era un reportero incómodo. Era un reportero que tenía la premisa de informar las situaciones de riesgo, las complicaciones de una región históricamente violenta. Era un reportero que marcó una vida al lado de una cámara y al son del teclado. Era un reportero. Y fue un reportero que murió teniendo el blindaje del estado”, mencionó El Piñero de la Cuenca.
En 2015 y el primer trimestre de 2016, el Veracruz de Duarte se convirtió en la de mayor número de agresiones contra la prensa en el país, de acuerdo con la organización Artículo 19. En abril de 2013, se recuerda, el Gobernador priista recibió un reconocimiento de la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos por “los esfuerzos que ha hecho Veracruz para garantizar el pleno ejercicio de la libertad de expresión”.
En junio del año pasado, en un encuentro con medios de comunicación de Poza Rica, el priista soltó la frase: “Pórtense bien […] Todos sabemos quiénes de alguna u otra manera tienen vinculación con estos grupos [criminales]”.
Moisés Sánchez, de La Unión; Armando Saldaña, de Exa FM; Juan Mendoza, de Escribiendo la Verdad, y Rubén Espinosa, de Cuartoscuro, eran periodistas de Veracruz, pero fueron asesinados en otras entidades como Oaxaca y la Ciudad de México.
En lo que va del año, Anabel Flores Salazar, de El Sol de Orizaba, y Manuel Torres González, de Poza Rica, también fueron ejecutados.
El caso mas reciente había sido el de Manuel Torres, asesinado el 14 de mayo pasado de un disparo en la cabeza, en Poza Rica. Su cadáver quedó tirado frente a las instalaciones de las oficinas de Tránsito del estado, en la avenida Dos de Enero.
La entidad que aún gobierna Duarte de Ochoa es el espacio geográfico del continente y del país más peligroso para ejercer el periodismo, ha dicho Artículo 19. Durante su administración 17 periodistas han sido asesinados y de 2009 a 2015 se tienen registradas 240 tipos de agresiones en contra de medios y comunicadores en Veracruz.