“No hay límites”, dice Rock DI, la banda de rock de mexicanos con capacidades diferentes

22/06/2019 - 10:36 pm

Hace un año que empezaron a reunirse como grupo musical y ya han llegado a tocar fuera de su lugar de origen, San Juan del Río, en el céntrico estado de Querétaro, en escenarios como el Centro Cultural de España en México (CCEMX), donde ofrecieron un concierto el pasado 15 de junio en el marco de la Feria de Música Independiente.

Por Inés Amarelo

México, 22 de junio (EFE).- Los nueve jóvenes que forman la banda Rock DI, algunos de ellos con discapacidad intelectual, tienen en común el pensamiento de que este tipo de condiciones no son un limitante en el arte, sino «una puerta a cosas maravillosas», explicó a Efe una de las vocalistas, Patricia.

«Nuestros sueños son demostrar que la discapacidad no es algo de pena; nos enorgullecemos de que podemos hacer cosas y de que no hay límites para nosotros», detalló la joven cantante, quien mostró gran compromiso con sus compañeros, la mayoría con alguna condición como autismo o síndrome de Down.

Hace un año que empezaron a reunirse como grupo musical y ya han llegado a tocar fuera de su lugar de origen, San Juan del Río, en el céntrico estado de Querétaro, en escenarios como el Centro Cultural de España en México (CCEMX), donde ofrecieron un concierto el pasado 15 de junio en el marco de la Feria de Música Independiente.

Foto Efe

Andrés Otokani Álvarez es el presidente de la asociación civil «Armonía con Sol», a partir de la cual se formó esta banda que ya publicó su primer EP, «Despertar», que incluye tres temas que ellos mismos compusieron entre todos.

Para crear música, habitualmente alguno de ellos tiene una idea, a la que después entre todos le dan forma.

«La teclista, Alejandra, escribió una vez en un pizarrón ‘No importa que tenga discapacidad’, y nuestro profesor lo vio y pensó que había que hacer una canción», explicó Diego, uno de los guitarristas.

Diego también detalló que desde el inicio el objetivo es que cada quien haga lo que le gusta y se vaya acomodando en forma de música: «Les brindamos las herramientas para que puedan expresarse (…) y que se refleje la perspectiva de la vida de personas con discapacidad».

Otokani es ahora un miembro más de la banda, ya que toca el bajo eléctrico con ellos, pero también es el profesor de estos chicos, de los cuales algunos no sabían tocar ningún instrumento antes de Rock DI.

Verlos sobre el escenario, nerviosos pero con aplomo, es la clara demostración de la unión que hay entre todos ellos, alrededor de la figura central del profesor, para que cada tema salga bien en directo.

«Es muy bonito; me llena de alegría ver los resultados pero es difícil tocar, escuchar, decir, hacer (…). Un amigo me decía que la diferencia es que músicos sin discapacidad siempre estamos esperando ese gran concierto y no disfrutamos proceso», expuso Atokani.

En cambio, los miembros de la banda «valoran el primer concierto y es el concierto de sus sueños, ponen amor en lo que hacen de una manera muy noble y muy sincera», añadió.

El maestro decidió crear un grupo buscando alternativas para personas con discapacidad, pues en San Juan del Río no hay mucho apoyo a la inclusión, y el rock le pareció el mejor camino.

«Lo que buscábamos era romper el paradigma, mostrar mediante la música lo que son ellos, y qué mejor manera que a través de algo disruptivo como es el rock», expuso el profesor.

La mayoría de ellos disfrutan simplemente de estar juntos y de hacer música, algo para lo que a veces los Gobiernos no ponen los esfuerzos suficientes.

En este caso, llegar a tocar en el espacio «increíble e impresionante» del CCEMX, según lo describe Otokani, hace que los sueños del grupo, «que antes ya eran grandes, ahora (son) mucho más».

Consideró asimismo que el Centro Cultural es el reflejo de lo que hace el Gobierno de España en materia de inclusión y consideró que en el país europeo se hace un buen trabajo en relación a este tema.

«Falta trabajo en México pero estos pasos son importantes porque se visualiza la discapacidad desde perspectivas diferentes. Más espacios deberían tener perspectiva inclusiva, pero cada vez va a ser mas común. Esto empieza a ser parte natural de la vida», concluyó.

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