Al escritor nunca terminó de convencerle la adaptación a la gran pantalla, a pesar de que el perfeccionismo de Kubrik alargó el rodaje durante un año y de la entregada interpretación de Jack Nicholson como Jack Torrance, cuya escena rompiendo una puerta con un hacha es una de las más celebradas del cine.
Los Ángeles (EU), 22 de mayo (EFE).– Cuando Stanley Kubrick estrenó The Shining hace 40 años encontró una tibia respuesta del público y de la crítica, que no supo anticipar la película que estableció a Stephen King como escritor de la gran pantalla y que a día de hoy continúa inundando de referencias al séptimo arte.
El estatus de culto que tiene el único filme de terror de Kubrik tardó en llegar, pues las reacciones inmediatas a su estreno en Estados Unidos, el 23 de mayo de 1980, veían en la obra un exceso de formalismo y obsesión por los detalles que alejaban al espectador de la siniestra historia.
King, el autor de la novela en la que se basa la cinta, resumió perfectamente la sensación general: «Es como un enorme y precioso Cadillac sin motor adentro».
Al escritor nunca terminó de convencerle la adaptación a la gran pantalla, a pesar de que el perfeccionismo de Kubrik alargó el rodaje durante un año y de la entregada interpretación de Jack Nicholson como Jack Torrance, cuya escena rompiendo una puerta con un hacha es una de las más celebradas del cine.
LA PELÍCULA NUNCA CONVENCIÓ A KING
De poco ha servido que con el tiempo las imágenes de The Shining se hayan repetido hasta la saciedad y replicado en decenas de películas y series de televisión: Décadas después, en 2016, un periodista preguntó a King por el filme de Kubrik y su opinión no cambió.
«Siento lo mismo porque el personaje de Jack Torrance no tiene recorrido en esa película. Absolutamente ninguno», respondió.
A King no le gustó la elección de Nicholson desde el principio y tampoco el papel que el director diseñó para él, demasiado esquizofrénico y loco.
«Cuando ves por primera vez a Jack Nicholson ya sabes que está loco como una rata de mierda, solo se vuelve más loco», explicó el escritor, quien concibió a su protagonista como un hombre que lucha por mantener la cordura entre problemas de alcoholismo y sus fantasmas (internos y externos).
KUBRIK INNOVÓ EN LA TÉCNICA
Sin embargo, Kubrick decidió retratar una transición a la locura mucho más explosiva y efectista, utilizando todos los recursos al alcance del lenguaje del cine.
Por ejemplo, The Shining fue de las primeras películas en utilizar la Steadicam, que incluso mejoró para regalar esas irrepetibles escenas laberínticas recorriendo los pasillos del hotel a bordo del triciclo de un jovencísimo Danny Lloyd.
La impagable escena de las siniestras gemelas se grabó con este recurso.
No era la primera vez que el cineasta adoptaba innovaciones, pues sentó muchas de las bases de Star Wars en 2001: A Space Odyssey e incluso desarrolló el «product placement» al colaborar con los departamentos de innovación de IBM y Vogue para diseñar tecnologías y ropas del futuro.
UNA DE LAS CINTAS MÁS IMITADAS EN EL CINE Y LA TELEVISIÓN
Kubrik consiguió diseñar tantos golpes de efecto en The Shining, que a día de hoy sigue sirviendo de referencia a cineastas e incluso se cuelan en dibujos animados.
En Toy Story, cuando Woody y Buzz llegan a la casa del niño que tortura juguetes, la alfombra que pisan es exactamente la misma que la del Hotel Overlook donde aparecen las gemelas.
También el numero de la infame habitación donde sucede la acción de The Shining, el 237, se repite varias veces en matrículas, cámaras de seguridad y otros detalles de Toy Story 3.
Hasta la simpática Coco cuela un retrato de las gemelas -en versión esquelética- dentro del decorado para la fiesta del Día de los Muertos que dibuja el supuesto espíritu de Frida Kahlo.
Asimismo, en The Simpsons han calcado escenas en varios episodios, incluida la imagen inicial que recorre con cámara aérea el paisaje del monte Hood, Oregón.
SU SECUELA SE ESTRENÓ EN 2019
Aunque pasó muy desapercibida, en 2019 se estrenó en cines la esperada continuación con el título de Doctor Sleep.
Pero quedó eclipsada por el éxito de la franquicia IT y fue considerada un fracaso que desanimó a los estudios de preparar una rumoreada secuela o precuela, aunque el director que puso fin a Star Wars, J.J. Abrams, ya prepara una serie de televisión inspirada en el terrorífico hotel que Kubrik inmortalizó en el cine.