El turismo aportó en el último año el 8.7 por ciento del PIB nacional. La Fase 3 de emergencia sanitaria por COVID-19 ya fue declarada y este sector productivo sumará pérdidas económicas. De acuerdo con el presidente de la Asociación de Secretarios de Turismo de México, la caída será de entre 2.5 y 9.8 por ciento del PIB turístico.
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).- El turismo está cerrado, pero cuando resurja, no será el mismo porque el mundo va a cambiar después de la pandemia de coronavirus. La gente no viajará como lo hacía y habrán distintas formas de interacción a las que el sector tendrá que irse acoplando. Y en lo que la recuperación llega, lo más importante será preservar empleos y evitar que las empresas lleguen a la quiebra, dijo en entrevista Luis Humberto Araiza López, presidente de la Asociación de Secretarios de Turismo de México (Asetur).
Para reactivar al sector turístico mexicano, dijo el también titular de la Secretaría de Turismo de Baja California Sur, será necesario el apoyo del Gobierno federal a las micro, pequeñas y medianas empresas, además de un acuerdo solidario entre personas públicas y privadas.
Las medidas de rescate económico anunciadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) son adecuadas. Pero en la opinión de Araiza López, el apoyo debe de ir más allá de las ayudas de “abajo hacia arriba” e incluir inversiones estratégicas en toda la cadena productiva de México, no sólo en turismo, ya que los subsidios, por más alcance que tengan, si no impulsan la producción, no generarán recursos suficientes y no habrá dinero que alcance para sostener y fortalecer el desarrollo nacional.
En ese sentido, el maestro con especialidad en Administración de Empresas refirió que la ventaja de la circunstancia actual es que la infraestructura turística y las bellezas naturales del país están intactas, porque no enfrentamos fenómenos meteorológicos y geológicos, lo que da espacio para que el turismo se vaya recuperando sin mayores problemas, una vez que la pandemia pase.
Sin embargo, el funcionario público advirtió que será indispensable que el Gobierno de AMLO rescate a empresas de todos tamaños –ya sea con créditos o medidas fiscales– y que desista de manera temporal de invertir recursos adicionales en proyectos de infraestructura como el Tren Maya, pues a pesar de su importancia y significado, en este momento no son tan prioritarios como lo es la atención sanitaria para erradicar la pandemia de COVID-19.
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–En su opinión, Secretario, ¿cómo impactaron las Fases 1 y 2 al sector turístico y en qué medida será impactado con la llegada de la Fase 3?
–Yo creo que no cambiará. Nosotros ya estamos cerrados al turismo desde el inicio de esta pandemia. Estamos convencidos de que la mejor acción es cerrar las puertas de la hotelería para que la pandemia no crezca de manera desbordada y no se registren picos en el contagio como ha sucedido en otros países, para que la capacidad instalada del Sistema de Salud no se vea rebasada, y esa gradualidad permita atender a todos por igual. Ya habrá un mejor momento para visitar nuestros destinos.
–En la mañanera del 16 de abril se dio a conocer que la movilidad a nivel nacional decayó entre 50 y 70 por ciento. ¿Qué implica esto para el turismo?
–No estamos esperando ahorita ganancia por el turismo. Al contrario, se están registrando pérdidas importantes en la actividad. Yo creo que el Sector Turismo es una de las actividades más golpeadas con esto. Sin embargo, al no considerarse como una actividad esencial ayuda a que otros en la cadena de suministro, en la cadena de valor turístico se relajen, porque el Turismo es un motor de la economía que jala a otras actividades. Entonces es importante que se guarde la calma y que se sigan las medidas de contención.
–¿Pero qué pasa con las empresas que sufren la contracción económica por la pandemia? ¿Qué deben hacer y cuál es su consejo?
–Es un consejo difícil, porque por un lado queremos exhortar a la población y a los comercios a que tomen muy en cuenta las medidas de prevención establecidas por el Consejo de Salud, en el sentido de aislarnos y en el sentido de atender las medidas de prevención y de higiene. Pero por otro lado, hemos exhortado a los prestadores de servicio y a los empresarios a que no descuiden la planta productiva, porque preservar los empleos va a ayudar a México […] y a que podamos regresar al turismo de manera más confiable y con éxito una vez que esto termine.
–Está por ejemplo el tema de los créditos a la palabra para pequeños negocios, sean formales o informales. ¿Ésta medida funciona, o con qué medidas debe de abordar el Gobierno Federal el rescate del Turismo en México?
–Yo creo que lo que está haciendo el Gobierno federal es bueno en el sentido de apoyar de abajo hacia arriba a las personas que menos tienen. Pero también es importante que se apoye con un paquete a las pequeñas y medianas empresas, que son más del 80 por ciento, casi 90 por ciento de las empresas que conforman el sector turístico; y no solamente el turismo. Todas las actividades se deben de apoyar, porque son éstas las que van a brindar empleo ahorita y después de la contención.
Si se apoya nada más de abajo hacia arriba, pero esa gente mañana no va a tener empleo, pues no va a haber dinero que alcance. Entonces nosotros sí nos pronunciamos porque haya un rescate a las líneas aéreas, porque haya apoyo a las pequeñas y medianas empresas, porque hayan recursos para la promoción, y porque se siga pensando en el turismo como una actividad estratégica que antes de esta pandemia representaba casi el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país.
–Precisamente, el turismo en México aporta el 8.7 por ciento del PIB (Inegi 2019) y emplea a más de 4.5 millones de personas. Está en riesgo una derrama económica de casi 2 billones de pesos anuales, en un contexto de caída de los precios del petróleo, de alza en el tipo de cambio, de clima de recesión a nivel internacional y de pandemia. ¿Cuál es el impacto en la cadena de valor a nivel nacional? Es decir, ¿cómo nos afecta la caída del turismo a todos, porque no todos nos dedicamos al turismo, y cuáles son los escenarios que México podría enfrentar a corto y mediano plazos?
–Va a haber consecuencias porque el turismo arrastra muchas otras actividades. La cadena de valor es muy amplia, su espectro es muy amplio y afecta desde la persona que hace el aseo en un cuarto de hotel, o que corta el césped, hasta el hotelero más encumbrado que le da empleo a miles de personas. Nosotros en un principio, gracias a un estudio de la Universidad Anáhuac, considerábamos que la afectación era de alrededor de 2 mil 499 millones de dólares, es decir, tres por ciento del PIB turístico. Pero ahora ya estamos pensando que será de doble dígito y que andará por encima de 10 mil millones de dólares. Esto habla también de pérdidas incalculables que vamos a saber hasta más adelante.
Por ejemplo, aquí en Baja California Sur el PIB anual de los tres sectores productivos es de alrededor de 232 mil millones de pesos. Y prácticamente más de dos terceras partes de nuestro PIB están directa o indirectamente relacionadas con el turismo. Entonces imagínate el golpe tan fuerte, porque prácticamente es como ponerle pausa a la economía durante un mes. Estaremos hablando de poco más de 20 mil millones de pesos. Yo creo que todos los estados están siendo afectados, unos más que otros, pero tenemos fe en que vamos a salir adelante.
RETOS Y ESTRATEGIAS
–Más allá de la pandemia de COVID-19, Luis Humberto, ¿cuáles piensa que son los principales retos para el desarrollo del sector económico turístico, y qué tienen que hacer el Gobierno y los privados para generar, efectivamente, más desarrollo?
–Ahorita lo más importante es preservar el empleo, provocar que se salve el mayor número de empresas, mantener una campaña de recordación de los destinos, y para cuanto esto pase, volver muy fuertemente con la promoción.
Tenemos la ventaja de que la infraestructura turística está intacta, a diferencia de situaciones cuando somos afectados por fenómenos meteorológicos donde se tiene que reconstruir la infraestructura. En este caso todo está intacto y las bellezas naturales están mejor que nunca porque han tenido un descanso. Entonces tenemos todo para volver y yo creo que el mercado nacional va a ser un ingrediente importante para que esto suceda; y por supuesto, estados como el nuestro, cuyos mercados primarios son Estados Unidos y Canadá, tendremos una tarea de promoción importante en esos destinos para que volvamos a ser un referente del turismo.
Por otra parte, la solidaridad del empresariado ha sido patente. Yo creo que todos han recogido muy bien las medidas de prevención. Todos los empresarios, por ejemplo en Baja California Sur, tomaron muy bien las medidas, cerrando sus hoteles en lo que le toca a esa parte del turismo. Y los que no están considerados en las actividades esenciales también han acogido muy bien las recomendaciones. Lo que nos toca como gobierno es apoyarlos para que sus trabajadores sean vigentes y el regreso sea menos difícil. Yo creo que tenemos empresarios ejemplares y hay que privilegiarlos también.
–Justo hablando de recursos naturales e infraestructura nacional, existen estados, como en la Península de Yucatán, donde el Gobierno federal ha propuesto planes estratégicos de desarrollo turístico y económico, como la construcción del proyecto del Tren Maya. ¿Ustedes cómo ven esta situación? ¿Es conveniente invertir en este momento en estos proyectos que son de mediano y largo plazos, o tendrían que suspenderse y redirigir el gasto a rubros que serán imprescindibles en los próximos meses?
–Mira, esa respuesta te la respondo a título personal y como Secretario de Turismo de Baja California Sur, no como presidente de la Asetur, porque en Asetur hay ideologías distintas. Pero yo en lo personal ya lo he solicitado, he dicho que yo creo que es más importante atender la pandemia. Hacen falta recursos incluso para atender al propio Sistema de Salud, [por] que se está volviendo cada vez más difícil atender los casos. Yo creo que independientemente del proyecto que se tenga, no dudo de que sean muy buenos, habrá mejor momento para redirigir recursos. Yo creo que ahorita lo más importante es salvar empresas, salvar empleos y atender con mucha seriedad el COVID-19.
–Después de la tormenta, que se extenderá en lo que resta de este año, ¿qué sigue para el turismo? ¿Cuánto tiempo tardará en recuperarse y de qué factores depende su recuperación?
–No sabemos cuánto va a durar. Lo que sí sabemos es que el turismo va a cambiar, que la forma de viajar va a cambiar y la forma de interactuar con el resto de las personas será distinta. El turismo se tendrá que ir adecuando a nuevas circunstancias, donde serán muy importantes aspectos de cómo cuidar el medio ambiente. Habrán aspectos de mayores certificaciones de estándares de higiene y calidad en hoteles y puntos. Habrá una mayor conciencia por la identidad de cada destino de apreciar su propio ADN. Habrá mayor conciencia de inclusión y habrán aspectos que el turista valore y discrimine con respecto a los lugares que no lo hacen. A lo mejor tendremos que empezar a aprender a convivir con esto y el mundo va a ser distinto una vez que esto termine. Y si no termina, pues el mundo tiene que seguir.
En lo que respecta a Baja California Sur, con lo poquito que tiene el gobierno del estado, se ha lanzado ya un paquete de detenimiento para el impuesto sobre nómina; se han detenido las previsiones fiscales; se han dado prórrogas a los temas vehiculares; se ha prorrogado el pago de los que tienen vivienda a través de Fovi; se está trabajando en un paquete social de apoyo a personas vulnerables; se está trabajando con Nafin para ser parte de garantía para unos créditos. En fin, con lo poquito que se tiene se está tratando de palear esto que está sucediendo.
Sin embargo, sí creemos que quien tiene la mejor herramienta, o las mejores herramientas y acciones para poder incidir de manera contundente en esta situación económica, pues es el Gobierno federal. […] Nosotros esperamos que sí haya un pronunciamiento de parte del Gobierno federal, que reconsidere que sí se debe de apoyar a las pequeñas y medianas empresas.