Minutos para morir, documental sobre la problemática mundial de las mordeduras de serpientes

22/04/2018 - 9:00 pm

A las 125 mil víctimas mortales anuales por picaduras de serpientes, se unen otras 400 mil personas que sobreviven pero que sufren desfiguraciones, amputaciones y otras secuelas que muchas veces las deja incapacitadas para trabajar.

Por Erika Barrantes

San José, 22 de abril (EFE).- En el mundo mueren alrededor de 125 mil personas al año a causa de las mordeduras de serpientes venenosas, una problemática que el documental Minutos para morir busca exponer para generar conciencia, dijo a EFE su director.

Minutos para morir, estrenado a finales de marzo, retrata no sólo a las víctimas de esta situación, sino también soluciones al problema, como lo es el Instituto Clodomiro Picado (ICP) en Costa Rica, laboratorio especializado en el estudio de serpientes y producción de antivenenos.

A las 125 mil víctimas mortales anuales por picaduras de serpientes, se unen otras 400 mil personas que sobreviven pero que sufren desfiguraciones, amputaciones y otras secuelas que muchas veces las deja incapacitadas para trabajar.

El director del documental, el estadounidense James Reid, detalló a EFE cómo nació la idea de exponer este tema, además de cómo fue el proceso de realización.

«Empecé a investigar y no había historias escritas en periódicos o videos sobre el tema, sólo un montón de revistas científicas escritas por profesionales que han trabajado en mordeduras de serpiente por muchos años. Esto incluye a José María Gutiérrez en Costa Rica», contó Reid.

«Hablé con él y con otras personas que han trabajado sobre mordeduras de serpiente y la gran problemática que hay. Sólo en India más de 46 mil personas mueren al año. Entonces intervenimos y en dos meses estábamos en un avión hacia Kenia e India. Fuimos también a Costa Rica y Papua Nueva Guinea; pensamos que el mundo necesitaba saber la historia», declaró.

Reid y el resto del equipo comenzaron la grabación del documental en septiembre del 2015, con una reunión que tuvo lugar en Inglaterra de un grupo de científicos expertos en el tema.

Luego de esto, filmaron en el 2016 durante seis días en Kenia y nueve días en India, donde pudieron obtener historias y material de más víctimas de las que podrían haber usado en el filme.

«Cuando entramos en un pueblo y preguntamos si conocían a alguien que murió por una mordedura de serpiente para poder hablar con su familia, o con alguien que resultó herido, todos se dispersaron para encontrar víctimas. Conocían por lo menos a una persona que había sido mordida», relató el director.

Reid comentó también sobre la situación que se vive en India y Kenia con las mordeduras de serpiente y la producción de antivenenos. En África, 20 mil personas mueren al año a causa de esto y en India 46 mil.

En India existen cuatro productores principales de antivenenos que fabrican cerca de un millón y medio de frascos al año. Suena a mucho, pero la realidad es que hay millones de mordeduras al año en este lugar y el producto no llega a todos los hospitales en los que se necesita.

Una situación similar ocurre en África, donde el antiveneno no es fabricado en ese continente, sino en la India, por lo que aunque su costo es más bajo, su calidad no es la mejor.

«Las compañías farmacéuticas privadas estaban vendiendo (el antiveneno) a precios de 140 a 150 dólares por frasco (…) Eso es terrible para alguien que gana 1 dólar por día», explicó Reid.

El director dijo que en su investigación conoció el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad en Costa Rica que vende el antiveneno a 25 dólares el frasco.

«Queremos mostrar a Costa Rica como una posible solución que otros en el mundo podrían seguir», afirmó.

De acuerdo con Reid, el instituto costarricense tuvo un rol importante dentro de su documental porque viene a ser la voz de lo que un país pequeño puede hacer si lo intenta, estudiando serpientes por años y fabricando antivenenos de buena calidad.

«Si el resto de los países estudian lo que Costa Rica está haciendo, podrían aprender y hacer antivenenos en sus propios países. Costa Rica es un modelo perfecto para que el resto del mundo lo siga y eso es lo que queríamos mostrar», aseveró.

El Instituto, que lleva el nombre del científico pionero en suero antiofídico Clodomiro Picado, tuvo un gran protagonismo en la inclusión, el año pasado, de los envenenamientos por mordeduras de serpiente en la lista de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el apoyo de 17 países.

El Instituto se creó en 1970 para elaborar sueros antiofídicos para mordeduras de serpientes y en la actualidad exporta este producto a diferentes partes del mundo, como África, Japón y Taiwán.

en Sinembargo al Aire

Opinión

más leídas

más leídas