Es necesario asumir «que hay un tema de corrupción que no está bien resuelto, que hay un tema de inseguridad que no está bien resuelto y que hay temas de economía familiar, de profunda desigualdad y pobreza, que tienen a la gente enojada», dijo el precandidato.
Por Manuel Soberanes Cobo
México, 22 febrero (EFE).- El aspirante presidencial del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, José Antonio Meade, admitió que la gente está «enojada» por los resultados en la lucha contra la corrupción, la inseguridad y la pobreza, y enfatizó su intención de hacer las cosas de manera diferente.
En una reunión con corresponsales extranjeros en la noche del miércoles, Meade eludió deslindarse del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, en el que ha sido titular de las secretarías de Relaciones Exteriores, Desarrollo Social, y Hacienda y Crédito Público.
Expuso que «el ritual del deslinde era propio de una época en que no había competencia política», en alusión a la hegemonía total que el PRI ejerció en el país durante más de siete décadas, hasta el año 2000.
Entonces, dijo, «la única forma de generar un espacio de esperanza y de cambio en un sistema en que solamente ganaba el PRI y donde tenías un candidato único, era el deslinde».
«Hoy tenemos una elección competida, candidatos que se presentan por sí mismos, con sus plataformas y con la posibilidad de ganar o perder. Hoy el deslinde se da en la medida en que uno plantea temáticas diferentes en los problemas que están mal resueltos, y hay muchos temas que están mal resueltos», manifestó.
Meade, apoyado también por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza, afirmó que es necesario asumir «que hay un tema de corrupción que no está bien resuelto, que hay un tema de inseguridad que no está bien resuelto y que hay temas de economía familiar, de profunda desigualdad y pobreza, que tienen a la gente enojada».
«Lo que la gente espera de nosotros es que salgamos a decir ‘Reconozco, asumo y me hago cargo de que estamos mal en seguridad, de que estamos mal en corrupción, de que tenemos que hacer más para combatir la pobreza y (fomentar) el desarrollo social'»,manifestó.
Pero al mismo tiempo, enfatizó, «hemos generado 3,5 millones de empleos en esta administración (iniciada en diciembre de 2012), hemos dado a este país un mayor conjunto de libertades, hemos abierto nuestro sector energético, hemos abierto el sector de las telecomunicaciones y nuestra relación con el mundo».
«Nos hemos reencontrado con Latinoamérica, hemos abierto mejores espacios de relación con el G20, tuvimos una estrategia nacional de inclusión exitosa, hicimos una reforma educativa que se antojaba impensable, enfrentamos retos enormes en términos de intereses creados y los fuimos superando», abundó.
En el tema específico de la inseguridad, que de acuerdo con analistas y sondeos será clave en las elecciones del julio próximo, indicó que «no es un tema salir a dar un discurso y que entonces la gente se sienta segura».
«La gente se siente insegura porque está insegura. Pero tenemos que hacer las cosas diferente. ¿Qué no hemos hecho? Fortalecer a las policías (locales). ¿Qué deberíamos haber hecho? Obligar a que se hiciera», reconoció.
Agregó que por mucho tiempo se dio a los estados «miles de millones de pesos todos los años, condicionados a que hicieran su trabajo en términos policíacos».
«Dejamos de hacer eso y se perdió un tiempo valioso en poner a los estados a hacer su trabajo en materia de policías. Esto lo tenemos inevitablemente que hacer», sostuvo.
El candidato, que también encabezó las secretarías de Energía y de Hacienda durante la gestión del Presidente Felipe Calderón (2006-2012), del conservador Partido Acción Nacional (PRI), planteó que se requieren policías «bien pagados, bien capacitados, que sean confiables y tengan una ruta de vida que les haga sentirse orgullosos de su trabajo; hoy no los tenemos».
Sobre la polémica participación de militares en tareas de seguridad pública, política iniciada por Calderón y continuada por Peña Nieto, consideró que «la presencia de las Fuerzas Armadas (en las calles) no puede ser permanente, (sino que) tiene que ser complementaria» a la labor policíaca.
Mencionó la necesidad de contar con un código penal único, «por lo menos en los delitos que más impacto tienen en la violencia», para facilitar la coordinación entre las distintas fuerzas policiales y los ministerios públicos.
Meade también reconoció que hubo fallos en el control del ingreso ilegal de armas para las organizaciones criminales, pues se puso más atención al trasiego de estupefacientes. «Claramente no le pusimos atención a las armas. Es un error», admitió.
En México, explicó, existe «un protocolo de drogas muy desarrollado y parámetros en las aduanas que nos ayudan a cuidar lo que sale, pero no tenemos la misma capacidad de cuidar las armas que entran».
«Tendríamos que haber puesto atención a las armas y yo asumo lo que a mí me toca, porque yo fui dos veces Secretario de Hacienda y me hago cargo de que este no es un tema que estuvo en nuestra agenda y que debiera haber estado», puntualizó.
El próximo 1 de julio unos 88 millones de mexicanos están convocados a las urnas para renovar más de 3 mil 400 cargos, entre los que se incluyen, además del de Presidente, los de diputados y senadores, ocho gobernadores y el jefe del Gobierno de Ciudad de México.