Redacción/SinEmbargo
22/02/2017 - 6:36 am
Los efectos del gasolinazo / Salvajada trumpiana / Disculpas públicas
Los efectos del gasolinazo Parece que el Gobierno Federal ha optado por reconocer públicamente las decisiones económicas que ha tomado en los últimos días, y es que el aumento al precio del combustible afecta directamente los bolsillos de los mexicanos y tiene enojados a todos por igual. En El Universal, su columna de trascendidos Bajo […]
Los efectos del gasolinazo
Parece que el Gobierno Federal ha optado por reconocer públicamente las decisiones económicas que ha tomado en los últimos días, y es que el aumento al precio del combustible afecta directamente los bolsillos de los mexicanos y tiene enojados a todos por igual. En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: «durante una de las dos largas reuniones que el Jefe del Ejecutivo tuvo el lunes en Los Pinos con comunicadores y analistas, Enrique Peña Nieto habló del impacto del gasolinazo en su partido, el Partido Revolucionario Institucional, y del costo político para su gobierno. Hubo una frase en la conversación vespertina que resume el sentir del mexiquense: ‘No he ayudado mucho a mi partido con esta decisión, pero no soy líder de un partido, soy Presidente de un país’. Nos dicen que la administración federal midió en encuestas el impacto de la “flexibilización” del mercado de los combustibles en la clase política, y los números prendieron las alarmas».
Para la periodista Yuriria Sierra, en su columna de Excélsior, la reunión con el Presidente Enrique Peña Nieto en la residencia oficial: «fue una convocatoria inédita […]. Colegas de distintos […] medios de comunicación […] asistimos a la invitación […]. El asunto del precio de las gasolinas fue el pretexto. El lunes por la mañana confiaba a los colegas que le pediría al Gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, que permaneciera al frente de esa institución al menos hasta que las aguas de Trump se calmaran un poco. […] Carstens ‘le daba el sí’ al Presidente […] por la tarde, admitía con mucha claridad: ‘Soy Presidente de todos los mexicanos, no de un partido. Asumo el desgaste para el gobierno y mi partido. […]. Yo estoy decidido a cuidar la economía del país, aunque ello tenga costos políticos y electorales’ […]. Vaya sensatez la de Peña Nieto […] lo cierto es que los presentes teníamos muchísimos temas que tocar con él. […]. En mi turno, opté por preguntar si había un ‘plan B’ ante uno de los peores escenarios posibles por razones geopolíticas y de seguridad nacional: que las empresas estadunidenses […] decidieran dejar de exportarnos gas natural y gasolinas […]. La respuesta que obtuve de Peña Nieto […] fue la de la seguridad de que, aunque éste es un escenario absolutamente improbable, el gobierno tiene contemplados […] escenarios improbables y estrategias muy definidas ante ellos. […]. lo que nos dijo sobre la ruta para hacer frente a la crisis por las presiones que convergen en el tema de los combustibles: ‘Tenemos un panorama incierto y eso depende de lo que podamos construir en la relación con Estados Unidos. Eso genera enorme volatilidad sobre el tipo de cambio […]’. Ya el canciller Luis Videgaray había declarado que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) comenzaría en junio. Peña Nieto nos dijo que es muy probable que finalice en diciembre. […] este ejercicio de apertura con la prensa me pareció no sólo inteligente sino sumamente necesario. Porque Peña Nieto parece tener muy claro que, a pesar de las condiciones en que termine el sexenio, él procurará entregar un país en paz y unido al interior […]. Importante decirlo: […] respondieron todas nuestras preguntas. […] Un ejercicio urgente ante los tiempos que vivimos. […]».
A propósito del costo de la gasolina, en Milenio, el periodista Carlos Marín, le contesta a un lector sobre la errónea idea de que si se refina la gasolina en México su costo se abarata y dice: «Mario Mata, por su dirección electrónica, de alguna empresa TECSA (de bolsa de trabajo, de servicios de choferes, taxis ejecutivos y tours grupales, de desarrollos habitacionales o de ingeniería y arquitectura), escribe: ‘…usted el más pendejo de los mexicanos, o no es pendejo, pero tiene sus cuentas bancarias hasta la madre de dinero. Pregúntele a algún ciudadano de cualquier municipio del país si ve positivo que se instale una refinería ahí…’. Como él, otros adictos a El Asalto… no aceptan que hay que apechugar el gasolinazo. Triste constatar que la ignorancia del atento Mario es tan común como la de los que saquearon tiendas por las alzas en gasolinas y diésel. Espero no volver al tema enterando a quienes patalean: montar una refinería cuesta unos 10 mil millones de dólares (más de los 200 mil millones de pesos que aportará el gasolinazo), y que convertir el crudo en gasolina da de 10 a 15 por ciento de valor agregado. Lo bueno de refinar en México sería dejar de importar lo refinado (favorable para la balanza comercial), pero eso para nada significa que fuese más barata».
Salvajada trumpiana
Las amenazas durante toda la campaña presidencial de Trump, hoy son una realidad: realizar un mayor número de deportaciones de personas que se hayan establecido de manera ilegal en los Estados Unidos. En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: «primero fue la orden ejecutiva, después la filtración de unos memorandos a todas las áreas de Homeland Security, ayer la confirmación de que todo es real. […] Donald Trump quiere deportar a todos los mexicanos sin documentos que hoy viven en Estados Unidos. Los documentos, ahora oficiales, ahondan en las órdenes ejecutivas y expanden las prioridades de deportación hasta abarcar, pues a todos los que están allá. Insiste este concepto de que podrían ser deportados aquellos que pudieran haber cometido un acto criminal, da autoridad a toda policía local para actuar como agente migratorio, y señala que aquellos aprehendidos pueden ser enviados al país de donde vinieron mientras tienen su audiencia migratoria. Deporta primero, averigua después. […] en los memorandos se establece la idea —y se hace el argumento legal— de que hay que deportar a los no mexicanos al país del que cruzaron, es decir México, por donde cruzan miles y miles de otros países. Y por si esto fuera poco […] también pretenden que peticiones de asilo, por ejemplo, se hagan desde México y que México construya las instalaciones necesarias para ello. […]. Crea un nuevo grupo y una nueva obligación de toda autoridad para que las víctimas de un crimen que pregunten sobre el estatus legal del presunto responsable sean informados. Una sociedad de delatores, de desconfianza. Si el muro ya era un acto hostil, las instrucciones giradas por el secretario de Seguridad Interior son una agresión, una salvajada contra millones de mexicanos. La semana pasada, cuando el departamento de Aduanas y Migración comenzó a hacer redadas en ciudades santuario, el subsecretario para América del Norte dijo que aún no se veía un incremento en deportaciones, como si alguien arrestado en Nueva York pudiera ser deportado al día siguiente. Ayer, por lo menos, el próximo embajador dijo que los memorandos ‘son cosa seria’. Hasta el momento de cerrar este texto, de la secretaría, nada. La cacería ha comenzado. El silencio es imperdonable».
Ante la llegada de mexicanos y centroamericanos a tierra azteca, las autoridades trabajan a marchas forzadas sobre propuestas que verdaderamente apoyen a los inmigrantes en su retorno. La sociedad civil, pero también los empresarios, proponen medidas para contrarrestar la reciente crisis. En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: «no es usual que un Secretario de Hacienda se comunique con un diputado para decirle que le interesa financiar su proyecto. Generalmente es al revés […]. El diputado por el naciente y polémico Partido Encuentro Social, Gonzalo Guízar, Presidente de la Comisión de Migración de la Cámara Baja, recibió la llamada de José Antonio Meade […]. Un día antes, el 2 de febrero, el diputado Guízar recogió una añeja propuesta de empresarios y activistas de los estados del norte del país para crear un Fondo de Migralidad —llámele una ‘Bolsa antiTrump’— que compense a las entidades que reciben a los mexicanos deportados […]. En números cerrados, en 2015 México recibió a 330 mil personas deportadas. Y en 2016, a 220 mil. En lo que va de la era Trump la cantidad no se ha disparado, pero se teme que suceda ahora que empiezan a implementarse sus órdenes ejecutivas sobre migración. La iniciativa de Ley del Fondo de Migralidad […] fue bien recibida por la treintena de integrantes de esa Comisión y también por los partidos representados en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Contempla la asignación, a partir de 2018, de mil millones de pesos que se distribuyan entre los estados receptores de manera proporcional al número de ciudadanos deportados que reciban. De tal suerte que, en números gruesos, Baja California se quedaría con 30 por ciento del dinero, Tamaulipas con otro 30 por ciento, Coahuila y Chihuahua compartirían 30 por ciento y el 10 por ciento restante se dividiría entre Sonora y la Ciudad de México. […]. En la llamada, el secretario del gabinete del Presidente Peña Nieto y el líder de la comisión camaral acordaron una mesa de negociación para incluir el rubro en el presupuesto que empieza a discutirse en septiembre. Claro, siempre y cuando los legisladores aprueben esta iniciativa —el asunto se antoja un mero trámite, considerando lo encendido que está el tema migratorio en la opinión pública—, cosa que se espera suceda a más tardar en abril».
Parte de la critica al Gobierno mexicano sobre el tema migratorio es cómo puede quejarse de las medidas y la violencia contra los connacionales, cuando se ha dedicado a hacer el trabajo sucio de Estados Unidos conteniendo el flujo de indocumentados y aumentando las deportaciones de centroamericanos. En Milenio, el periodista, novelista e historiador Héctor Aguilar Camín, escribe que: «el número de deportados mexicanos de Estados Unidos ha ido disminuyendo. Entre 2010 y 2015 se redujo en casi 44 por ciento. En 2010 fueron deportados 470 mil mexicanos y 204 mil en 2016. El número de deportados centroamericanos desde México hizo el camino contrario. Aumentó 26 por ciento en esos mismos años. Las autoridades migratorias mexicanas deportaron casi 63 mil centroamericanos en el año 2010 y casi 118 mil en el año 2015. […]. Según el Instituto Nacional de Migración, en el año 2016 hubo poco más de 143 mil centroamericanos deportados […]. La cifra de deportados centroamericanos por México se disparó a raíz de la crisis de julio de 2014, cuando miles de niños cruzaron la frontera con Estados Unidos sin sus padres. […]. La colaboración activa del gobierno mexicano en la deportación de centroamericanos limita sus posibilidades de queja por las deportaciones estadunidenses de mexicanos. […] México práctica en su territorio lo mismo que tendría que reprochar a su vecino del norte. […] el fenómeno de la violencia institucional contra estos cientos de miles de personas sigue ahí, sin que levantemos cabalmente la voz en foros multilaterales y en organizaciones de derechos humanos para poner una mirada crítica y exigente sobre el problema. Una familia separada por la aplicación hostil de leyes migratorias, es una tragedia. Millones de familias separadas por el mismo motivo, tiene los rangos de una crisis humanitaria. Para poder defender a sus migrantes, México tiene que zafarse de dos amarras: Primero, debe denunciar la inhumanidad de la política migratoria estadunidense aunque no tenga derecho ni potestad para cambiarla. Segundo, debe suspender en su propio territorio la práctica de deportaciones que denuncia en otro. Se dirá que es un cambio mayúsculo en nuestros usos y costumbres migratorias. Sí, tan mayúsculo como el que impone ya el Presidente Trump sobre nuestra vecindad. Tan mayúsculo que, a partir de los criterios de deportación anunciados ayer por el Homeland Security, centroamericanos y mexicanos quedan de hecho en la misma bolsa».
Se espera mañana el encuentro entre los principales actores políticos de la relación México-Estados Unidos, al respecto en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: «fieles al estilo de Donald Trump, sus enviados Rex Tillerson y John Kelly llegan hoy a México a negociar con la espada desenvainada, tras el endurecimiento de la política de deportaciones. Durante su visita de dos días, el titular del Departamento de Estado y el secretario de Seguridad Interior sostendrán encuentros con el Presidente Enrique Peña Nieto y los secretarios de Gobernación, de Relaciones Exteriores, de Hacienda, de la Defensa Nacional y de la Marina. Por lo pronto esta noche tendrán una cena sólo con el canciller Luis Videgaray, el general Salvador Cienfuegos y el almirante Vidal Soberón. Llama la atención que, en la agenda difundida por los norteamericanos, no aparece el nombre Miguel Osorio Chong, pese a ser homólogo de Kelly».
Disculpas públicas
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que:»la ceremonia en que la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció disculpas públicas a tres indígenas por haberlas encarcelado injustamente se convirtió por momentos en mitin debido a los invitados especiales, entre ellos, víctimas de Atenco y los padres de los normalistas de Ayotzinapa, quienes lanzaron consignas en demanda de justicia. El Procurador General de la República, Raúl Cervantes, mantuvo la serenidad y aguardó a que terminaran las protestas antes de continuar con sus disculpas. El toque político lo incluyó Estela González, la hija de Jacinta, quien es maestra disidente y aprovechó el foro para denunciar el despido ‘injusto’ de sus compañeros».
Elba Esther se va a casa
Sorpresa ha causado la noticia de la determinación de las autoridades para enviar a la ex lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo Morales, a su casa para enfrentar desde ahí los procesos penales que se mantienen abiertos en su contra. En Milenio, el periodista Ricardo Alemán, escribe que: «luego de cuatro años de prisión, Elba Esther Gordillo regresará a su casa amparada en la figura de ‘prisión domiciliaria’ […]. Como saben, el de la profesora […] es un episodio emblema de las luchas políticas […]. Tampoco es nuevo que la detención y proceso penal de Gordillo tiene fuerte tufo de persecución política […], producto de aquello que en el poder se considera como severa traición política. Pero si bien existen muchos indicios de que la persecución y prisión de la maestra[…] fue más bien uno de los daños colaterales del Pacto por México […], también es cierto que la lideresa del magisterio se había convertido en uno de los más feos emblemas de la corrupción. […] muchos veían a la profesora […] como obstáculo central en la reforma educativa y como cabeza de una creciente fuerza política que, ya convertida en partido, coqueteaba con el mejor postor. […] la profesora cometió uno de los más graves pecados en política: la soberbia.[…]. Es curioso […] que la detención de la profesora Gordillo no motivó un solo reclamo de ilegalidad. Todos aplaudieron […] su encarcelamiento, al tiempo que fue señalada como estandarte del mal. […] en el Itinerario Político del 18 de agosto de 2015 —en el que preguntamos si Elba Esther era un preso político—, aventuramos que las respuestas a esas dudas se tendrían cuando un juez decidiera la prisión domiciliaria de la ex lideresa sindical. Hoy, […] la vigencia del estado de derecho y ratifica que, si bien tarde, al final de cuentas la justicia llega. Hoy queda claro que más allá de una supuesta venganza política, […] funcionaron los contrapesos del poder y la aplicación de la justicia. […] la profesora Gordillo estará en su casa al amparo de la prisión domiciliaria, justo cuando arranca el proceso electoral de 201 […] Todo indica que poco o nada podrá hacer la señora Gordillo, como para revertir la reforma que la llevó a prisión: la educativa. Más aún, se puede decir que si el gobierno federal creyera en una potencial venganza de la maestra, la ex lideresa seguiría en prisión. […]».
Persona non grata
Luego de que el Gobierno de Cuba le negara la entrada a la isla al ex Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, como lo denunció en su cuenta de Twitter, aún se desconoce el verdadero motivo de dicha decisión. En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: «en marzo de 2008, cuando Felipe Calderón era Presidente de México, recibió una fervorosa invitación para visitar la isla. Todo iba de maravilla: la apertura de un canal de diálogo sobre derechos humanos, el compromiso de firmar un acuerdo migratorio, el apoyo de La Habana a la candidatura mexicana para ingresar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas… Pero pasaron los años y ahora ‘Felipe Calderón es un peligro para Cuba’. Sí, se convirtió en el primer ex Presidente de México al que las autoridades migratorias de Cuba prohíben entrar a la isla. ¿Una represalia por sus contactos con los grupos de disidentes cubanos?, ¿una humillación?, ¿o Cuba se cobra con intereses altísimos aquel ‘comes y te vas’ de Vicente Fox a Fidel Castro? Ironías de la diplomacia».
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