La competición, a la luz de las nominaciones, se puede leer en clave musical y casi como un combate entre los Queen de Freddie Mercury y Lady Gaga. Los primeros, iconos de la cultura popular del siglo XX, resucitados comercialmente gracias al biopic en cuestión y, la segunda, probablemente la mayor estrella pop del siglo XXI.
Madrid, 22 de enero (Europa Press).– ¿Queen o Lady Gaga? ¿Bohemian Rhapsody o Ha nacido una estrella? Los Óscar 2019 han resultado ser de lo más musicales, con ambas cintas entre las ocho aspirantes finales al galardón más preciado, el de Mejor Película.
Y es verdad que la que se postula como gran triunfadora de esta 91 edición de los Óscar es Roma, de Alfonso Cuarón, que acumula diez nominaciones incluyendo también Mejor Película, y también es verdad que tras la del cineasta mexicano aparece La favorita de Yorgos Lanthimos en otra decena de categorías.
Pero no es menos cierto que Bohemian Rhapsody ya dio la campanada en los Globos de Oro coronándose como Mejor Drama y distinguiendo a Rami Malek como Mejor Actor por su interpretación de Freddie Mercury. En esta ocasión, el biopic podría repetir este doblete y tiene además otras tres nominaciones menores.
Por su parte, el remake de Ha nacido una estrella está presente hasta en ocho categorías, incluyendo además de la de Mejor Película las de Mejor Actor -Bradley Cooper-, Mejor Actriz –Lady Gaga– y Mejor Actor de Reparto -Sam Elliott-.
Rematan el pelotón de máximos aspirantes El vicio del poder con otras ocho nominaciones y Black Panther con siete. Además, junto a todas las cintas mencionadas, completan el plantel de aspirantes a Mejor Película del Año Infiltrado en el KKKlan y Green Book.
La competición, a la luz de las nominaciones, se puede leer en clave musical y casi como un combate entre los Queen de Freddie Mercury y Lady Gaga. Los primeros, iconos de la cultura popular del siglo XX, resucitados comercialmente gracias al biopic en cuestión y, la segunda, probablemente la mayor estrella pop del siglo XXI.
Pasado frente a pasado, aunque la influencia de Queen sea tan profunda que pueda también apreciarse en la propia Lady Gaga quien, en esta ocasión, se muestra mucho menos exuberante y más clásica del brazo de Bradley Cooper reimaginando lo que antes que ellos ya hicieron en varias otras intentonas Barbra Streisand y Kris Kristofferson, Janet Gaynor o Judy Garland.
Queen vive ahora un renacimiento que se vería aún más disparado exponencialmente si vuelven a dar la sorpresa como Mejor Película o Mejor Actor. Si alguno de los galardones gordos caen del lado de Lady Gaga, se convertirá instantáneamente en nombre clásico a la altura de los mencionados en el párrafo anterior.
Y si se vuelven a casa de vacío, no pasará nada porque no tienen nada que perder en realidad. De momento, lo que ya han conseguido es que la música esté muy presente en las categorías principales y eso ya es todo un logro. ¿Queen o Lady Gaga entonces? Saldremos de dudas el próximo 24 de febrero.