En medio la lucha política que se ha desatado en Estados Unidos por el cierre del Gobierno, el equipo de campaña del Presidente Donald Trump difundió un nuevo spot que lleva su retórica a otro nivel.
El anuncio, que recurre a un migrante mexicano asesino, va directo contra los demócratas; dice que ellos son los responsables del cierre del Gobierno y que serán “cómplices” de los asesinatos cometidos por inmigrantes.
Bracamontes es un inmigrante de México que había sido deportado dos veces, en 1997 y 2001, por tráfico de drogas. Trump lo ha usado antes para criminalizar a los 11 millones de personas sin papeles que viven en Estados Unidos. Mencionó el caso de Bracamontes en su discurso ante el Congreso en 2017. Ahora lo vuelve a usar.
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EU/Ciudad de México, 22 de enero (AP/LaOpinión/SinEmbargo).- El equipo de campaña de reelección del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un provocador spot en el que acusa a los demócratas de «complicidad» por los asesinatos de agentes federales a manos de migrantes.
El anuncio, de 30 segundos de duración, fue lanzado el pasado sábado en el primer aniversario de la toma de protesta de Trump y en pleno cierre parcial del Gobierno federal.
El pasado viernes, el Senado rechazó respaldar el plan presupuestario de la administración de Trump, a menos que los republicanos acepten un acuerdo para proteger a los más de 700 mil “dreamers”.
«Los demócratas que se interponen serán cómplices en cada asesinato cometido por inmigrantes ilegales”, fue la respuesta del mandatario estadounidense a a través del anuncio, en el que además se elogia la promesa de construir un muro a lo largo de la frontera con México.
El anuncio incluye imágenes de Luis Bracamontes, un inmigrante– que fue deportado dos veces– acusado del asesinato de dos policías en California en octubre del 2014. Bracamontes se ha presentado en la Corte de EU con violentos exabruptos, afirmando que no mató a más agentes.
Bracamontes, apodado “Marcelo Márquez” o “Tiger”, es un inmigrante de México que había sido deportado dos veces, en 1997 y 2001, por tráfico de drogas. El caso tuvo gran repercusión en California meses antes de que Donald Trump lanzara su campaña electoral y utilizara casos de violencia de inmigrantes para criminalizar a los 11 millones de personas sin papeles que viven en Estados Unidos como un peligro para la seguridad. Trump mencionó el caso de Bracamontes en su discurso ante el Congreso en 2017. Ahora lo vuelve a usar.
En un comunicado que acompaña al spot, titulado “Cómplice”, el equipo de Trump acusa al líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, por “dejar a los ciudadanos como rehenes legales sobre sus demandas de amnistía para los inmigrantes”.
El spot concluye con el respaldo para la reelección de Donald Trump.
Su tono racista ha levantado la furia de la comunidad hispana por la narrativa de que los migrantes son una amenaza, peligrosa y criminal, que los vincula al cierre del Gobierno federal.
Al respecto, el Senador independiente, Bernie Sanders, dijo en entrevista con la CNN que el anuncio es “realmente increíble y muy triste para nuestro país”.
Varios republicanos , incluyendo un funcionario de la Casa Blanca, trataron de distanciarse del spot.
«Fue hecho por una organización política”, dijo el director de asuntos legales de la Casa Blanca, Marc Short, en el programa de la NBC «Meet the Press». «No fue hecho por personas en la Casa Blanca», aseguró.
Sin embargo, al final del spot se aclara que fue»pagado por Donald J. Trump para Presidente y aprobado por Donald Trump».
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, le dijo a “Face the Nation”, de la CBS, que no sabía “si eso es productivo”.
En estos instantes, los republicanos y demócratas siguen atrapados en una disputa sobre el futuro de DACA, que protege a cerca de 700 mil migrantes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños.
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LA OPINIÓN DE LOS MEXICANOS SOBRE EU
La actitud de los mexicanos hacia los estadounidenses tuvo un “sorprendente cambio” desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y, por primera vez, la mayoría tiene un punto de vista desfavorable de Estados Unidos.
La conclusión está contenida en un par de estudios dados a conocer el pasado jueves por el Centro Woodrow Wilson en Washington, D.C., que incluyeron diversas encuestas de ciudadanos estadounidenses y mexicanos sobre lo que pensaban unos de los otros.
El Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales dijo en un estudio que las opiniones de los mexicanos sobre Estados Unidos cambiaron totalmente, de 66 por ciento que tenía una postura favorable hacia Estados Unidos en 2015 a 65 por ciento que tiene un punto de vista desfavorable hoy día.
Un estudio realizado en noviembre pasado por el Instituto Wilson contenía las mismas conclusiones que mostraban un marcado incremento en el desdén y la desconfianza de los mexicanos hacia Estados Unidos en 2017, un cambio radical en ambos aspectos después de varios años.
Los autores de los estudios atribuyeron el cambio directamente a la campaña presidencial de Trump y al Gobierno del republicano debido a las críticas frecuentes de ambos contra México.
“Evidentemente no creo que tendríamos el mismo estado de relaciones si tuviéramos otro Presidente, incluso un gobernante distinto del mismo partido”, dijo Craig Kafura, investigador asociado del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales. El vicepresidente, Mike Pence, «no estaría en esa posición”.
Los analistas de estas estadísticas afirman que hay más en juego que simplemente los sentimientos entre vecinos.
“No me parece exagerado decir que las relaciones mexicano-estadounidenses están en riesgo”, dijo Christopher Wilson, director adjunto del Instituto México del Centro Wilson.
A pesar de la declinación de las opiniones positivas de los mexicanos sobre Estados Unidos, las de los estadounidenses sobre México continúan siendo favorables en general. Esto “no era lo que esperábamos”, afirmó Kafura.
“Francamente, esperaba que la opinión acá bajara un poco simplemente porque cuando se tiene un Presidente que habla demasiado de México tanto como Trump habla de México y por la forma en que habla de México, se esperaría que ese discurso hubiera tenido una incidencia un poco mayor”, agregó.
El estudio de Chicago dijo que los puntos de vista relativamente positivos que tienen los estadounidenses “podrían ser vistos como un rechazo a las duras declaraciones del Presidente sobre los inmigrantes procedentes de México y su deseo de construir una muralla entre Estados Unidos y México”.
El mismo parecer no es mutuo. Esteban Guzman Saucedo, director de proyectos con el grupo de investigación Buendia & Laredo, dijo que las estadísticas muestran que “la opinión de los mexicanos sobre Estados Unidos se encuentra en su nivel histórico más bajo por lo menos”.