La estrategia concentrada en la captura de José Antonio Yépez conocido como “El Marro” detonó la violencia a otro nivel en el estado, misma que seguirá escalando desde los cárteles hasta acabar con perfiles de Gobierno.
Por Vania Jaramillo
Guanajuato,21 de diciembre (Zona Franca).– Aunque la Federación y el Gobierno estatal creyeron que la detención de José Antonio Yépez, alías “El Marro”, sería un avance para la pacificación de Guanajuato, las muertes, las fosas, los desaparecidos evidencian lo contrario.
Quitarle el líder al Cártel Santa Rosa de Lima, sólo hizo que se diversificaran los grupos al interior, abrió el paso al Cártel de Sinaloa, pero además advierte una escalada de violencia sanguinaria, que como sucedió en otros estados; se repetirá en Guanajuato.
El análisis por especialistas en la materia de inseguridad este año, ha ido desde el bloqueo de carreteras, coches con explosivos, masacres en anexos, la captura prometida, así como la alianza entre poder y crimen.
“La estrategia tenía como premisa que la desarticulación, iba traer la pacificación, es la premisa principal habiendo dos cárteles en disputa; desarticulando, vendría la paz, habría un dominio para poder combatir la inseguridad en Guanajuato”, analiza el especialista David Saucedo, en un año de contingencia sanitaria que no dejó descansar de violencia al estado.
El aviso de la detención trajo un operativo en junio, en el que nuevamente familias de Celaya perdieron la tranquilidad al ver en sus calles camiones, coches, establecimientos incendiados. Ahí surgieron 25 detenidos y la madre del capo al que en los últimos años se le achacaron homicidios, robo de combustible, secuestro y extorsión.
En julio la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda congeló sus cuentas.
Un mes después, el dos de agosto, la noticia escaló a nivel internacional, la detención del que decían era el culpable de la violencia en el centro de México, se había logrado.
Sin embargo, mientras se acorraló a un cártel con su líder otro siguió avanzando.
“Detienen al líder del cártel de Santa Rosa de Lima pero no del Jalisco, no se ha detenido al mando regional, si ha habido decomisos importantes, desarticulación pero no ha habido uno con relación a la Nueva Generación, no se mide con la misma vara. Desarticularon a Santa Rosa y darle mano ancha es una estrategia de forma consciente”, manifiesta Saucedo.
Aunque sí fue un golpe, al quitar al líder “los perros se quedaron sin correa”, señala el analista, al señalar que otros criminales sanguinarios que eran controlados por Yépez, ahora pueden hacer lo que quieran.
“A pesar de ser un hombre sanguinario, impositivo, autoritario pese a esto era un liderazgo de equilibrio, comandaba a muchas células de asesinos y carniceros y sin el control de él los perros se quedaron sin correa, el secuestro se disparó”.
Como ejemplo pone las extorsiones en Celaya y las extorsiones en el mercado Tomasa Esteves en Salamanca.
“Sin el control del ‘El Marro’ que controlaba a todos los mafiosos ya no hay un liderazgo, entonces secuestran, utilizan a la sociedad civil. La estrategia de combate a un sólo cártel y darle manga ancha al otro no funcionó, no hay para cuándo pueda detenerse, y esto iría en retrospectiva.
CAPTURAN PERO INCREMENTAN CÁRTELES
Para este y otros analistas, como el exprocurador Miguel Alcántara Soria el territorio ya no sólo es entre dos cárteles, sino más de esos.
“Un efecto colateral del Gobierno Federal con estas órdenes de aprehensión es que el Gobierno le deja libre el camino y territorio al Cártel Jalisco, si no encuentra quién se oponga va a venir a consolidar su dominio, y evidentemente en cártel aquí va a tener nuevos grupos delictivos que le van a venir a disputar el cártel Sinaloa, que tenía poca presencia pero que quiera venir a recuperar o a disputar el mercado de ilícitos muy apetecible en Guanajuato”, señaló Alcántara Soria, apenas días después de la captura de «El Marro».
CÁRTELES VS GOBIERNO
Como ha ocurrido en otros estados, lo que se vaticina es que las balas lleguen… pero a otros niveles de la sociedad.
Saucedo recordó cuando en Zacatecas la entonces mandataria estatal, Amalia Dolores García Medina fue secuestrada y rapada. Después y recientemente en Jalisco, el exgobernador Aristóteles Sandoval fue asesinado en un ataque directo en Puerto Vallarta.
“Ya tuvimos masacres, narco terrorismo, bloqueos, ¿Qué sigue? Narcolaboratorios, asesinatos en anexos ya los tuvimos, sigue con los narcos que se asesinen alcaldes, magnicidios, tal como se cometió en otros estados, asesinatos a integrantes del gabinete no lo digo yo, es lo que ha ocurrido en otros estados”, añadió.
Para el especialista en seguridad la colaboración entre estado y crimen organizado es evidente, y posteriormente harán presión al Gobierno para que se retraigan.