El conjunto «red», campeón europeo, aspira a conseguir su primer Mundial de Clubes, una competición maldita para ellos con tres derrotas en tres finales disputadas (1981, 1984 y 2005).
Catar, 21 diciembre (EFE).- Liverpool y Flamengo se medirán este sábado en Doha por la corona mundial del futbol de clubes en una reedición de la final de 1981, con recuerdos amargos para los ingleses y dulces para unos brasileños que sueñan con poner el broche de oro a una temporada histórica.
El conjunto «red», campeón europeo, aspira a conseguir su primer Mundial de Clubes, una competición maldita para ellos con tres derrotas en tres finales disputadas (1981, 1984 y 2005).
En dos de esos de esos sonados tropiezos tuvo a equipos brasileños como rivales.
En 2005 cayó ante el Sao Paulo (1-0) y en 1981, cuando aún se llamaba Copa Intercontinental, salió goleado 3-0 frente a su adversario de este sábado, el Flamengo, que aspira a repetir gesta ahora en el estadio Internacional Khalifa.
Han pasado treinta y ocho desde ese partido en el que el cuadro carioca, liderado entonces por «Zico», pasó por encima del Liverpool, que venía de vencer al Real Madrid en la final de Copa de Campeones de Europa.
Nunes marcó dos y Adílio otro más en el estadio Olímpico de Tokio. La afición guardaba en su memoria a ese equipo como el mejor de la historia, ahora dudan.
La plantilla dirigida por el portugués Jorge Jesus va camino de marcar una época.
El Flamengo se proclamó campeón de la Liga brasileña con una enorme superioridad y levantó su segunda Copa Libertadores al destronar al River Plate en una final de infarto que remontó en los minutos finales gracias a dos zarpazos de Gabriel Barbosa «Gabigol» (2-1).
El club rubro-negro igualó así al Santos de Pelé de la década de los 60 al ganar Liga y Libertadores en un mismo año. El Mundial de Clubes sería la guinda a un curso sobresaliente.
Jorge Jesus ha mentalizado a los suyos para la gran decisión, a la que accedieron tras ganar en semifinales al Al Hilal saudí en la enésima remontada del equipo (3-1).
Tuvo especial atención durante los entrenamientos preparatorios con el centrocampista Willian Arao, el ancla en el centro del campo, y el delantero Gabigol, el máximo goleador.
Él y su compañero en el ataque, Bruno Henrique, superan los 70 tantos esta temporada, números que podría firmarlos cualquier dupla atacante de un grande de Europa.
Gabigol y Bruno Henrique formarán la línea ofensiva de un once sin bajas, ni dudas y que cuenta con otros jugadores importantes como el uruguayo Giorgian De Arrascaeta, el español Pablo Marí o los experimentados laterales Filipe Luis y Rafinha.
El Liverpool se ha esforzado, por su parte, en convencer de la importancia de este título, aunque su foco parece estar lejos de Catar, quizá en Inglaterra, donde son líderes destacados de la Premier League, su principal objetivo de la temporada.
El equipo inglés ya sufrió en las semifinales ante el Monterrey mexicano (1-2), al que solo doblegó en el minuto 91 gracias al tanto de Roberto Firmino.
Pero su técnico, Jurgen Klopp, insiste en quieren llevarse el trofeo a casa.
«No estamos aquí como campeones europeos y con la intención de mostrar que somos superiores, pero queremos ganar. No estamos mal y nada está decidido», dijo en la rueda de prensa previa al partido.
El entrenador alemán tendrá dos bajas seguras, el zaguero Matip y el centrocampista Fabinho; y dos incógnitas para el once, pues Wijnaldum no se estrenó este viernes y Virgil Van Dijk, segundo mejor jugador del mundo por la FIA, se ejercitó normalmente, pero es posible que no esté al cien por cien, por lo que es duda.
Klopp augura una final de igual a igual, aunque él lo tiene claro, o al menos eso le decía su padre: «Pelé es el mejor jugador».
ÁRBITRO: el catarí Abdulrahman Al Jassim. VAR: el español Juan Martínez Munuera.
ESTADIO: Internacional Khalifa, en Doha.
HORA: 20:30 hora local (17:30 GMT).