Hoy, ICA volvió a derrumbarse en el mercado bursátil. La semana pasada dejó de pagar obligaciones de una deuda mayúscula. Los especialistas dicen que su colapso está ligado a la dependencia a obras con gobiernos. Sus mejores años están registrados entre 2004 y 2011, cuando los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón estuvieron en la silla presidencial. En ese lapso, las concesiones de la empresa aumentaron de 3 a 32. Pero hoy es otra historia.
Por Mayra Martínez Medina
Ciudad de México, 21 de diciembre (SinEmbargo/EconomíaHoy).– La Villa Olímpica, el Palacio de los Deporte, Ciudad Satélite, el Estadio Azteca, la Torre Mayor, la Torre Pemex, el Papalote Museo del Niño, el Palacio de Hierro de Durango, las líneas 1, 3, 7, 9 y 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, entre otras, fueron edificadas por los ingenieros de ICA, una empresa que empezó a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) desde 1992 y que hoy está en medio de un diluvio financiero.
La empresa que fundó Bernardo Quinta Arrioja en 1948 informó que no pagará –como lo anunció la semana pasada– el vencimiento de intereses por 31 millones de dólares que corresponde a un bono con vencimiento en 2024 y cambios en su estructura directiva. El anuncio provocó una fuga de inversionistas y sus acciones cayeron el viernes hasta 24 por ciento. Hoy sigue en picada hasta un 9.82 por ciento (13:30 horas) y suspendió sus operaciones. Pero para ICA, como ha repetido los últimos meses ante las constantes caídas del valor de sus acciones, los movimientos «corresponden a condiciones propias del mercado».
Hasta antes de 2011, cuando empezaron a manifestarse los problemas financieros de la empresa que hoy acumula una deuda de aproximadamente 54 mil 947 millones de pesos, la historia de ICA corresponde a una empresa en ascenso dentro y fuera de México.
De acuerdo con los estados financieros de la compañía del tercer trimestre del año, la empresa acumuló una pérdida neta de 3 mil 919 millones de pesos. El modelo de negocios de la empresa que preside Bernardo Quintana Isaac y que hoy dirige Alonso Quintana Kawage tiene dos segmentos: el de construcción y el de infraestructura (aunque es más amplio).
El primero considera las obras de ingeniería civil y el segundo la infraestructura industrial, las concesiones y los aeropuertos.
AÑOS COMPLICADOS
El 70 por ciento de los ingresos de Ingenieros Civiles y Asociados provienen de las obras de construcción civil, al mismo tiempo el 49 por ciento de los ingresos de este tipo de ingeniería están relacionados con las obras del gobierno federal y de los estados.
Fue en la actual administración, la del Presidente Enrique Peña Nieto cuando la empresa empezó a sortear problemas de carácter financiero. Además de afrontar una abultada deuda (el 54 por ciento está en dólares), los ingresos de la emisora empezaron a caer.
¿De qué tamaño serán los problemas actuales de ICA que no se vieron ni en la más reciente crisis financiera de corte internacional: la de 2008 y 2009? Por el contrario, mientras los mercados financieros del mundo se desmoronaban, ICA acumulaba más y más concesiones en México.
Los mejores años de ICA están registrados entre 2004 y 2011, años en los que Vicente Fox y Felipe Calderón del Partido Acción Nacional (PAN) estuvieron en la silla presidencial. En este lapso las concesiones de la empresa aumentaron de 3 a 32. En consecuencia los ingresos de la empresa también crecieron. En 2005 la empresa ingresó 18 mil 405 millones de pesos y después de cinco años sus ingresos crecieron 86 por ciento, por lo que en 2011 la empresa obtuvo 34 mil 259 millones de pesos. El año siguiente fue todavía mejor cuando ingresaron 38 mil 122 millones de pesos.
Actualmente entre los activos de la empresa destacan 180 proyectos carreteros, 61 presas y 38 hospitales.
Respecto a este crecimiento, Bernardo Quintana Isaac dijo en uno de sus informes anuales que «ICA tiene un papel clave en este resurgimiento. En 64 años de actividad, nunca habíamos participado, al mismo tiempo, en tantos proyectos importantes y en frentes tan diferentes. Vivimos un momento de mucha actividad en una época de cambios acelerados en el entorno. Con un sólido Estado de Contratación y un portafolio de concesiones que pronto entrarán en operación».
Y no era para menos. Durante la administración del PAN la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le adjudicó a la compañía la construcción de La Yesca, la hidroeléctrica ubicada en Nayarit y Jalisco.
Sin embargo en 2014, año en que inició la incertidumbre para los mercados y con ello el fortalecimiento del dólar frente a los principales cruces de divisas, entre estos el peso, ICA reportó números negativos en su utilidad neta consolidada de -2.1 por ciento.
Este resultado impactó en el valor de la acción que al cuarto trimestre de 2014 se ubicó en 3.47 pesos. Además los gastos de intereses le aumentaron 42 por ciento.
LA ESTRATEGIA DE ICA
Fueron varios los factores que influyeron para que ICA obtuviera varias concesiones durante la administración de los gobiernos del PAN, entre ellos la experiencia de la empresa en diversos proyectos.
ICA también impulsó la creación del Colegio de Ingenieros Civiles de México (al sur de la Ciudad de México). El presidente del CICM, Víctor Ortiz, platicó a Economíahoy, que la empresa se ha caracterizado por iniciar el estudio de los que tiene en la mira y desde luego la intención de ganar en una licitación.
Ortiz, a quien en algún momento le tocó trabajar con Gilberto Borja –quien fue considerado uno de los hombres fuertes de ICA– comentó que la empresa de construcción tiene una visión de largo plazo que le ayuda a pensar en el desarrollo de los nuevos proyectos que requerirá un país en el futuro. Por ejemplo, dijo, tuvo la capacidad para visualizar las necesidades de un sistema de transporte, como el Metro en la Ciudad de México. En función de estos retos «la empresa tomaba la decisión de mandar a sus ingenieros y al resto de sus colaboradores a capacitación».
Con esta estratega de tomar riesgos es que Bernardo Quintana Isaac decidió expandir ICA en los mercados internacionales.
Una de las grandes obras de escala global en las que ha participado ICA es el Canal de Panamá. La constructora mexicana tiene presencia en Colombia, Perú, Panamá, Portugal, España y Costa Rica.
En 2012, dos años antes de que la depreciación del peso afectará la utilidad neta de la empresa y cayera el precio de la acción, los altos directivos decidieron dar un golpe de timón que consistía en aumentar los ingresos de la empresa provenientes de los mercados internacionales porque hasta ese año el 70 por ciento de los ingresos los obtenía de las obras de construcción civil relacionadas con el gobierno Federal y de los estados.
«La expansión al mercado internacional es con la mira de que éste represente 30 por ciento del estado de contratación, es un importante objetivo estratégico de largo plazo, con lo cual reduciremos la vulnerabilidad frente a la volatilidad del sector de obra pública en México. Estamos seguros de que este mercado será un importante complemento a nuestras operaciones mexicanas», escribió Bernardo Quintana.
El tiempo alcanzó a ICA, ya que desde la llegada de Alonso Quintana Kawage a la dirección general de la empresa en 2012 se le encomendó la responsabilidad de encontrar alternativas para salvar a la empresa de una crisis financiera en la cual cayó por los problemas del sector de la construcción en 2008 y que apenas empieza a repuntar; por los recortes al gasto público en infraestructura; el fortalecimiento del dólar y la dependencia de obras con los gobiernos.
Sólo el tiempo mostrará la fortaleza de ICA. Por ahora la compañía se apoya de Rotschild México para encontrar alternativas financieras, además emprendió cambios en su estructura directiva, entre los que destaca la incorporación de Orlando Loera en la dirección de reestructura.
El mismo «ingeniero financiero» que llevó la reestructura financiera de la desarrolladora Geo en medio de un concurso mercantil.
Mientras tanto la empresa, con una nómina de 31 mil empleados anunció el viernes que no pagará el vencimiento de intereses por 31 millones de dólares, ya que prefiere destinar ese capital al desarrollo de proyectos que le generen ingresos.
