Rosario Robles regresó a Santa Martha Acatitla. El Juez de control decidió que el riesgo de fuga permanece a pesar de lo expuesto por más de dos años por su defensa. Pero en medio de todo, ¿qué pasa con el resto de los implicados en el desvío de millones de pesos? La auditora Muna Dora Buchahin insiste en que hace falta fincar responsabilidades en toda la estructura que participó en la conocida “Estafa Maestra”.
Ciudad de México, 21 de octubre (SinEmbargo).- Para la doctora Muna Dora Buchahin, el caso de Rosario Robles Berlanga está incompleto. El trabajo que se hizo desde la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para exhibir los malos manejos del dinero público en las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) incluye toda una estructura que participó en los desvíos, que incluye a quienes ahora colaboran con la Fiscalía General de la República (FGR).
En entrevista en el programa Café y Noticias, que se transmite en SinEmbargo Al Aire, la doctora Buchain insistió en este punto: “se tiene que ir a la estructura”.
“Es importante la exhaustividad de las investigaciones que pueda realizar la Fiscalía para poder darnos mayor información y mayores elementos y se pueda conocer toda la estructura de poder que operó este modelo de desvío de recursos. Hay mucho trabajo qué realizar y sobre todo ver el tema de los que estaban implicados, todos los presuntos implicados desde los proveedores, las personas, funcionarios públicos y no nada más focalizarnos en ella [Robles]. Es ir más allá para tener un escenario holístico y lo importante es realmente conocer el fondo y la trama de este asunto”, comentó.
En esta estructura que operó los desvíos de dinero, indicó, no debe excluirse a los funcionarios que ahora colaboran con la FGR, en específico a Emilio Zebadúa, Oficial Mayor en las dos dependencias en Sedesol y Sedatu, y mano derecha de Robles.
«Aparte de que (estos colaboradores) aportaron su testimonio y aceptaron su participación, tienen una responsabilidad en estas cuestiones y la Fiscalía tiene toda esta información, por eso es importante no tener toda la atención en Robles, sino entender que esta estructura no sólo debe visibilizarse, sino que es un acto de justicia y se debe seguir hasta las últimas consecuencias”.
Sobre esto mencionó que es justo una de las causas por las que los ciudadanos sienten molestia, ya que perciben un caso en el que hay privilegios y ven a una Fiscalía que no concluye investigaciones ni explica qué fue lo que ocurrió en este tipo de casos de corrupción.
La estructura de la que habló Buchain está en los reportes de la ASF y en investigaciones periodísticas, más allá de los testigos colaboradores. Y esa ruta puede llevar al dinero. Sin embargo, dijo, ya pasó un lapso más que suficiente para haber tenido mayores resultados, por lo que hablar de reparación de daño aún suena lejano.
También consideró que dentro de la discusión del caso Robles no se tiene que hablar de injusticia o justicia, sino de las tareas de las instituciones y cómo se cumplen:
“Hay tres esquemas: la ASF como parte acusadora, cumplimos la parte que nos correspondía. La Fiscalía que integra la carpeta de investigación y los que determinan son los jueces, ni siquiera tendría ello algún elemento para decir si es justo o injusto; lo que es justo es que todos los involucrados se vayan ya conociendo y se vayan haciendo las imputaciones en un ámbito legal. Eso sería importante […] No acabo de entender en ciertos casos emblemáticos como este u otros más que están sobre la mesa nacional, pero esa fluidez requerida por alguna razón no existe”.
Finalmente, al cuestionarle sobre qué pasa con la Auditoría y su papel en estos casos tan documentados de mal ejercicio del servicio público, aseguró que este organismo “se corrompió con la llegada del nuevo grupo en el poder, que fue autorizado y colocado por todos los que participaron en el modus operandi del sexenio pasado, entonces no podemos esperar de ellos nada”.
Y añadió que más bien la ASF debería ser investigada por corrupción.
El día de ayer, el Juez Ganther Alejandro Villar Ceballo determinó que persiste un “elevado” riesgo de fuga en el caso de Rosario Robles, por lo que decidió que debe continuar en prisión preventiva en el Penal de Santa Martha Acatitla, en donde está desde agosto de 2019 bajo ese mismo argumento.
El Juez dijo que el resguardo domiciliario, que es la alternativa que ofrece la defensa, le facilitaría a Rosario “los medios para abandonar el territorio”.
Agregó que las cuestiones de salud no son obstáculo para que la exfuncionaria permanezca en prisión, pero que cada que ella necesite alguna atención médica, puede acudir al Juez de Ejecución para solicitar medidas que ella y su defensa consideren pertinentes