Los activos resultantes de la integración de PNM en Avangrid ascenderán a más de 40 mil millones de dólares; la capacidad instalada será de 10.9 gigavatios (GW); tendrá más de 168 mil kilómetros de redes y gestionará 4.1 millones de puntos de suministro.
PNM es una eléctrica estadounidense de Nuevo México que desarrolla transporte, distribución y generación eléctrica en ese estado, y Texas.
Madrid, 21 de octubre (EFE).- La eléctrica española Iberdrola ganó 2 mil 681 millones de euros en los primeros nueve meses del año, un 4.7 por ciento más que en el mismo periodo de 2019 y, pese a que la caída de la demanda y la morosidad por la COVID-19 le restó 203 millones en su beneficio neto, hoy mismo ha anunciado la compra de una compañía eléctrica en Estados Unidos por la que desembolsará 3 mil 663 millones.
La operación, que se comunicaba poco antes de la publicación de los resultados, colocará a Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola, a través de la cual se efectuará la compra, como una de las mayores compañías del sector en EU, ya que pasará a contar con diez eléctricas reguladas en seis estados (Nueva York, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo México y Texas).
Además, será el tercer operador de renovables de EU, con presencia en 24 estados.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en la conferencia con analistas para informar de los resultados y de esta operación, ha señalado que ésta era una «oportunidad única», pues supone incorporar 4 mil millones en activos regulados.
En total, los activos resultantes de la integración de PNM en Avangrid ascenderán a más de 40 mil millones de dólares (33 mil 826 millones de euros) y el resultado bruto de explotación de las dos compañías combinado es de unos 2 mil 500 millones de dólares (2 mil 114 millones de euros) y el beneficio neto de 850 millones de dólares (719 millones de euros).
La capacidad instalada será de 10.9 gigavatios (GW) -incluidas las plantas de carbón de las que PNM se habrá desprendido antes de 2022, cuando la integración se haga efectiva-, tendrá más de 168 mil kilómetros de redes y gestionará 4.1 millones de puntos de suministro.
PNM es una compañía eléctrica estadounidense domiciliada en el estado de Nuevo México que desarrolla negocios regulados, principalmente de transporte, distribución y generación eléctrica en los estados de Nuevo México y Texas, y ya tenía relación con el grupo Iberdrola, puesto que transporta la electricidad generada por un parque eólico suyo en Nuevo México a California.
Esta operación supone un nuevo impulso a la actividad de Iberdrola en el exterior, que suma con ésta ocho operaciones corporativas este año, mediante las que ha entrado en Australia (compra de Infigen) y en Japón y Suecia con carteras de 12.3 GW eólicos marinos, y ha reforzado su presencia en Francia, Reino Unido y Brasil.
El presidente de Iberdrola ha manifestado que la operación es consecuencia de la estrategia que ha seguido el grupo durante más de 20 años, una «operación amistosa, centrada en negocios regulados y en energías renovables, en países con buena calificación crediticia y estabilidad jurídica y regulatoria y que ofrecen oportunidades de crecimiento futuro».
En cuanto a inversiones en geografías donde el grupo ya está presente, ha señalado que se desvelarán el próximo 5 de noviembre, cuando Iberdrola presentará sus perspectivas estratégicas, y respecto a México ha indicado en la conferencia con analistas que la compañía no hará más inversiones en ese país, si su gobierno no lo quiere.
La operación de compra de PNM por Avangrid supondrá un desembolso por parte de ésta de 4 mil 317.5 millones de dólares (3 mil 663.5 millones de euros), aunque al asumir la deuda de PNM el valor de empresa se eleva a aproximadamente 8 mil 300 millones de dólares (7 mil 019 millones de euros), unos costes que se financiarán vía deuda y también por una ampliación de capital.
En concreto, Avangrid emitirá 700 millones de deuda y el resto lo hará a través de la ampliación del capital de esta compañía, a la que acudirá Iberdrola para mantener el 81 por ciento que posee en la misma. Con ella se quiere evitar el impacto que pueda tener la operación en los ratios de deuda, del que han advertido las agencias de calificación.
El resultado bruto de explotación (ebitda) de Iberdrola cae un 2 por ciento, hasta los 7 mil 345.2 millones, con un impacto de 216 millones de euros por la COVID-19, que ha generado un incremento estimado de las provisiones por insolvencias en los primeros nueve meses de 2020 que asciende a 92 millones de euros.
A pesar de este contexto, Iberdrola ha alcanzado un récord de inversiones al alcanzar los 6 mil 638.1 millones de euros hasta septiembre, un 22.9 por ciento más que en el mismo periodo de 2019, y Sánchez Galán confía en alcanzar el objetivo de 10 mil millones de inversión marcado para este año.