Cinco millones de pequeños productores agrícolas en México se beneficiarían de la implementación de cadenas colaborativas y ayudarían a superar la problemática económica de quienes dependen de las actividades rurales y agropecuarias en el país, afirma el Consejo Nacional Agropecuario.
Ciudad de México, 21 de octubre de 2020.- El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) plantea que más de 5 millones de pequeños productores podrían verse beneficiados por la evolución de la industria y la implementación de cadenas colaborativas, en las que los procesos se desarrollan de forma vinculada y organizada, permitiendo así crear un círculo virtuoso en el que todos ganan.
En las últimas décadas, la industria ha evolucionado sus procesos al lograr que sus cadenas de valor sean más eficientes y que sus productos lleguen a los lugares más alejados, respondiendo a las necesidades de los consumidores.
Los puntos de venta, las comercializadoras, los transportistas y quienes están involucrados en el proceso, son piezas clave para hacer posible que los alimentos lleguen hasta nuestra mesa. Pero, sin duda, esto es posible de inicio gracias a quienes cultivan y producen los insumos o materias primas.
Gran parte de los productos que consumimos a diario, sin importar su presentación, salen del campo mexicano. Por ejemplo, las manzanas que se producen en Chihuahua, el azúcar de caña de Veracruz y la leche de Jalisco, entre miles de productos; son transportados y procesados gracias a esta articulación. Sin embargo, la pandemia derivada de la COVID-19 presentó una mayor complejidad para quienes dependen de las actividades rurales y agropecuarias.
Al tener recursos limitados, los campesinos han visto afectada su producción y distribución. En respuesta a esto, la industria y los prestadores de servicio han logrado vincularse de forma más eficiente, generando cadenas y rutas que incentiven una diminución en costos y trayectos, al tiempo que impulsan el consumo local.
En este sentido, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) –de la mano de instituciones gubernamentales y privadas– integra prácticas de agricultura sustentable y abona a mantener más de 100 mil empleos indirectos en el sector.
José Cacho, vicepresidente de Cadenas Productivas del Consejo Nacional Agropecuario, destaca: “La integración es el factor clave en un sistema de cadenas colaborativas. A través de alianzas con los productores y las instancias gubernamentales, la industria es el facilitador e implementador que integra y genera beneficios para toda la cadena”.
Actualmente, la IMCC invierte 18 mil 500 millones de pesos en productos locales, un 25 por ciento más que en 2018, según reporta el despacho SAI Derecho & Economía. Estas acciones focalizadas construyen redes de personas y familias que, sin saberlo y sin conocerse, trabajan unas muy cerca de otras para dar continuidad a un esfuerzo colectivo que fortalece la economía de los pequeños productores, de los comercios locales y de México.
Junto con organismos empresariales, grupos transportistas y miembros de la industria de alimentos, la IMCC mantiene en implementación una cadena de valor que nunca termina, pues al crear un plan integral a largo plazo, en el que se suma a los productores locales, se generan miles de negocios redituables que permiten que todos ganen a través del trabajo conjunto, demostrando que es momento de que ¡Hagamos esto juntos!