México, 21 oct (EFE).- El Bajorrelieve de Xoc, petrograbado olmeca de 3 mil años de antigüedad que fue restituido a las autoridades mexicanas después de haber sido robado hace 40 años, podrá ser apreciado en el Museo Nacional de Antropología de México, recinto emblemático y uno de los más importantes de América Latina.
En el marco de la entrega del Bajorrelieve de Xoc a México, realizada el mes pasado en París, Francia, el arqueólogo mexicano Alejandro Bautista Valdespino y su colega francés Dominique Michelet destacaron la enorme importancia que tiene la repatriación de la pieza para la historia de México y su patrimonio arqueológico.
Asimismo, los especialistas enfatizaron en las terribles consecuencias del saqueo de piezas arqueológicas y artísticas, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) en un comunicado.
La pieza fue descubierta a fines de los años sesenta en el municipio de Ocosingo, estado sudoriental de Chiapas, pero fue sacada del país de forma ilegal en la década de 1970.
«En México hay una ley que entró en vigor desde 1972 que indica que los bienes arqueológicos, artísticos, históricos y paleontológicos, así como los restos fósiles de organismos que vivieron en territorio nacional, son propiedad de la nación y son inalienables e intransferibles», señaló Bautista, subdirector de Registro de Monumentos Arqueológicos Muebles del Inah.
Explicó que cuando se destruyen o roban piezas o fragmentos de un conjunto arqueológico se generan daños estructurales a edificios que se han conservado durante, cientos, a veces miles de años.
«Pero al hacer excavaciones con el mero fin de apropiarse indebidamente de un pequeño fragmento no solo desaparece esa pieza o fragmento; peor aún, se destruye el sentido de todo el conjunto, ya que se pierde información, se daña el contexto histórico y resulta imposible interpretar el discurso original», agregó.
La repatriación del Bajorrelieve de Xoc «nos permitirá profundizar en la investigación de toda una civilización y, sobre todo, de su influencia en otras civilizaciones contemporáneas y posteriores», expuso el experto.
Agregó que la pieza fue un descubrimiento importante porque indica que hubo presencia olmeca en Chiapas «y esto dará pie a nuevas interpretaciones, investigaciones y difusión cultural no solo de la zona arqueológica olmeca, sino también de Chiapas».
El pasado 24 de septiembre se llevó a cabo en la capital francesa la restitución del Bajorrelieve de Xoc, de 400 kilos de peso, a las autoridades mexicanas.
«Fue recortada y probablemente exportada, no sabemos a dónde. De su aventura en todos esos años no tenemos ni la menor idea», explicó entonces a Efe el arqueólogo Michelet, representante de la Asociación de Amigos de México en Francia e intermediario en la devolución de la pieza.
La escultura, de la que se oyó hablar por primera vez a principios del siglo XX, se encontraba en una roca natural en un barranco de un arroyo de Chiapas cuando en 1968 la visitó un equipo de arqueólogos que elaboraron un primer informe. «Cuando regresaron en junio de 1972 encontraron la roca desnuda», añadió Michelet.
Se sabe que la plancha de piedra (de 2,20 metros de alto, 1,15 metros de ancho y unos 30 centímetros de profundidad) terminó en algún momento en manos de un coleccionista privado. Sus herederos se pusieron en contacto con la casa de subastas Binoche, que recibió la obra sucia, mal conservada y dividida en cuatro trozos.
Según la versión de esa casa, al ver que su venta era ilegal, se puso en contacto con Michelet por su condición de especialista en arqueología muy bien relacionado con México.
La escultura representa a un personaje humano con elementos de otras especies, probablemente de ave, y podría tratarse de un sacerdote oficiando un ritual relacionado «con el culto a la fertilidad y en concreto al maíz», comentó Michelet.
Esta obra clave de la cultura madre de Mesoamérica, ubicada principalmente en el sur del estado de Veracruz y parte de Tabasco, servirá para profundizar en una civilización relativamente desconocida que se desarrolló entre los años 1.200 y 400 a.C.
Es la primera vez en que se restituye una pieza arqueológica a México desde Francia y su repatriación tendrá lugar próximamente, aunque todavía no hay fecha específica.