Brasilia, 21 oct (dpa) – Opositores al Gobierno de la Presidenta brasileña Dilma Rousseff entregaron hoy al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, un nuevo pedido de apertura de juicio político contra la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT), informaron medios locales.
La presente solicitud es considerada una de las más sólidas desde el punto de vista jurídico, de las varias que ya fueron entregadas al titular de Diputados desde que Rousseff asumió su segundo gobierno, el pasado 1 de enero.
El pedido está firmado por los juristas Hélio Bicudo -uno de los fundadores del PT-, y Miguel Reale Júnior, ex ministro de Justicia. Está basado en la reprobación de las finanzas del gobierno relativas a 2014 por parte del Tribunal de Cuentas (TCU) y en la denuncia hecha por el Ministerio Público (Fiscalía) de Cuentas, de que dichas maniobras contables también se practicaron este año.
Las llamadas «ruedas fiscales», que sirven para maquillar los balances de las finanzas públicas, pueden considerarse violaciones a la Ley de Responsabilidad Fiscal, y un mandatario que incurre en tal delito puede ser destituido.
El principal punto que diferencia el pedido entregado hoy respecto de otro suscrito por los mismos juristas, entregado anteriormente, es la inclusión de la denuncia de que las «ruedas fiscales» se siguieron cometiendo este año, el primero del segundo gobierno de Rousseff.
Cunha, quien en su calidad de presidente de la Cámara Baja tiene la potestad de acoger o archivar los pedidos de destitución, había dicho respecto al pedido anterior que un presidente de la República no puede ser condenado por actos relativos a gobiernos anteriores y, por tanto, solo puede serlo por ilícitos cometidos en el mandato vigente.
Al recibir el documento, Cunha aseguró que lo analizará con total objetividad: «Lo recibo como lo tengo que recibir (…) Vamos a procesarlo dentro de la legalidad (…) con total objetividad», indicó el político del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
El partido de centro es el principal socio de la coalición aliada de Rousseff. No obstante, Cunha, un político evangélico y conservador, rompió relaciones con el gobierno, contra el que ha promovido varias «rebeliones» de aliados en la Cámara Baja, imponiéndole así duras derrotas al Ejecutivo.
Paralelamente, la situación de Cunha al frente de la Cámara Baja es delicada. Además de estar denunciado por sus presuntos nexos con la red de corrupción en Petrobras, la semana pasada se supo que tiene cuentas bancarias en Suiza, las cuales, según la fiscalía suiza, recibieron dinero desviado de la petrolera estatal. Dicha situación hizo con que surgieran pedidos de parlamentarios de que abandone el cargo.
La entrega del pedido de destitución de Rousseff ocurre en momentos en que la tensión de las relaciones entre Cunha y la mandataria vive su momento más explícito, con cruces de ironías y acusaciones entre ambos en los últimos días.
Si Cunha acoge el pedido de destitución de Rousseff, se crea una comisión especial que emitirá un veredicto a favor o en contra de la apertura del juicio político. Dicho veredicto es luego votado en el plenario de la Cámara Baja.
Si se acepta, para lo cual se necesitan al menos 342 votos de un total de 513 diputados, Rousseff es alejada del cargo por un plazo de 180 días, durante el cual el juicio político queda en manos del Senado Nacional, con auxilio de la Suprema Corte.