El Cairo, 21 oct (EFE).- Los rebeldes hutíes y sus fuerzas aliadas han bombardeado «indiscriminadamente» barrios residenciales de la ciudad meridional de Taiz, y se han incautado ilegalmente de alimentos y medicamentos destinados a los civiles, denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW).
«Los ataques indiscriminados constituyen crímenes de guerra cuando se cometen deliberadamente o por imprudencia», añadió la organización.
HRW documentó tres ataques con artillería y proyectiles de mortero en agosto pasado, que en total causaron la muerte a más de 50 civiles, entre ellos mujeres y niños.
Los residentes de Taiz indicaron a la ONG que este tipo de ataques han continuado.
El modelo de armas empleado, en especial los cohetes no guiados, carecen de precisión, por lo que al ir dirigidos a zonas pobladas se trata de ataques discriminados, agregó la nota.
Durante su visita a Taiz, el equipo de HRW pudo comprobar que los ataques fueron lanzados desde el distrito de Al Hauban, controlado por los hutíes, y que en las zonas afectadas no había posiciones militares ni de comités populares de defensa, que constituirían blancos legítimos.
«Las fuerzas hutíes deben tomar todas las medidas posibles para minimizar el daño a los civiles, poner fin a la confiscación ilegal de bienes esenciales de la población civil y castigar a los responsables de los ataques ilegales», pidió HRW.
El conflicto en el Yemen se recrudeció tras la intervención en marzo pasado de una coalición, liderada por Arabia Saudí, que respalda al presidente del país, Abdo Rabu Mansur Hadi, contra los hutíes.
Según organizaciones humanitarias y datos de Naciones Unidas, más de 4.900 personas han muerto en la guerra civil del Yemen.