La detonación de un regalo-explosivo en frente de un restaurante en Salamanca, Guanajuato, reveló una posible conexión entre el propietario del comercio y el exlíder petrolero local, Fernando Pacheco Martínez, quien a su vez es cercano a Carlos Romero Deschamps.
Guanajuato, 21 de septiembre (PopLab).– La detonación de un explosivo aún no determinado frente a un céntrico bar de Salamanca este domingo por la tarde, no solo provocó la muerte de dos personas, uno de ellos socio del lugar, así como heridas a cuatro más y un pánico generalizado en uno de los municipios más afectados por la guerra de cárteles que asola a Guanajuato, sino que también descolocó a la clase política local y nacional.
La prudencia tanto del Presidente de la República como del Gobernador puede tener que ver con los datos que empiezan a surgir: el propietario de Barra 1604 fallecido en el atentado, Mauricio Salvador Romero Morales aparece como socio del exlíder petrolero local Fernando Pacheco Martínez, cercano a Carlos Romero Deschamps, en una empresa dedicada a la administración de bares y restaurantes: Grupo Picardía, S.A. de C.V., constituida en 2008.
El grupo empresarial aparece en una investigación del diario El Universal, como uno más de los tentáculos del imperio del exdirigente nacional petrolero, junto con otras empresas de Fernando Pacheco.
Otro de los propietarios del lugar es funcionario del Gabinete de Diego Sinhue Rodríguez: Anselmo Conejo, procurador Ambiental y de Ordenamiento Territorial, quien ha utilizado sus redes sociales para invitar a conocer el sitio, desde hace varios meses.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien suele fustigar a los responsables de las instituciones de Guanajuato por la imparable violencia y el crecimiento de los homicidios dolosos, fue inusitadamente parco en su conferencia matutina de este lunes, desde Oaxaca: «Lamentamos la pérdida de vidas y ofrecemos condolencias, no quiero que se politice el asunto, es delicado, lo mejor es hacer la investigación», puntualizó.
En Salamanca, una temprana rueda de prensa citada en las instalaciones del centro de mando de la Policía municipal se suspendió abruptamente mientras autoridades de los tres niveles de Gobierno se reunían para revisar la mecánica del atentado y posibles líneas de investigación.
Sin embargo, el Gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, siempre refractario a hablar del tema de seguridad, esta vez se extendió al ser abordado al término de un informe de Gobierno en la capital del estado, habló abiertamente de terrorismo al tiempo de dar detalles sobre las víctimas de la explosión.
Iniciamos este #viernes en la reunión virtual de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, con los equipos de las distintas instancias que participan.
Seguimos trabajando en unidad para dar resultados a las y los guanajuatenses. pic.twitter.com/vk4sKBFugb— Diego Sinhue Rodríguez Vallejo (@diegosinhue) September 17, 2021
El ataque tenía destinatarios, según la forma en que ocurrió y los pocos detalles que dieron el propio Gobernador y la Fiscalía. El domingo, unos minutos después de las 19:00 horas de la noche, dos personas de un servicio de mensajería en motocicleta llegaron al estacionamiento del restaurant-bar Barra 1604 con una caja, aparentemente de regalo, adornada con listones y globos. Preguntaron por uno de los dueños, Mauricio Romero Morales -quien se encontraba festejando su cumpleaños en el lugar- y por el gerente Mario Alberto Hernández Cárdenas.
Cuando ambos salieron, les entregaron el paquete en las manos. Pero antes de que se retiraran los mensajeros, la caja estalló. El pánico se desató en esa zona de la Avenida Faja de Oro en Salamanca, en la que numerosas familias se encontraban departiendo en los restaurantes, bares y casinos que allí se ubican.
La explosión mató a Mauricio y a Mario Alberto y dejó al mensajero y a otras tres personas que se encontraban en el sitio gravemente heridas.
TERRORISMO, LO QUE SUGIEREN CIUDADANOS Y AUTORIDADES
Entre la población se manifestaban sentimientos encontrados: enojo por el regreso de la inseguridad cuando creían que ya iban de salida tras la captura de José Antonio Yépez El Marro, y sus efectos sobre la economía; solidaridad con los deudos de Mauricio Salvador Romero y Mario Alberto Hernández, hombres de trabajo a quienes todos reconocen; y un sentimiento, sí, de miedo, de terror.
A esa impresión no pudieron escapar los máximos responsables de la política de seguridad en el país y el estado:
«En Guanajuato, más que en otras partes, han empezado a utilizar explosivos para cometer crímenes y tratar de provocar terror, miedo», dijo el Presidente López Obrador y anunció la probabilidad de que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso por el uso de explosivos.
El Gobernador Diego Sinhue fue aún más enfático y lo llamó «un ataque terrorista sin precedentes en el estado que eleva el nivel de violencia que habíamos vivido.» Dijo también que abordará el asunto de la seguridad esta misma semana con el nuevo Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien ya le ha dado una cita.
LA POBLACIÓN DE SALAMANCA, ENTRE EL TEMOR Y EL ENOJO
Expresiones como la de Raymundo Gómez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Salamanca, se generalizaron en la ciudad: “Estamos asustados con una incertidumbre grande y sobre todo el modus operandi nos deja muchas dudas». El dirigente exigió a las autoridades federales, estatales y municipales que se coordinen.
Una familia que tras un año de encierro salió a divertirse, relató: “después de la pandemia decidimos acudir al casino y ocurre esto, se nos acabaron las ganas de volver». Mientras, bajo la lluvia, de lejos, veían a los elementos de seguridad trabajando en la escena de la explosión.
Empresarios, dueños de restaurantes y bares, familias de trabajadores, temen regresar a la situación de hace dos años, cuando muchos salmantinos emigraron ante el recrudecimiento de las extorsiones y los atentados violentos. Eran los tiempos en que «El Marro», prófugo de las fuerzas federales, aún controlaba la delincuencia en la ciudad y las acciones del Gobierno contra el robo de combustible obligaban al cartel a incursionar en otros terrenos delictivos.
Por lo pronto, en redes sociales comenzó a circular un eslogan: «Yo quiero caminar sin miedo por mi ciudad». La preocupación y el reclamo ciudadano no lograron ser paliados por las comunicaciones oficiales. La Alcaldesa Beatriz Hernández sólo emitió un tuit para agradecer el apoyo de la Secretaria de Gobierno, Libia García.
La rueda de prensa cancelada por la mañana fue seguida por un comunicado retórico por la tarde que solo ofrecía «mantener el apoyo en las operaciones coordinadas» de las diferentes dependencias y realizar «labores de inteligencia que contribuyan a evitar este tipo de incidentes».
Al respecto, el hermano de Mauricio Romero, Eddie Romero, declaró al periodista Alejandro Cacho de El Heraldo que su familia no ha recibido una llamada del Gobernador Diego Sinhue ni de otros funcionarios: «Sólo el típico ‘lo lamentamos’, que no solventa nada».
EL MENSAJERO QUE LLEVÓ EL PAQUETE-BOMBA ESTÁ GRAVE
El Gobernador guanajuatense informó del estado de gravedad en el que se encuentra uno de los heridos, el mensajero que entregó el paquete y que fue alcanzado por el estallido del explosivo. «No ha podido ni siquiera declarar, por su estado» y añadió que no se encuentra en calidad de detenido pues fue corroborada su identidad como empleado de la empresa que hizo el envío.
En el caso del gerente del restaurante, Mario Alberto Hernández Cárdenas, fallecido en el atentado, su familia se encontraba solicitando donativos para los gastos funerarios.