En la revista La Civiltà cattolica se dieron a conocer algunas declaraciones que hizo el Papa Francisco en una reunión a puerta cerrada con los miembros de la Compañía de Jesús durante su viaje a Eslovaquia, entre las que destaca la revelación de que «algunos» lo «querían muerto».
ROMA, 21 de septiembre (EUROPA PRESS).– El Papa ha revelado que tras su operación de colon «algunos le querían muerto» y que sabe que algunos prelados se reunieron para preparar el «cónclave» pensando que su estado de salud era «peor» de lo que se informaba por parte de la oficina de prensa de la Santa Sede.
«Estoy todavía vivo, aunque algunos me querían muerto. Sé que ha habido encuentros entre prelados que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el cónclave«, aseguró Francisco en un encuentro a puertas cerradas y sin periodistas el pasado 14 de septiembre con los miembros de la Compañía de Jesús durante su viaje a Eslovaquia, cuyo contenido ha sido publicado de forma íntegra por la revista de los jesuitas La Civiltà cattolica.
El pontífice advirtió además que hay una televisión católica que «continuamente habla mal del Papa«. A su juicio, personalmente puede merecer ataques e «injurias» porque es «un pecador», pero «la Iglesia no se merece esto». «Es obra del diablo. Se lo he dicho a algunos de ellos», agregó el Papa, que no especificó de qué cadena de televisión está hablando.
También comentó que «hay clérigos que hacen comentarios malos» sobre su persona y reconoce que a veces le «falta la paciencia, especialmente cuando juzgan sin abrir un diálogo». «Ahí no puedo hacer nada. Yo voy adelante sin entrar en su mundo de ideas falsas o fantasías. Algunos me acusaban de no hablar de la santidad. Que siempre hablo del tema social y que soy un comunista. Y eso que he escrito una encíclica entera sobre la santidad Gaudete et Exultate. Yo voy adelante no porque quiera hacer una revolución. Hago lo que siento que tengo que hacer; se necesita mucha paciencia, oración y caridad», señaló.
El Papa también expuso los motivos por los cuales ha firmado un documento pontificio que limita la celebración de la misa tridentina con el que además regula las misas en latín, lo que ha causado un escándalo en los sectores tradicionalistas. «Espero que con la decisión de frenar el automatismo del rito antiguo se pueda volver a las verdaderas intenciones de Benedicto XVI y Juan Pablo II. Mi decisión es fruto de una consulta con los obispos del mundo el año pasado», explicó.
Por otro lado, también identifica como un mal «buscar en el camino de la rigidez y del clericalismo» soluciones eclesiales al tiempo que define estas dos actitudes como «dos perversiones».
LA CRUZ HACE RENUNCIAR A LAS «POLÉMICAS»
Francisco ha señalado que la Cruz invita a «dirigirse a la condición más frágil y concreta del hombre» y a renunciar a «las modalidades e intentos polémicos» con confianza en las semillas que el Evangelio siembra en la «pluralidad discontinua y a veces contradictoria» de la cultura.
Así lo pone de manifiesto en una carta enviada al Superior General de la Congregación de la Pasión de Jesucristo, Joachim Rego, con motivo del inicio del Congreso Teológico Internacional «La sabiduría de la cruz en un mundo plural», que se celebra en la Universidad Lateranense de Roma del 21 al 24 de noviembre.
La reunión reunirá a cerca de 80 expertos y estudiosos en un congreso en parte virtual y en parte presencial para profundizar en el significado de la Pasión y muerte de Cristo y buscar nuevos alfabetos para anunciar y testimoniar el sacrificio de Cristo.
El Papa ha señalado que «el inmenso poder salvífico que se libera de la debilidad de la Cruz» indica a la teología «la importancia de un estilo que sepa unir la altura del pensamiento con la humildad del corazón».
Francisco ha pedido que esta iniciativa promueva «fructíferos diálogos teológicos, culturales y pastorales» a la que vez que se contribuye «a una lectura renovada de los desafíos contemporáneos a la luz de la Sabiduría de la Cruz, para que favorecer «una evangelización fiel al estilo de Dios y cercana al hombre».