El experto en genética Giorgio Portera informó que la “enorme” cantidad de huesos bajo el Pontificio Colegio Teutónico fue revelada cuando designados por el Vaticano comenzaron a catalogar los restos, descubiertos la semana pasada.
Portera trabaja a nombre de la familia de Emanuela Orlandi, una joven italiana que desapareció en 1983, a los 15 años de edad, cuando se dirigía de su casa en Ciudad del Vaticano a una clase de música en Roma.
Por Frances D’Emilio
Ciudad del Vaticano, 21 de julio (AP).- Un experto en genética contratado por la familia de una joven italiana que desapareció en 1983 dijo el sábado que el espacio cavernoso bajo tierra cerca de un cementerio del Vaticano tiene miles de huesos que parecen ser de decenas de individuos, tanto “adultos como no adultos”.
El experto, Giorgio Portera, dijo que la “enorme” cantidad de huesos bajo el Pontificio Colegio Teutónico fue revelada cuando expertos designados por el Vaticano comenzaron a catalogar los restos, descubiertos la semana pasada.
“No esperábamos esa enorme cantidad” de huesos y otros restos que “fueron aventados a la cavidad”, dijo Portera. “Queremos saber por qué y cómo” terminaron ahí los huesos.
También se encontraron fragmentos, lo que complicó el trabajo de los expertos, agregó.
Portera trabaja a nombre de la familia de Emanuela Orlandi, quien desapareció a los 15 años cuando se dirigía del departamento de su familia en Ciudad del Vaticano a una clase de música en Roma.
Algunos han especulado que fue secuestrada en un fallido intento de chantaje para liberar de una prisión italiana al pistolero turco que disparó e hirió a Juan Pablo II en la plaza San Pedro en 1981.
Un comunicado del sábado del Vaticano no mencionó la cantidad de restos en el recién descubierto espacio cerca del cementerio Teutónico, pero dijo que el trabajo forense continuará el 27 de julio.
La familia de Orlandi ya había recibido el consejo anónimo de buscar cerca de las tumbas del siglo XIX de dos princesas en el pequeño panteón.
Pero cuando el Vaticano recién abrió las tumbas por petición de la familia, estaban vacías. El Vaticano dijo que desconocía el motivo, pero que podría ser a causa de obras de restauración en las décadas de 1960 y 1970.