Marvin Oswaldo Escobar Orellana habría aprovechado la ausencia de su mujer y sus hijos para matar a la familia hondureña. Fue él mismo quien llamó al 911 para informar a las autoridades de la presencia de los tres cuerpos en su casa.
Marvin y su esposa estadounidense acogieron a la familia guatemalteca en el sótano de su casa de Des Moines, Iowa. El hombre también dio trabajo a la mujer hondureña en su empresa de construcción.
Ciudad de México, 21 de julio (LaOpinión).- Rossibeth Flores Rodríguez, de 29 años, se había quedado viuda con dos hijos de 11 y cinco años. Como en su pueblo de Honduras se le estaba haciendo difícil mantener a su familia, aceptó la ayuda del guatemalteco Marvin Oswaldo Escobar Orellana y migró a Estados Unidos, donde ya vivía Escobar.
Tras prestarle dinero para pagar el coyote, Marvin Oswaldo y su esposa estadounidense acogieron a la familia guatemalteca en el sótano de su casa de Des Moines, Iowa. El hombre también dio trabajo a Flores en su empresa de construcción de techos.
Betty Rodríguez, madre y abuela de las víctimas, dijo al diario La Prensa que conocían a Marvin porque él y su ex esposa estuvieron dos años viviendo en casa de la familia hondureña. “Era una persona de confianza”, dijo Rodríguez. Por eso su hija aceptó la ayuda que les brindó.
DES MOINES, Iowa –Triple murder suspect Marvin Escobar-Orellana claims that he defended himself from 29 year- old Rossibeth Flores-Rodriguez after she had killed her children, 11 year-old daughter Grecia and five year-old Ever. https://t.co/TyiagoM2ax
— WHO-HD Ch. 13 News (@WHOhd) July 19, 2019
Sin embargo, la situación se empezó a poner tensa cuando el guatemalteco, de 31 años, empezó a acosar a Rossibeth para que tuviera una relación con él. La madre de la joven contó al citado diario que su hija le había dicho que estaba buscando otro lugar para no tener que seguir conviviendo con Marvin. Pero ese cambio de residencia no llegó.
Escobar habría aprovechado la ausencia de su mujer y sus dos hijos para matar este martes a la familia hondureña al completo. Fue el mismo quien llamó al 911 para informar a las autoridades de la presencia de los tres cadáveres en su casa. Este jueves un tribunal lo acusó de tres cargos de asesinato.
En honduras, la familia de Rossibeth espera ahora que lleguen los cuerpos de la joven y de sus dos hijos, Daniela y Ever José. Sonia Parras, de la oficina de abogados que asiste a la familia, aseguró a Univision que están “trabajando en la repatriación de los cadáveres a través del consulado y de contactos comunitarios”.
Para poder afrontar los costos, han creado una campaña de financiación en GoFundMe.
Tras el crimen, el servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) reveló que el individuo había sido expulsado del país en dos ocasiones (en 2010 y 2011). Solo por este delito federal, podría enfrentar hasta 20 años de cárcel.