Bajo el lema «Biodiversidad, medioambiente y sociedad», unos 200 especialistas de diversos países, incluyendo a México, Argentina, Brasil y Venezuela, compartieron experiencias, visiones y testimonios desde un enfoque interdisciplinario, con las chinampas y el lago de Xochimilco como escenario.
Ciudad de México, 21 de julio (EFE).- En alianza con el chef mexicano Enrique Olvera, Basque Culinary Center juntó a especialistas para compartir experiencias, visiones y testimonios desde un enfoque interdisciplinario en Xochimilco, demarcación situada en el sur de la Ciudad de México, donde celebraron un simposio internacional sobre los retos que plantea la relación del ser humano con los ecosistemas.
«En México, el tema de la biodiversidad nos interpela de forma cercana, no solo por lo vasta que es nuestra despensa sino por los desafíos que plantea cuidarla y defenderla, entendiendo que la biodiversidad es un concepto que no solo se liga a semillas o especies, sino a realidades que son también culturales e interpersonales», dijo Olvera.
Bajo el lema «Biodiversidad, medioambiente y sociedad», en este encuentro se abrió un debate en el que participaron la investigadora argentina Soledad Barruti, conocida por el libro Malcomidos; el estadounidense Matthew Goldfarb, especialista en producción sostenible y preservación de semillas; y la italiana Cristina Franchini, experta en acción humanitaria de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
También intervinieron chefs como Gastón Acurio (Perú), Michel Bras (Francia), Dominique Crenn (Estados Unidos), Yoshihiro Narisawa, (Japón) y Joan Roca (España), entre otros.
Se llevó a cabo en chinampas, una especie de islas artificiales del México prehispánico utilizadas para el cultivo de flores y verduras, que perviven en la actualidad en las circunscripciones de Xochimilco y Tláhuac de la CdMx.
El simposio también incluyó un apartado dedicado al Basque Culinary World Prize con la idea de compartir historias sobre una iniciativa que destaca la manera en que chefs, en todas partes del mundo, usan a la gastronomía como motor de cambio.
Uno de los temas centrales del simposio fue el relativo a «cómo la gastronomía puede contribuir a la defensa de la biodiversidad, cómo proponer alternativas orgánicas» a los métodos industriales de producción, como el cultivo de transgénicos, dijo a Efe Sasha Correa, del Basque Culinary Center (BCC), con sede en San Sebastián (España).
PREMIAN A CHEF COLOMBIANA POR SU LABOR SOCIAL
La chef de Colombia, Leonor Espinosa ganó el Basque Culinary World Prize por su trabajo a favor de los indígenas de su país y la biodiversidad, informó a Efe el director del Basque Culinary Center (BCC), Joxe Mari Aizega.
El premio, dotado con 100 mil euros, fue otorgado a Espinosa en reconocimiento a su trabajo que vincula el campo con la ciudad, por su respaldo a los indígenas y a la comunidad afroamericana de su país, así como su promoción de la biodiversidad, explicó.
El Basque Culinary World Prize, que en su segunda edición fue anunciado desde México, es un premio promovido por el Gobierno del País Vasco (España) y el Basque Culinary Center, con sede en San Sebastián, para distinguir a chefs con «iniciativas transformadoras».
«Teníamos a diez finalistas que representaban toda la diversidad de proyectos transformadores que hay en muchos lugares del mundo, algunos vinculados con retos sociales y otros con la salud», comentó.
Espinosa, propietaria del restaurante Leo Cocina y Cava de Bogotá, ha sido premiada por el «trabajo que está haciendo de generar un vínculo entre la ciudad y el campo», explicó el director del BCC.
El jurado ha reconocido el trabajo de la chef con las poblaciones indígena y afroamericana, una labor que «es muy importante en un país como Colombia», comentó.
Aizega destacó la promoción que Espinosa hace de la biodiversidad y la cultura en zonas alejadas de las ciudades, labor que ayuda a mantener vivas las tradiciones de las comunidades indígenas.
La decisión del jurado también reflejó algo que hoy ocurre en la gastronomía moderna y que es el hecho de que los cocineros están cada vez más conscientes de la importancia de trabajar con productores y de rescatar productos locales.
El BCC, que integra una facultad con 625 estudiantes de todo el mundo, es un centro que respalda la investigación en áreas vinculadas a la gastronomía.