Fotografías de medios locales mostraron las puertas destruidas y otros daños en la Fiscalía; los manifestantes están en contra de recientes medidas del Gobierno de Guillermo Lasso.
QUITO, 21 de junio (AP).— La Fiscalía General ecuatoriana denunció el martes que su edificio central está siendo atacado por manifestantes y pidió ayuda a la Policía y las Fuerzas Armadas, mientras las protestas se tornaban más violentas en varios sectores de Quito.
En un comunicado, la institución señaló que «se han tomado acciones para precautelar la integridad de los funcionarios y se han puesto a buen recaudo los expedientes e información sensible… con el fin de que ningún incidente ponga en riesgo las investigaciones y procesos en marcha».
Fotografías de medios locales mostraron las puertas destruidas y otros daños en la Fiscalía, ubicada cerca de uno los principales focos de las protestas, la Universidad Salesiana.
#AHORA | #FiscalíaEc comunica a la ciudadanía que su edificio matriz ha sido atacado y su personal se mantiene en teletrabajo; además, ha puesto a buen recaudo la información sensible de los casos que lleva adelante y hace un llamado público a la paz y el respeto a la Ley. pic.twitter.com/ESAGoLOEGn
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) June 21, 2022
En protestas similares ocurridas en octubre de 2019, cuando las personas se manifestaron en contra de la eliminación parcial de un subsidio a los combustibles, un grupo ingresó a la Contraloría General, destruyó expedientes y quemó el edificio.
En la cuenta de Twitter, la Fiscalía aseveró que abrió una investigación «tras la presunta contaminación de las vertientes de agua que ingresan a las plantas de tratamiento» de la ciudad andina de Ambato, de unos 170 mil habitantes, desde donde reportaron que en al menos siete sectores el agua sale de color oscuro y con olor a aceite automotriz quemado.
Durante la jornada, en que la capital quedó virtualmente paralizada y con desabastecimiento de alimentos y gas, se han registrado constantes enfrentamientos de los indígenas y campesinos con agentes del orden. A primera hora vehículos de los manifestantes perseguían y bloqueaban a los autobuses del transporte público para pincharles las llantas y obligar a los pasajeros a caminar.
Las universidades, la iglesia, la delegación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados Americanos (OEA) -entre otras 300 instituciones- hicieron pública una invitación al Gobierno y a los ciudadanos para «llegar a acuerdos que permitan enfrentar la grave crisis económica, social y política que atraviesa Ecuador». El Gobierno aceptó de inmediato el llamado, pero los manifestantes no se han pronunciado.
El Palacio de Carondelet, la sede del Gobierno nacional, amaneció fuertemente resguardado por cientos de policías y militares, vallas y alambres de púas.
En tanto, el Ministro de Defensa, Luis Lara, advirtió que la democracia está en riesgo. En una cadena de radio y televisión afirmó que las fuerzas armadas contemplan con enorme preocupación «el crecimiento de la violencia por parte de quienes han rechazado el diálogo».
@FFAAECUADOR contemplan con enorme preocupación la manipulación de la protesta social, el crecimiento de la violencia, por parte de quienes han rechazado el diálogo, principio fundamental de la convivencia en libertad y democracia, para intentar imponer al estado sus peticiones. pic.twitter.com/VnvZp5ZFRl
— Ministerio de Defensa Nacional del Ecuador (@DefensaEc) June 21, 2022
Añadió que «estas acciones van más allá de la protesta ciudadana, se trata de un intento deliberado de utilizar la violencia armada para atentar contra la democracia, amenazar a las instituciones. Las Fuerzas Armadas no permitirán que se intente romper el orden constitucional».
El Ministerio de Energía declaró el estado de fuerza mayor para todas las operadoras de exploración y explotación de hidrocarburos y todas las fases de la industria para evitar posibles demandas por incumplimiento de contratos.
Las protestas y la sucesiva toma de pozos petroleros han obligado a apagar cerca de 609 pozos de producción en la Amazonia con una pérdida diaria de producción de unos 30 mil barriles, equivalente a 17 millones de dólares.
Desde el lunes de la semana pasada la Confederación de Nacionalidades Indígenas, la mayor de su tipo, mantiene un paro nacional por tiempo indeterminado que ha afectado especialmente a seis provincias del centro norte ecuatoriano en demanda de la reducción del precio de la gasolina, la fijación de precios de los productos agropecuarios y mayor presupuesto para la educación, entre otros reclamos.
Se espera que en las próximas horas esa organización responda al Presidente, que el fin de semana envió un documento con respuestas a los pedidos.
Las manifestaciones han ocasionado el bloqueo intermitente de vías impidiendo el paso de vehículos particulares y de carga.