La Esclerosis Lateral Amiotrófica, o ELA, es uan enfermedad que afecta a 3 de cada 100 mil personas, sin embargo, aunque pareciere no tener un gran impacto, las personas que la padecen ven gravemente afectada su calidad de vida.
Cada 21 de junio se celebra el día internacional de lucha contra ELA, y los expertos llaman a desarrollar consciencia sobre este padecimiento.
Ciudad de México, 21 de junio (EFE).- La rigidez en la mandíbula que impide hablar y comunicarse es uno de los posibles síntomas de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad de baja incidencia que, no obstante, implica daños progresivos al paciente, explicó hoy un experto.
«Es un padecimiento que se presenta en aproximadamente 3 personas por cada 100 mil habitantes en el mundo y, aunque se trata de una afección degenerativa, existe una amplia gama de síntomas y niveles de gravedad», afirmó en un comunicado el doctor Ramón Iván de Dios Pérez.
La ELA es una enfermedad progresiva, incurable y que evoluciona hasta la parálisis completa y la esperanza de vida de las personas que la padecen se estima en 3 años, con una supervivencia de más de 5 años sólo en el 20 por ciento de los pacientes y de más de 10 en el 10 por ciento.
Es por ello que el 21 de junio de cada año se celebra el Día Internacional de la Lucha contra la ELA, con el fin de concienciar a la población sobre esta enfermedad.
El jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco explicó que la ELA puede generar a una persona molestias leves durante toda su vida, pero otras pueden incluso requerir apoyo respiratorio y alimentación por sonda en estadios avanzados.
«Cada paciente es distinto, algunos pueden tener problemas para deglutir, constipación intestinal o diarrea, incontinencia urinaria, dolor incluso con el simple contacto de la ropa e incluso algún tipo de parálisis como en los pacientes con Parkinson», indicó De Dios Pérez.
El especialista destacó la importancia de llevar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio, hidratación con agua simple y alimentación equilibrada, a fin de preservar el estado físico en las mejores condiciones posibles y, de presentarse alguna sintomatología rara como la ELA, acudir de inmediato al médico para realizar estudios que permitan tener un tratamiento.
Tal y como sucede con otras enfermedades crónico-degenerativas, no existe cura para esta enfermedad, pero si se detecta a tiempo hay mecanismos para retrasar el deterioro del organismo y darle al paciente más años con calidad de vida, finalizó el experto.