El Canciller alemán Olaf Scholz, el Primer Ministro español Pedro Sánchez y el Primer Ministro portugués António Costa han expresado que la votación es “crítica para Francia y para todos y cada uno de nosotros en Europa”.
París, 21 de abril (AP).— Cuando faltan pocos días para la crucial segunda vuelta presidencial en Francia, los mandatarios de centroizquierda de Alemania, España y Portugal exhortaron el jueves a los votantes franceses a elegir al Presidente centrista Emmanuel Macron frente a su rival nacionalista de extrema derecha Marine Le Pen.
Un día antes, el encarcelado líder opositor ruso Alexei Navalny también instó a los votantes franceses a respaldar a Macron, alegando que Le Pen está demasiado vinculada a las autoridades rusas. El gesto de Navalny significó otra señal de la amplia influencia internacional que tendrá el resultado de la elección presidencial francesa del domingo.
En 2014, el partido Le Pen recibió un préstamo de más de nueve millones de euros (9.7 millones de dólares) del First Czech-Russian Bank. Le Pen visitó Moscú para reunirse con el Presidente ruso Vladimir Putin en 2017, antes de la segunda vuelta presidencial francesa de ese año.
En una columna publicada el jueves en varios diarios europeos, el Canciller alemán Olaf Scholz, el Primer Ministro español Pedro Sánchez y el Primer Ministro portugués António Costa escribieron que la votación del domingo es “crítica para Francia y para todos y cada uno de nosotros en Europa”.
“Es la elección entre un candidato demócrata, que cree que la fuerza de Francia se amplía en una Unión Europea poderosa y autónoma, y una candidata de extrema derecha que se pone abiertamente del lado de quienes atacan nuestra libertad y democracia, valores basados en las ideas francesas de la Ilustración”, dijo el comentario conjunto sin mencionar a Macron o a Le Pen por sus nombres.
El socialdemócrata Scholz y los socialistas Sánchez y Costa escribieron que Europa “está ante un cambio de era” por la invasión de Rusia a Ucrania y que “los populistas y la extrema derecha” ven a Putin “como un modelo ideológico y político, replicando sus ideas chovinistas”.