El brote de coronavirus ha modificado las relaciones laborales, económicas e interpersonales de la sociedad en las últimas semanas. Este evento también ha generado gran interés sobre el tema de las epidemias y pandemias, que ha sido representado especialmente en el cine y la literatura.
En esta lista te presentamos los títulos imprescindibles de autores que platearon escenarios distópicos y apocalípticos, que han rebasado las barreras del tiempo y siguen leyéndose generación tras generación.
Ciudad de México, 20 de marzo (SinEmbargo).-El brote de coronavirus ha modificado las relaciones laborales, económicas e interpersonales de la sociedad alrededor del mundo en las últimas semanas. Este evento también ha generado gran interés en la gente sobre el tema de las epidemias y pandemias, que ha sido representado especialmente en el cine y la literatura.
Clásicos como La peste escarlata, de Jack London; el Decamerón, de Giovanni Boccaccio; El último hombre, de Mary Shelley y La peste, de Albert Camus, han tocado el tema de enfermedades incontrolables que matan a millones de personas sin tener una cura que las controle. Libros más recientes como Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, hablan de los retos a los que nos enfrentaríamos como colectividad ante una situación de emergencia.
En esta lista te presentamos los títulos imprescindibles de autores que platearon escenarios distópicos y apocalípticos, que han rebasado las barreras del tiempo y siguen leyéndose (incluso han aumentado las ventas ante la pandemia del COVID-19) generación tras generación.
La peste escarlata– Jack London
«Se aceleraba el ritmo cardíaco y aumentaba la temperatura corporal. Después aparecía la erupción escarlata, que se extendía como un reguero de pólvora por la cara y por el cuerpo», describe el libro. En 2013 estalla en las principales ciudades de la Tierra una peste fulminante que se propaga con rapidez hasta el último rincón habitado. No hay para ella antídotos conocidos; en cuestión de días, el vano éxodo de los pobladores vacía las ciudades, devastadas por el robo, los incendios y la violencia. Con el paso del tiempo, unos pocos supervivientes van formando pequeñas comunidades mientras a su alrededor una vegetación asilvestrada, sin control, ahoga las zonas antes cultivadas, y los animales domésticos, con garras y dientes, tratan de asegurarse un lugar en el nuevo orden zoológico.
Sesenta años después de la tragedia, el último superviviente de la peste, entonces joven profesor universitario y ahora anciano de casi noventa años, intenta al final de su vida transmitir algo de experiencia y sabiduría a sus nietos casi salvajes, evocando un mundo que ya nadie sabe que ha perdido. La Peste Escarlata (1912) es un clásico sobre la fragilidad de la civilización; inauguró el género de novela catástrofe y dejó su huella en libros como La Tierra permanece (1949), de George R. Stewart, y La carretera (2006), de Cormac McCarthy.
Decamerón– Giovanni Boccaccio
Este libro de 1351, constituido por cien cuentos y novelas cortas, trata diversos temas universales ligados por una misma línea temática: la peste bubónica o peste negra, epidemia que golpeó a Florencia, Italia, en 1348. Un grupo de diez jóvenes, siete mujeres y tres hombres de posición acomodada, huyen de la plaga y se refugian en una villa de descanso a las afueras de Florencia.
Con el fin de entretenerse, cada miembro del grupo cuenta una historia por cada una de las diez noches que pasan en el lugar, lo que da nombre en griego al libro: »diez» y »días». Cada día, a excepción del primero y noveno en que los cuentos son de tema libre, uno de los jóvenes es nombrado «rey» y decide el tema sobre el que versarán los cuentos.
El último hombre– Mary Shelley
Esta novela apocalíptica de ciencia ficción, publicada en 1826, narra la historia de un mundo futurista que ha sido arrasado por una plaga. El libro fue criticado en su época y permaneció prácticamente en el anonimato hasta que los historiadores la resucitaron en la década de 1960. Es notable por sus retratos semi-biográficos de figuras pertenecientes al círculo de Shelley, particularmente su esposo, Percy Bysshe Shelley, y Lord Byron.
Supuestamente la autora se inspiró para esta historia debido a un viaje a Italia, donde halló una cueva en cuyo interior había una colección de escrituras proféticas en distintas lenguas que aseguraban el fin de la humanidad durante el siglo XXI, debido a una enfermedad mortal y desconocida. Tras adaptar estos escritos, creó un relato que describe la vida del último hombre.
La peste– Albert Camus
En esta historia del escritor francés, un testigo relata una epidemia que azota a la ciudad de Orán, en Argelia, en el siglo XX. Médicos y habitantes relatan la enfermedad que permea a este pueblo.
La Peste, que parece referir la epidemia de cólera que azotó a Orán en 1849 tras la colonización francesa, es una de las grandes obras del existencialismo literario. Además, recientemente ha aumentado su ventas en países como Italia.
Diario del año de la peste– Daniel Defoe
Diario del año de la peste es un escalofriante relato novelado en el que se describen con crudeza los horribles acontecimientos que coincidieron con la epidemia de peste que asoló Londres y sus alrededores entre 1664 y 1666. Daniel Defoe, con precisión de cirujano, se convierte en testigo de los comportamientos humanos más heroicos pero también de los más mezquinos: siervos que cuidan abnegadamente de sus amos, padres que abandonan a sus hijos infectados, casas tapiadas con los enfermos dentro, ricos huyendo a sus casas de campo y extendiendo la epidemia allende las murallas de la ciudad.
El Diario del año de la peste es una narración dramática y sobrecogedora, con episodios que van de lo emotivo a lo terrorífico, un relato preciso y sin concesiones de una altura literaria que todavía hoy es capaz de conmovernos hasta las lágrimas.
La tierra permanece– George R. Stewart
Esta novela se publicó en 1949, el mismo año en el que George Orwell publicaba 1984. Es una de las muchas obras que por esas fechas incidieron en el tema de las catástrofes post-nucleares (consecuencia lógica del impacto que supuso la explosión de las dos primeras por EEUU en 1945). Esta profunda meditación sobre la ecología, el pasado y la inexorabilidad del cambio, es una de las obras maestras de la ficción especulativa de todos los tiempos.
Un devastador y desconocido virus asola la civilización; inexplicablemente, Isherwood Williams sobrevive a la plaga. A la deriva, ha de afrontar un mundo sin humanidad, de paisajes degradados y hordas de insectos y roedores. Finalmente, dará con una superviviente, con la que fundará una nueva sociedad semejante a la de los antiguos nativos norteamericanos. Único testigo del pasado, Ish nos recuerda que «los hombres van y vienen, pero la Tierra permanece».
Soy leyenda– Richard Matheson
Robert Neville es el único superviviente de una guerra bacteriológica que ha asolado el planeta y convertido al resto de la humanidad en vampiros. Su vida se ha reducido a asesinar el máximo número posible de estos seres sanguinarios durante el día, y a soportar su asedio cada noche. Para ellos, el auténtico monstruo es este hombre que lucha por subsistir en un nuevo orden establecido.
Todo un clásico en su género, éste es un perturbador relato sobre la soledad y el aislamiento y una reflexión sobre los binomios como normalidad y anormalidad, bien y mal, que se evidencian como una mera convención derivada del temor y el desconcierto ante lo diferente.
Los ojos de la oscuridad– Dean Koontz
Tina Evans pierde a su hijito Danny en un trágico accidente. El doloroso proceso de superar esa dramática circunstancia le resulta largo y traumático. Absorta en su dolor, Tina ignora que a lo largo de ese período de tiempo mueren varias personas de forma espantosa, personas que han vislumbrado una verdad enterrada que lucha por salir a la luz.
La danza de la muerte– Stephen King
En esta narración se nos cuenta cómo a causa de un virus gripal, creado bacteriológicamente, y que se extiende por Estados Unidos, muere el noventa por ciento de la población. Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparecen una anciana y un hombre joven, ambos de raza negra. La vieja mujer los incita a viajar hasta Nebraska para combatir junto a ella contra Randall Flagg, el hombre oscuro que personifica las fuerzas del mal y es dueño de un arsenal nuclear.
En 1990, la novela fue reeditada bajo el título de Apocalipsis (The Stand: The Complete & Uncut Edition). En esta nueva edición, King recuperó parte del texto original que había sido eliminado en favor de la brevedad, agregó y revisó algunas secciones, cambió la ambientación de la novela de 1980 a 1990, y puso al corriente varias de las referencias a la cultura pop.
Ensayo sobre la ceguera– José Saramago
Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una «ceguera blanca» que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio.
El autor nos alerta sobre «la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron». El lector conocerá una experiencia imaginativa única. En un punto donde se cruzan literatura y sabiduría, José Saramago nos obliga a parar, cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto son dos propuestas fundamentales de una novela que es, también, una reflexión sobre la ética del amor y la solidaridad.