Obama se convirtió en el primer mandatario estadounidense en activo en pisar esa plaza, escenario de innumerables y largos discursos del líder cubano Fidel Castro en contra del imperialismo.
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La Habana, 21 mar (EFE/dpa).- El Presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió hoy a su homólogo estadounidense, Barack Obama, en el Palacio de la Revolución de La Habana, donde mantendrán un encuentro bilateral, el tercero desde que se anunció el deshielo entre ambos países y el primero que se celebra en la isla.
Ambos mandatarios se saludaron ante las cámaras en el Palacio de la Revolución de La Habana y tenían previsto después celebrar conversaciones oficiales. Se trata de la tercera reunión formal entre Obama y Castro desde que ambos anunciaron el histórico deshielo bilateral en diciembre de 2014.
Posteriormente se celebró la ceremonia oficial de recibimiento donde ambos gobernantes escucharon en actitud solemne los himnos de Cuba y Estados Unidos, con las banderas ya izadas en la sala.
Después, Castro y Obama pasaron revista a una guardia de honor integrada por la Unidad de Ceremonia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.
Tras ese acto protocolario, el Presidente cubano saludó a varios miembros del gabinete de Obama que lo acompañan en su visita, entre ellos el Secretario de Estado, John Kerry, de Comercio, Penny Pritzker, y Agricultura, Tom Vilsack, los tres integrantes del Gobierno estadounidense que han visitado Cuba desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
El mandatario estadounidense saludó a su vez a funcionarios del Gobierno cubano como el primer Vicepresidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, el Canciller Bruno Rodríguez y la Directora para América del Norte del Ministerio de Exteriores cubano, Josefina Vidal, entre otros.
Previamente a la reunión en el Palacio de la Revolución, Obama cumplió con la protocolaria ceremonia de la ofrenda floral ante el monumento del héroe nacional cubano y prócer independentista José Martí, en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana.
Antes de que una guardia de honor depositara la corona de flores a los pies de la escultura de mármol, se vio ondear la bandera y se escuchó el himno de Estados Unidos en la Plaza de la Revolución, donde se pudo ver a Obama con la icónica efigie del revolucionario Ernesto «Che» Guevara de fondo.
Tras la ceremonia, Obama se saltó el protocolo para pedir a su equipo que le tomaran una foto con esa efigie del Che a su espalda, algo poco habitual es ese acto solemne, en el que le acompañó el Vicepresidente del Consejo de Estado cubano, Salvador Valdés Mesa.
La corona de flores ofrecida por Obama en honor a Martí estaba conformada por rosas blancas, azules y rojas, los colores de las banderas de los dos países, con una cinta en la que se podía leer en inglés: «Del pueblo de los Estados Unidos».
Obama se convirtió así en el primer mandatario estadounidense en activo en pisar esa plaza, escenario de innumerables y largos discursos del líder cubano Fidel Castro en contra del imperialismo.
Tras la breve ceremonia de la ofrenda floral, el Presidente visitó el interior del memorial José Martí (1853-1895), figura clave de la independencia de Cuba de los españoles e inspirador intelectual de la Revolución, que vivió la mayor parte de su vida en los Estados Unidos.