Las encuestas sobre la aprobación a la gestión del Presidente Enrique Peña Nieto retratan el declive de la popularidad del Presidente. El año 2017 inició cuesta arriba para el Ejecutivo. Por un lado, el “gasolinazo”, una medida que elevó hasta en un 20 por ciento los precios del combustible, impactó los bolsillos de la población. Por el otro, las críticas por la débil respuesta de su Gobierno a las hostilidades del nuevo Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Las encuestas que respaldaron al priista en 2012, ahora lo colocan como el mandatario con los niveles más bajos de aceptación en la historia de estas mediciones. Aunque Peña haga oídos sordos, especialistas detallan las implicaciones de la desaprobada imagen presidencial.
Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).- Ante los bajos indicadores de aprobación de su gestión, el Presidente Enrique Peña Nieto pareciera justificarse con asuntos fuera de la política nacional. En una reunión con periodistas ayer lunes dijo que no arriesgará el futuro económico del país, “con todo y los costos políticos que eso pueda tener”. El Jefe del Ejecutivo sabe lo que dicen las encuestas, que ahora no le favorecen, y especialistas políticos enlistan las causas de su poca popularidad.
En términos generales, hace cuatro años las encuestas daban un espaldarazo al Presidente Peña Nieto al reflejar aceptables niveles de aprobación. En ese entonces, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) regresaba al poder con la promesa de mejorar la economía nacional a través de la implementación de las reformas estructurales. Pero hoy la economía sigue sin despegar.
El 19 de febrero, el diario El Economista publicó los más recientes resultados de aprobación de Peña Nieto de la encuestadora Consulta Mitofsky. El sondeo refirió que sólo el 17 por ciento de la población aprueba al mandatario; en tanto que el 77 por ciento está en desacuerdo.
«Los segmentos donde el presidente Peña Nieto alcanza mayor aprobación son las zonas rurales, quienes cuentan con educación menor o igual a primaria y los mayores de 50 años. Y en donde es peor evaluado es en el grupo más escolarizado, más rico y en el centro del país», expuso la conclusión de la encuesta hecha a 3 mil personas en los meses de diciembre a febrero.
Estos resultados son más conservadores que los expuestos por otras casas de encuestas. Grupo Reforma publicó el 21 de enero que sólo el 12 por ciento de la ciudadanía aprueba al Presidente, mientras el 86 por ciento no.
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¿Qué hundió la imagen Presidencial? De forma reciente, este año, las medidas contra los bolsillos de la ciudadanía tuvieron un impacto negativo en la aprobación de la gestión presidencial, refirió Nicolás Loza Otero, analista político de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
“El gasolinazo y la devaluación del peso fueron factores decisivos. Porque sabemos que son dos precios en los que la gente pone mucha atención y son muy relevantes para juzgar a la figura presidencial”, dijo el profesor.
El aumento hasta en un 20 por ciento en los precios de la gasolina derivó en una serie de marchas protagonizadas por ciudadanos y los sectores de trabajadores organizados.
Por otra parte, el 20 de enero el Presidente Donald Trump arribó a la Casa Blanca. El discurso hostil hacia México que manejó durante su campaña como candidato del partido Republicano se mantuvo una vez llegado a la Oficina Oval. Pero las respuestas del Presidente Peña Nieto no igualaron el tono. Y algunos lo acusaron de no defender los intereses del país.
El Presidente Trump ha continuado las deportaciones de mexicanos. Cada semana 405 personas llegan al país en tres vuelos. Y el magnate de Nueva York apuesta por un plan que refuerce las acciones antimigratorias. Además persiste en que sea México el que pague un muro entre la frontera de 3 mil 100 kilómetros que separa ambos países. Pero del lado mexicano, la Presidencia ha preferido la mesura. Y en ocasiones, el silencio.
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“Sin duda jugó en contra de la imagen del Presidente [Peña Nieto]. El Presidente Trump ha sido bastante explícito en términos de muchos epítetos a los mexicanos. Y en ese sentido al Presidente Peña se le ha juzgado en términos de muy poca fuerza, estrategia, diplomacia y muy poco orgullo a la embestida”, dijo Manuel González Navarro, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, especialista en imagen política.
Pese a los agravantes de 2017, analistas apuntaron que la desaprobación de Peña Nieto ha sido gradual. En 2013 las encuestas lo ponían como un líder con aprobación.
Gea- Isa, una encuestadora que dio buenas calificaciones al Presidente, evaluó en el primer trimestre de 2013 que el mandatario contaba con el 55 por ciento de aprobación y un 33 por ciento de desaprobación. Una situación que cambió de forma radical. La misma casa de encuestas apuntó, en el cuatro trimestre de 2016, que su desaprobación alcanzó el 65 por ciento y su aprobación el 33 por ciento.
“Me parece que ante la opinión pública el inicio de su debacle en popularidad empezó con el escándalo de la Casa Blanca [reportaje periodístico del 9 de noviembre del 2014]. A través de un manejo desidioso, poco inteligente de la cuestión y luego se sucedieron muchos acontecimientos en donde jamás hubo un manejo diferente o mejor. El tema de la corrupción ha sido decisivo”, dijo Nicolás Loza Otero.
El mes pasado, México cayó 28 escaños en el Índice de Percepción de la Corrupción en el sector público, que realiza la organización Transparencia Internacional. El país sacó una nota de 30 de 100 puntos. Una escala donde los evaluados con puntajes más cercanos a cero son los que han registrado mayor percepción de corrupción.
La pobreza también tiene al país en la zozobra, apuntaron académicos. El informe más reciente de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) refiere que en el país hay 55.3 millones de personas que viven en pobreza.
Peña Nieto encabezó el Pacto por México, una alianza interpartidaria con los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolución Democrática (PRD), que le sirvió para impulsar 13 reformas estructurales en el Congreso de la República.
“Las reformas estructurales no han cuajado. Se sobrevendieron como un relanzamiento de México, su unidad y el pacto por México. Y lo cierto es que descuidaron la redacción de las reglas de operación. Descuidaron el aterrizaje de estas reformas. Y desalinearon los intereses de distintos grupos”, dijo Marco Arellano Toledo, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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En una reciente conferencia de prensa, el Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY) apuntó que en México 70 de cada 100 personas que nacieron en condiciones de pobreza, seguirán siéndolo 30 años después.
“La baja popularidad tiene que ver con un Gobierno que no se dedicó a resolver los problemas de pobreza y desigualdad que tienen en el país. Perdieron toda brújula sobre el desarrollo social del país. De tal manera que en los últimos 20 ó 30 discursos del Presidente Peña Nieto no se habla de desigualdad. Ni de pobreza. Y pareciera que este problema no existe”, dijo Toledo.
ELECCIONES CON BAJA POPULARIDAD
La situación del Presidente podría comprometer las aspiraciones del PRI de cara a las elecciones de junio de este año en el Estado de México, Nayarit y Coahuila; y las presidenciales que se realizarán en 2018.
“Se trata de una medida que es decisiva en las intenciones de voto del Partido. Y eso no es la por la coyuntura actual sino siempre ha sido así. Es decir, se sabe muy bien, no sólo en México, que el motor del partido es la aprobación a la gestión del Presidente”, dijo Loza.
Las elecciones en el Edomex, uno de los bastiones políticos del Tricolor, darán la pauta para pensar en 2018. Arellano sostuvo que la baja aprobación del Presidente podría dividir su partido, pero no necesariamente mermar las aspiraciones del PRI.
“Creo que el Edomex va marcar un referente. Si pierde el PRI, y sí que hay probabilidades, entonces la coalición de los históricos encabezada por Manlio Fabio, Beatríz Paredes, empezarán a desmarcarse del Presidente Peña para construir una candidatura paralela a la que tenía el Presidente y su grupo compacto”, dijo Arellano.
A cuatro años de haber tomado el cargo, el último intento del Presidente Enrique Peña Nieto será delegar al próximo candidato del PRI, agregó el profesor de ciencias políticas. Una batalla interna que se hará más palpable en junio.