Felicitas Schirow considera su regreso a la prostitución forzado por el Estado al no concederle ayuda, y espera que su hijo pueda entender de mayor su decisión de volver a su antigua profesión.
Ciudad de México, 21 de enero (RT/SinEmbargo).- Una mujer alemana de 60 años volverá a ejercer la prostitución tras 15 años de carrera política y varios negocios sin éxito. Felicitas Schirow ha publicado un anuncio en el que ofrece «una hora de placer para caballeros de clase alta» por 200 euros (un poco menos de 245 dólares), informa el periódico Berliner Kurier.
Schirow, que vive en Berlín, es muy conocida en Alemania por su lucha activista para conseguir que la prostitución sea reconocida como una profesión. Pero ahora la vida de la mujer pasa por momentos difíciles. Tras perder el trabajo y la casa, varios negocios que emprendió fracasaron y acumuló cuantiosas deudas. A eso hay que sumarle la ruptura con su pareja y que tiene un hijo de 9 años al que mantener.
«No importa que tuviera poco dinero, siempre me preocupé por mi hijo. A veces alguien me daba ropa o me dejaba un sobre con dinero en el buzón», relata.
Afirma que desde hace dos años se le niega la prestación por desempleo bajo diferentes excusas, y considera que el Estado es el responsable de que se haya visto obligada a volver a ejercer la prostitución. «El Estado me convierte en una prostituta forzada, por así decirlo, porque la oficina de empleo no me concede ninguna ayuda».
Schirow todavía recuerda el día en que decidió volver a su antiguo oficio tras haberlo dejado hacía 15 años. «Mi hijo quería cepillarse los dientes y no salió agua del grifo», afirma. «Me habían cortado el suministro porque no podía pagar la factura. Tampoco tenía 140 euros para pagar una viaje de clase de mi hijo, y eso me avergonzaba», sostiene.
Luego llegaron las deudas. «Debía 10 mil euros de alquiler [12 mil 200 dólares] y 3 mil 400 euros a la compañía del gas [4 mil 150 dólares] y tuve que pedirle dinero prestado a mi madre», continúa Schirow.
Desde que tomó la decisión de volver a la prostitución, Schirow «se siente libre otra vez, ve el futuro con esperanza», reseña Berliner Kurier. «Mis amigos me apoyan y dice la activista, «no hay que permitir que las circunstancias te depriman».
«Mi hijo todavía es demasiado pequeño para entender lo que estoy haciendo. Pero él me ve sonreír de nuevo. Espero que cuando sea mayor entienda que lo hice para salvar su hogar», concluye.