Nadie entiende lo que cala un día sin clases, una semana sin ir a la escuela o un mes sin cargar la mochila como un analfabeto. Vivir en un mundo de signos indescifrables o saber sólo escribir su nombre, es un futuro que don Daniel no quiere para sus hijos ni vecinos.
Saltillo/Ciudad de México, 21 de enero (Vanguardia/SinEmbargo).- Hay más de veinte cuerpos protestando, exigiendo justicia en medio de la carretera a Zacatecas. Están conscientes del peligro de que los atropellen o de que los metan a la cárcel, pero les importa más que sus hijos tengan acceso a la educación. Los tráilers y autobuses se frenan bruscamente al ver a un montón de campesinos, amas de casa y gente de la tercera edad que ponen algunos árboles secos en el kilómetro 78 de la carretera Saltillo-Zacatecas, defendiendo a su manera el artículo 3° de la Constitución. No les importan las mentadas de madre. Luchan para que se cumplan las leyes, esas que aunque no pueden leer, saben que los protegen.
Parece que rezaran en silencio: “Nadie te hará daño nunca, hijo. Estoy aquí para protegerte. Por eso nací antes que tú y mis huesos se endurecieron antes que los tuyos”, un fragmento del cuento “El Hombre”, de Juan Rulfo.
Nadie entiende lo que cala un día sin clases, una semana sin ir a la escuela o un mes sin cargar la mochila como un analfabeto. Vivir en un mundo de signos indescifrables o saber sólo escribir su nombre, es un futuro que don Daniel no quiere para sus hijos ni vecinos. “Se sufre mucho” y prefiere omitir los detalles… Como él, gran parte de los padres de familia de la Secundaria Técnica No. 16 “Eulalio Gutiérrez Treviño” tiene estudios de primaria y secundaria truncos. La actividad económica principal del ejido San Juan del Retiro y circundantes es la agricultura y ganadería. El trabajo de la lechuguilla les ha destruido las manos de a poco, pero no la esperanza.
EL CAMINITO DE LA ESCUELA EN NÚMEROS
180 alumnos estudiaban en la Secundaria Técnica No. 16 “Eulalio Gutiérrez Treviño”.
80 kilómetros de distancia desde el centro de Saltillo hasta la secundaria.
286 Kilómetros diarios recorren los camiones en el servicio de ruta escolar.
32000 pesos mensuales cuesta la gasolina para el camión.
1600 pesos diarios es el gasto diario en combustible.
23 comunidades rurales acuden a la Secundaria Técnica No. 16.
15 pesos diarios pagaban por el transporte por alumno.
2775 pesos pagaban al año por la ruta escolar de cada hijo.
3 camiones brindaban servicio a la escuela.
Por eso decidieron este jueves 11 de enero detener durante dos horas el tráfico de la carretera a Zacatecas. Después de una junta donde no veían clara la respuesta de las autoridades y pese a que los maestros y directivos ofrecieron seguir las vías del diálogo y la gestión, decidieron tomar acciones de otro calibre.
«Los traileros estaban bien bravos, les dolían mucho dos horas de retraso, ya querían echarnos los muebles encima. Si a ellos eso les molesta, imagínese a nosotros los días que llevan sin venir a la escuela los chamacos, los que ya se gradúan, los que van a prepa la van a ver muy difícil», confiesa Guadalupe, madre de familia.
«Total, lo único que les voy a dejar cuando me vaya va a ser su estudio». En ese momento en la carretera, frente a insultos y con miedo, dice, sólo pensaba en los diplomas de aprovechamiento que su hija ha obtenido con gran sacrificio, desvelos y limitaciones.
Ella es originaria de una de estas comunidades donde luchan todos los días contra la falta de pavimento, agua potable, electricidad, señal telefónica, internet y gasolina (la estación de carga más cercana se encuentra hasta el estado de Zacatecas). Ahí la gente tiene bien claro que su prioridad es la educación, coinciden todos los padres entrevistados por Semanario: la falta de educación es la única carencia inadmisible.
Después de estas acciones, la Secretaría de Educación del Estado de Coahuila (SEDU) lanzó un comunicado donde se establecía lo siguiente: “Padres de familia y estudiantes de la Secundaria Técnica Número 16 de la comunidad del San Juan del Retiro fueron atendidos por personal de la Secretaría de Educación del Estado de Coahuila para dar solución a la necesidad de mantenimiento de los camiones del transporte escolar que brinda servicio por parte de la Administración estatal luego de que sufrieran desperfecto a inicios de la semana”. Además, se compromete a la reparación de las tres unidades al servicio de esa comunidad en un lapso de entre 10 y 20 días, acordando que durante este tiempo se apoyará a los estudiantes a fin de que no pierdan sus clases.
El problema, insistían los padres para medios de comunicación y sociedad en general, era que desde el 29 de noviembre, los tres camiones que tiene a su disposición el plantel quedaron sin uso y fue imposible alcanzar la cobertura que se brinda a 23 ejidos, en total una ruta de 286 kilómetros diarios con tramos de terracería, inaccesibles para automóviles comunes. Y que de recorrerlos a pie se tardarían tres horas o más en llegar al destino, lo que supondría despertar entre tres y cuatro de la mañana, a según de las distancias.
“Claro que podíamos mandarlos caminando”, mencionaron algunos padres de familia de los ejidos “cercanos”. El más próximo le hace honor a su nombre: San Juan del Retiro, pues su conexión a la escuela es una solitaria senda de tierra de 2 kilómetros, donde los riesgos van desde las espinas de los xoconostles y saltar un guarda ganado hasta la presencia constante de víboras de cascabel.
“Nosotros estamos en la gloria”, reiteran los habitantes de este ejido, “porque el acceso es fácil”, dicen estas personas con espíritu todo terreno. La razón de no enviar a sus hijos a la escuela es solidarizarse y presionar a las autoridades a que reaccionen y apoyar a aquellos que tienen esos riesgos multiplicados por hasta 40 kilómetros en la comunidad más alejada como el Colorado.
EL PROBLEMA DEL TRANSPORTE
Jaime Faz ha conseguido convertirse con los años en un líder práctico aquí donde la ley parece no llegar. Lo eligieron, dicen los padres, porque tiene palabra. Cuando se decidió a nivel colectivo cerrar la carretera, este hombre mayor que tiene los ojos buenos y la tristeza larga recibió incluso amenazas de golpes por parte de los automovilistas. Pero se «discutió», comentan los habitantes al quedarse a dar la cara en el asfalto por su causa evitando que alguien dañara a las mujeres y niños que exigían justicia.
Al hablar con el también presidente de la junta de padres de familia, recalcó que van a seguir presionando hasta que no vean una respuesta completa de las autoridades, pues los arreglos temporales y las composturas son acciones meramente paliativas que no hacen un gran cambio para la comunidad.
Pese a que ya no se dan becas de transporte, hay un sistema de condonación temporal, que ha llevado a la escuela a contraer deudas para pagar diésel y mantenimiento. Diariamente los alumnos de las comunidades más alejadas pagan 15 pesos por alumno.
Un gasto que al año, considerando un calendario de 185 días de clases equivale a 2 mil 775 pesos. Tomando en cuenta el salario mínimo diario 88.36 pesos, que considera la ley, este costo supondría el 15 por ciento del ingreso sólo para el transporte de un hijo. Los números son maneras elegantes de decir que en realidad a esta gente que depende de las cosechas, del trabajo manual y de las ayudas y fomento al campo, sencillamente, no le alcanza.
Algunos confiesan que han pedido prestado o incluso dejan de comer, a veces no hay para tortillas por mandarlos a la escuela. ¿Qué les llena el estómago? El orgullo de ver que sus hijos se esfuerzan por ser alguien en la vida.
RIESGOS EN EL CAMINO
Para llegar a la escuela desde la comunidad más cercana, se tiene que atravesar una senda de tierra de 2 kilómetros, donde hay espinas, víboras de cascabel y un guarda ganado.
El ejido más alejado está a 40 kilómetros, con tramos inaccesibles para automóviles comunes.
Algunos alumnos se iban en bicicleta, burro, carretas, tráilers, motos y hasta a pie.
LA TORMENTA PERFECTA
Los padres, que dicen desconocer a fondo el artículo 3° y la Ley General de Educación, asumen que su responsabilidad es llevar a sus hijos a la escuela, pero manifiestan no tener los recursos. Además ponen como ejemplo otros municipios de Coahuila donde es el Gobierno local el que se encarga de proveer el transporte y el chofer. Declararon que incluso en otros planteles tienen camiones para eventos sociales y deportivos. Esta situación pone en alerta a la capital del Estado, pues aquí el financiamiento corre a cargo de los padres.
Comparan las soluciones propuestas: arreglo de los camiones y donación de llantas son como darle una pomada a una pierna rota, por lo que, argumentan, es necesario un sistema de subsidio o becas para los estudiantes.
“Sabemos que aquí se hizo la tormenta perfecta: fin de año, Navidad, los cambios de administración estatal y local. Estábamos en el limbo, pero confiamos en que las personas que van llegando se acerquen, conozcan la problemática y nos ofrezcan una solución”, recalca la señora Rosa.
Las condiciones específicas del contexto y la tardía respuesta a las necesidades que se enfrentan estos habitantes del municipio de Saltillo ponen en duda conceptos como calidad y equidad que se promueven en las campañas publicitarias de la reforma educativa.
¿SE CUMPLE EL DERECHO A LA EDUCACIÓN?
Mientras que legalmente hay consideraciones que especifican que por la situación del contexto es obligación de las autoridades locales proveer del transporte; el artículo 3° constitucional sostiene claramente que “toda persona tiene derecho a recibir educación”. Además la Ley General de Educación, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 13 de julio de 1993, con la última modificación vigente al 22 de marzo de 2017, señala las siguientes obligaciones de parte del Gobierno en los presentes artículos:
Artículo 2° Ley General de Educación. Todo individuo tiene derecho a recibir educación de calidad en condiciones de equidad, por lo tanto, todos los habitantes del país tienen las mismas oportunidades de acceso, tránsito y permanencia en el sistema educativo nacional, con sólo satisfacer los requisitos que establezcan las disposiciones generales aplicables.
Artículo 3°. El Estado está obligado a prestar servicios educativos de calidad que garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos, para que toda la población pueda cursar la educación preescolar, la primaria, la secundaria y la media superior. Estos servicios se prestarán en el marco del 2 de 72 federalismo y la concurrencia previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y conforme a la distribución de la función social educativa establecida en la presente Ley.
Artículo 13°. Corresponden de manera exclusiva a las autoridades educativas locales, en sus respectivas competencias, las atribuciones siguientes: I. Prestar los servicios de educación inicial, básica incluyendo la indígena, especial, así como la normal y demás para la formación de maestros.
Artículo 32°. Las autoridades educativas tomarán medidas tendientes a establecer condiciones que permitan el ejercicio pleno del derecho a la educación de calidad de cada individuo, una mayor equidad educativa, así como el logro de la efectiva igualdad en oportunidades de acceso, tránsito y permanencia en los servicios educativos. Dichas medidas estarán dirigidas, de manera preferente, a quienes pertenezcan a grupos y regiones con mayor rezago educativo, dispersos o que enfrentan situaciones de vulnerabilidad por circunstancias específicas de carácter socioeconómico, físico, mental, de identidad cultural, origen étnico o nacional, situación migratoria o bien, relacionadas con aspectos de género, preferencia sexual, creencias religiosas o prácticas culturales, en términos de lo dispuesto en los artículos 7° y 8° de esta Ley.
CAMINO CON RIESGOS
Los recorridos realizados por este medio confirman los dichos de los padres respecto a los riesgos que supone que los muchachos recorran solos largos tramos abandonados, con temperaturas extremas en tiempo de calor y frío, ya que el clima es semidesértico para esta zona.
Así como a Cenicienta se le acaba el hechizo a las doce, a los muchachos de Presa y ejido El Colorado se les acabó la fiesta con la interrupción de clases normales. Antes de este evento, una de las soluciones que les dieron sus padres era mandarlos en motocicleta. Los adolescentes hacían rugir esos motores que funcionan por gracia de la ingeniería de las mexicanadas y transformaban sus uniformes en chalecos de piel de motocross con su imaginación. Pero la adrenalina les pasó la factura: tuvieron que aprender a la mala que a baja velocidad, se frena con la llanta de atrás. Y para evitar accidentes graves, sus papás decidieron que no era conveniente que aprendieran leyes de física de manera práctica en esos 42 kilómetros que los separa de la escuela.
Con el fin de evitar poner a sus hijos en riesgo además del gasto que representa el mantenimiento del vehículo, relatan los padres que decidieron sumarse a las protestas.
Como ésta hubo otras odiseas que demostraron las ganas de ir a la escuela de los alumnos, pues con sus libros bajo el brazo y apurándose a llegar se subían en bicicletas, burros, caballos, carretas, tráilers o, en casos extremos como dicen ellos entre risas, en el “dodge” piernas.
CAMBIARON LOS PUPITRES POR LA CAMA; AHÍ ESTUDIAN
En el ejido Las Mangas, hay una casa que tiene dos estufas: es la de María Esther Torres. No es por lujo, una de ellas es un fogón y la otra moderna permanece apagada. “O le ponemos gas o comemos”, dice mientras calcula con agilidad la cantidad exacta de trozos de madera para calentar la casa y seguir preparando tortillas con chile, la comida fuerte del día para ella y sus hijos. No se detiene salvo para invitarnos a comer.
Tiene muchos ojos, uno en el fuego, otro en sus hijos que llevan estudiando desde la mañana, otro en las intenciones que llevábamos porque a los ejidos sólo se acercan para pedir fiado. Los hijos cambiaron los pupitres por una cama, donde se hacen bolita para protegerse del frío, que es otro habitante de esta casa de adobe, mientras contestan los cuadernillos que les han dado. Ya una hija se quedó sin universidad, María Esther espera que los más chicos si logren sus sueños.
“La vida del rancho siempre es difícil. Si yo le contara, qué cree, a veces nos quedamos sin comer y andamos pidiendo para el pasaje”, dice Alfredo Duque, quien tras sufrir un derrame no tuvo con qué pagar el transporte. “Aquí no hay un salario ni un sueldo. A veces hasta se nos van sin lonche. Duramos un tiempo sin pagar el camión, bendito sea Dios ahí nos esperaron”.
Miriam fue reina de la secundaria hace un año, es quizás una de las mentes más prodigiosas que tienen, pues varios maestros mencionaron que presenta un alto desempeño escolar y lo combina con un amplio crisol de valores.
Nos recibe en la sala de su casa: “Yo me levanto a las seis de la mañana, porque me gusta hacer las cosas con calma, pero bien hechas. Me motiva que mi mamá esté orgullosa de mí, porque ella me tuvo como madre soltera. Yo veo que ella siempre le echa ganas, también quiero dar lo mejor de mi parte. Aunque los maestros vengan aquí no es lo mismo. A los jóvenes que sí tienen su escuela cerca les diría que la aprovecharan”.
Para su mamá dice que ser mujer en este medio es muy difícil, pero su hija le da motivos para llevar a sus hijas a la escuela, desde vivir al día y limitar su alimentación. “Si siempre hablan de educación en la calidad, ¿dónde está?, es para que el transporte llegue y sea subsidiado”.
BRIGADAS DE EDUCACIÓN POR LOS NIÑOS
Para evitar estas medidas desesperadas, el colectivo docente decidió sumar esfuerzos con la supervisión y realizar brigadas de atención a los ejidos. El diseño de estrategias corrió a cargo de cada academia y se realizaron cuadernillos con actividades para cada materia, que se entregaron sin costo a cada uno de los alumnos en los ejidos. Así, divididos en los automóviles de los directivos y supervisión se fueron rancho por rancho resolviendo dudas, revisando ejercicios y promoviendo el valor correspondiente a la semana, compartiendo reflexiones y escuchando las ideas de sus alumnos.
Al llegar Semanario a las instalaciones, algunos maestros se encontraban recibiendo acompañamiento para el diseño de los cuadernillos y dando mantenimiento a las áreas verdes. En el “recreo”, porque respetan los horarios de entrada, salida y el de la comida, el profesor Saturnino Siller –exalumno de esa misma escuela– declamó un poema que habla de la opresión y la injusticia. Quizás el arte es el único medio para desahogarse, quizá la vocación se les escapa y no pueden evitar ser lo que son: maestros de rancho que enseñan a leer y a escribir con todo en contra. En entrevista, la profesora Elsa Nelly recalcó la importancia de apoyar a los ejidos: quizá lo más triste en sus 34 años de servicio ha sido ver la deserción escolar por falta de recursos. Ella misma, habitante de San Juan del Retiro, es un ejemplo de superación y excelencia, pues gracias al estudio logró avanzar laboralmente.
Por su parte, el ingeniero Luis Roberto Briones da la materia favorita de muchos: Ciencias. Los alumnos dicen que él les hace la clase divertida, fácil y aunque es estricto siempre los apoya para que salgan adelante. Como egresado de Zootecnia, es el encargado del mantenimiento de los sectores agropecuarios, mediante los cuales la escuela trata de desplazarse hacia la autosuficiencia al menos en medida de lo posible.
Para él, todos los esfuerzos que realizan, como viajar desde Saltillo 80 km y pagar su propio transporte, son nada frente a la satisfacción de ver a alumnos que se realizan y que pueden hacer una diferencia en la sociedad.
LÍNEA DEL TIEMPO
Dicen que ni Dios trabaja en agosto y ahí empezó la penuria de estos campesinos y sus hijos.
21 agosto 2017
Uno de los camiones quedó “yonkeado” al pasarle agua al aceite.
Se activó otro camión para este servicio; SEDU apoyó con llantas y EMSAT colabora con otro camión.
20 septiembre 2017
Se cubrió un costo de 8 mil pesos por reparaciones del radiador de un segundo camión.
17 noviembre 2017
El segundo camión se descompuso de la transmisión al ser de transmisión automática y dar servicio de 110 km diarios en terracería.
28 noviembre 2017
Se desvieló el último camión en el ejido Las Mangas y se trasladó con un tractor.
Los alumnos ya no fueron a la escuela.
29 noviembre 2017
Al no contar con ningún camión, papás y la escuela realizaron gestiones (peticiones por escrito).
Tras las gestiones, la SEDU envió mecánicos.
Maestros organizaron brigadas para que los alumnos continúen estudiando.
11 enero 2018
Padres de familia convocaron a junta extraordinaria y decidieron cerrar la carretera Saltillo-Zacatecas durante dos horas para exigir una solución radical.
Ejidos de Saltillo que dependen del transporte escolar
1. San Juan del Retiro
2. San Miguel del Banco
3. Nuevo Gómez
4. Presa de San Pedro
5. Tanque Escondido
6. Mezquite
7. Potrero de San Pedro
8. Benito Juárez
9. Salitre
10. Rocamontes
11. Presa de los Muchachos
12. La Cuchilla
13. La Brecha
14. Guadalupe Victoria
15. San Francisco
16. Gómez Farías
17. Encarnación de Guzmán
18. La Puerta
19. Las Mangas
20. La Purísima
21. El Tunalillo
22. El Colorado
23. Refugio de Altamira
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